La verdad y la mentira son conceptos de
los que se han ocupado diversas disciplinas, por lo tanto
-como conceptos, especulaciones de la palabra-
incontrastables más que a nivel simbólico .... pero esto no
siempre es así. Cuando te dieron un billete falso o la copia
apócrifa de una obra de arte, cuando te estafan, no alcanza
con pensar que "nada es verdad ni mentira, todo es según el
color del cristal con que se mira".
El varón que cuenta proezas sexuales
frente a sus congéneres, la madre que inventa resultados escolares
exitosos de sus hijos, quien dice ocupar un cargo jerárquico que no
ostenta... el político que promete en campaña lo que sabe que nunca
cumplirá... tantos modos como pueda uno imaginarse adquiere la
inseguridad y la desconfianza en la propia capacidad de ser
aceptados tal como somos.
- Causar una impresión favorable al otro es una
saludable necesidad humana, directamente relacionada con la
supervivencia desde nuestro nacimiento.
Llevados por la inseguridad y desconfianza en su
capacidad de ser aceptados tal como son, o por un afán de controlar
al otro de modo de generar una satisfacción permanente para sí
mismo, algunas personas adornan sistemáticamente su historia,
habilidades y aptitudes, en el mejor de los casos al sólo fin de
causar una impresión favorable, pero también como un modo de
controlar al otro a efectos de que no sólo crea, sino que haga y
actúe tal como el mentiroso lo desea.
Existen personas que utilizan la mentira como un
recurso sencillo y económico de sentirse importantes, "salirse con
la suya" o evitar una situación molesta, que no necesita de gran
esfuerzo. Esos por lo general son puestos al descubierto y acusan
recibo de la situación, sintiendo culpa y arrepentimiento por su
acción (situación típica en la adolescencia, por ejemplo).
Pero los hay más "peligrosos".
Son mentirosos sistemáticos que generan
concenso en sus mentiras ... llegando al límite de cinismo, negando
lo evidente y creando confusión en sus "víctimas" y hasta creyéndose
ello/as mismo/as sus fantasiosas creaciones.
El mentiroso sistemático lleva un control
riguroso sobre su mentira, concatena un relato con otro de modo que
vayan todos cerrando, creando versiones según la realidad pudiera
dejar en evidencia sus invenciones. Porque el objetivo de la mentira
no es ella misma, sino tener bajo control al otro
que le pueda ser adverso a unos fines que no siempre quedan muy en
claro.
La mentira sistemática se trata de una
perturbación del carácter que puede no presentar ningún otro signo
más que este, apareciendo la persona como absolutamente normal y
adaptada en el resto de aspectos de su vida. La convicción sobre la
mentira es uno de los signos más notables, teniendo esta la
finalidad de una satisfacción propia (narcisista), más que el
comportamiento que engendra esa convicción. Es por eso que enfrentar
al mentiroso sistemático con su mentira, de poco y nada servirá. Su
estructura psíquica "no le permite" ver caer esa realidad que él
inventa, por lo que negará toda evidencia.
-
La estafa -económica o moral- y el fraude, son los modos
jurídicos de la mentira sistemática.
-
La simulación y la disimulación los modos en los que se
encuentran en la vida cotidiana.
El mentiroso sistemático (conocido como mitómano)
"reinventa" una identidad -un origen propio según su deseo- a partir
de este mecanismo. Sino fuera por esta fantasía que arma, su ser se
derrumbaría en la realidad; lo que nos habla de serios desajustes en
su psiquismo profundo.
Bueno es aclararlo a esta altura :
no se trata de "un loco", la mentira del
mitómano no es un delirio, es una fantasía que él
construye y termina creyéndola... pero sabe que es mentira.
Por eso -porque es una manipulación de la realidad en propio
beneficio- la mitomanía es una psicopatía. Un modo
"mentiroso" de estar en el mundo.
Para que esto tenga efectos en la realidad que él
y los otros viven, es necesario que haya un otro que lo
necesite al mitómano como ese "alguien" por él fantaseado.
Un otro que "necesite" que él le dé un propio contenido, mostrando
un sí mismo "potable" a su deseo.
La vida junto a un/a mentiroso/a sistemático/a puede
transformarse en un infierno. Alquien para
quien la palabra no modifica su realidad, es alguien altamente
peligroso en la convivencia y el intercambio.
De él/ella no puede esperarse un cambio en su
conducta, esta tiene un carácter inconsciente, integrada a su
personalidad toda, y significa el reaseguro para no caer en una
debacle.
Irlo "encerrando" con evidencias sólo lo/a
llevará a una carrera enloquecida hasta lo delirante, con tal de no
ver caer su construcción fantasiosa.
Será el otro el que tenga que
reconocer las "evidencias" y actuar en consecuencia. O enfermar.