SIRVEN LAS FAJAS
ADELGAZANTES ?
¿Pueden realmente quemar las células grasas o se trata de uno de los
tantos fraudes legales que se promocionan por televisión y otros
medios relacionados con el negocio de la “pérdida de peso”?
Desde hace años y casi a diario solemos responder estas preguntas de
nuestros alumnos/as. Algunos, de verdad interesados en obtener una
respuesta bien fundamentada para seguirla a pie juntillas, otros, en
cambio, intuimos esperando un guiño para usarlas y “acelerar” el
proceso de puesta en plena forma (¿?).
Cuando decimos “envolturas del cuerpo” queremos significar no sólo a
las típicas fajas de látex o caucho, sino a todo otro procedimiento
–léase “mejunjes cosméticos”– que se aplican en los ahora
denominados “esthetic centers”
(no se te ocurra llamarlos “centros de estética” –como corresponde–
porque serías “un grasa”).
En otras palabras, sin interesar con qué clase de elementos o
sustancias cubras la zona media: plástico, neopreno, vinilo,
arcilla, barro, vendas empapadas en hierbas o minerales, etc. NO
reducirás tu porcentaje de grasa corporal.
La grasa sólo puede perderse (mejor
“desecharse” o
“quitarse”, como
decimos nosotros) mediante un déficit calórico por menor ingesta de
alimentos, mayor actividad física o, idealmente, ambas cosas a la
vez.
Siempre que veas demandas publicitarias para reducir la grasa y
modelar tu silueta con fajas, emplastos o cualquier adminículo
estrafalario que no involucre la nutrición ni el ejercicio,
ciertamente debieras catalogarlas de timo y apartarte de ellas aun
cuando parezcan muy seductoras.
Además, los inescrupulosos fabricantes que realizan tales
alegaciones se verían en serios problemas si organismos como Defensa
del Consumidor, en Argentina, o su equivalente Comisión Federal de
Comercio (Federal Trade
Commission), en Estados Unidos de Norteamérica, tomaran
cartas en el asunto y les exigieran la acreditación de pruebas
fehacientes que respalden las mismas.
Sin embargo, aún cuando esto es legal y esperable en un sistema
democrático, creemos mucho más efectivo que prohibir la venta o
aplicar multas el informar razonada y ampliamente a los ciudadanos
para que sea su libre y sensata elección quien regule (limpie) el
mercado.
Admitámoslo, algunos de esos productos o implementos pueden llegar a
reducir ciertas medidas (ejemplo, centímetros en la cintura), pero
es temporal y no de grasa, sino de agua y otros fluidos. Incluso,
hasta podría ser, ¡Dios no lo permita!, de masa muscular. Recordá
siempre que “centímetros” o “peso” y “grasa” no son la misma cosa.
Por otra parte, al analizar algunas publicidades verás que recurren
a sutiles estrategias para confundir al potencial y desprevenido
comprador. Si bien suelen ser tan falaces o tendenciosas como
aparentan, buscan, no obstante, soslayar esa impresión con distintas
fórmulas ambiguas.
Supongamos que la “novedosa y científicamente testada” faja de
“látex contraído” proveniente del “mimbre congoleño
fitus finitus” marca
“Slim Abs” (las
leyes del marketing
y los mentecatos usuarios desalientan llamarla, como sería de
esperar, “Abdominales Esbeltos”) se presenta de la siguiente manera:
-
“¡Pierda más de 10 centímetros en 1 hora!"
Poniéndonos en abogados del diablo, ese anuncio, aunque disparatado,
sería legal pues la afirmación
“pierda centímetros” es defendible con cierta astucia;
al medirse varios perímetros corporales –no sólo la cintura– la
sumatoria podría arrojar los reclamados 10 centímetros.
Máxime, cuando los ilusos que emplean dichos incómodos envoltorios
incluyeran en el cálculo la circunferencia de sus cráneos. Con fajas
o sin fajas los tienen bastante huecos y susceptibles al
achicamiento.
Nosotros –y quizás vos también– percibimos que semejantes anuncios
buscan despistar o engañar porque “centímetros” no es lo mismo que
“grasa corporal” pero a muchos podría confundirlos fácilmente.
De todos modos, compará ahora con la rimbombante pretensión de esta
otra, marca “Wasp Waist”
(“Cintura de Avispa”) que usan las “estrellas de
Hollywood” y viene
lubricada con el revolucionario “moco astringente de esturión”,
cuyas huevas aderezadas, el caviar, de paso, pueden ingerirse a raja
cincha:
-
“¡Pierda grasa corporal sin dieta ni ejercicio en
1 hora!”
Claro, esta sentencia sí es totalmente falsa e insostenible. Una vez
más, ningún “envoltorio del cuerpo” puede quemar la grasa o reducir
los tejidos adiposos.
Si la combustión de la grasa pudiera lograrse mediante cualquiera de
los artilugios citados, es fácil comprobarlo. Sólo haría falta
establecer la composición corporal, o sea el porcentaje de grasa (no
una medida en centímetros), antes y después de aplicarlos; entonces,
surgirían nítidamente sus resultados.
Es obvio –tanto como cuando llovió paro– que dichos “procedimientos
reductores y/o modeladores” no funcionan y ningún fabricante ni
esteticista aceptaría llevar a cabo en forma independiente una
investigación de esa naturaleza.
Tampoco encontrarás en ninguna parte evidencias científicas
imparciales que demuestren la efectividad de los mismos.
Sin embargo, más allá de lo deshonestas que resultan tales argucias,
lo verdaderamente lamentable es la credulidad e ignorancia de mucha
gente; razón primaria por la cual hoy día nos saturan de
infomerciales sobre el tema en cuestión.
Pero advertí que, los ficticios productos promocionados, emplean
triquiñuelas afirmaciones como la primera analizada, no tanto como
la segunda.
Si dudás; te reiteramos un concepto fundamental. En el mejor de los
casos, fajas y otros implementos sólo reducen centímetros por la
pérdida de líquidos, esencialmente, y no grasa.
Recordá que ese peso en agua volverá a los pocos días, incluso
horas, una vez hayas completado tu rehidratación.
Otros de los pretendidos beneficios que se le adjudican a las
“envolturas del cuerpo” son la desintoxicación, una piel más lisa y
firme, y una mejor circulación.
Pues bien, la mayoría de los estudios serios en salud y
acondicionamiento físico, te dirán que los mismos se quedan en
alguna parte entre discutibles y un manojo de charlatanerías pseudo
científicas.
Para completarla, otros expertos advierten incluso que ciertos
productos o tratamientos pueden llegar a ser peligrosos debido
principalmente a la rápida y excesiva deshidratación y su
consecuente devastadora pérdida de electrolitos y minerales.
Por supuesto, nada obsta a que si vos disfrutás “momificándote” por
razones diversas, lo hagas. Bien se dice que sobre gustos no hay
nada escrito.
Algunos encuentran relajante esos tratamientos que mimosean
(franelean) al
destinatario en aquellos centros de estética, perdonanos,
“esthetic centers” y
spa. Sólo queremos advertirte que de tal manera no te quitarás ni un
gramo de grasa ni modelarás tu figura, nada más.
Por
Mariana Giménez y Cr.
Ricardo Mangia
En PLENA FORMA Natural / F.I.B.R.A.S
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