BRUXISMO -
DESCRIPCION Y TRATAMIENTO
El apretar los dientes durante el
dormir puede dañar las piezas dentarias y causar dolores de cabeza y
de boca
Yo aprieto mis
dientes a la noche. Lo he hecho durante años. Es mi secreto. Pero
ahora tengo la tranquilidad de saber que al menos del 8 al 10% de la
población adulta comparte mi mal.
Se llama bruxismo del sueño. También hay una versión diurna, un
apretar de dientes inconsciente, mayormente debido al estrés, pero
los orígenes son diferentes y los efectos no son tan malos como el
que se da durante el sueño, cuando los mecanismos de defensa del
cuerpo están inactivos.
Si no se trata, puede causar daño a los dientes y a los tejidos que
los rodean y producir dolores de cabeza y de mandíbula.
El bruxismo puede ser al menos tan antiguo como la Biblia, donde se
describe el infierno como un estado donde hay "rechinar de dientes".
Puede ser acusado con justicia de hipérbole si revirtiera la
ecuación y declarara que el bruxismo puede convertir al sueño en una
especie de infierno. Pero que se entienda la idea. Es una verdadera
molestia.
Presión sobre los dientes
"Es como tener un gran jugador de fútbol parado sobre los dientes",
afirma el doctor Noshir Mehta, director de odontología general de la
Escuela de Medicina Dental de la Universidad de Tufts y director de
su Centro de dolor Cráneo-facial.
Durante el bruxismo del sueño, nos explica, los dientes superiores e
inferiores pueden entrar en contacto directo unos 40 minutos por
hora y, por ejemplo, sobre el primer molar puede ejercer una fuerza
de 125 kg. De ahí lo del futbolista. Comparado con circunstancias
normales en que los dientes de una persona hacen contacto durante
alrededor de 20 minutos por día, al masticar y la presión es de sólo
10 a 40 kg.
Advertí su presencia de la misma manera que otros que sufren
bruxismo. Mi novio de entonces me contó que lo despertaba con el
terrible crujido que provenía del rechinar, mi dentista observó las
marcas dejadas en mis dientes y confirmó el diagnóstico. El bruxismo
del sueño no es una enfermedad, sino un desorden del sueño. El
tercero más común luego del hablar y roncar. Es más habitual en los
niños, que a menudo lo superan, y su origen puede ser diferente en
los adultos.
"Las causas exactas son desconocidas", afirmó el doctor Gilles
Lavigne. Si hay alguien que sabe es él: profesor de odontología y
medicina de la Universidad de Montreal y presidente de la Sociedad
Canadiense del Sueño que publicó extensamente sobre el tema.
En los años 60, explica, se pensaba que el bruxismo era una
respuesta corporal a los problemas relacionados con la forma en que
los dientes superiores e inferiores se ajustan, pero esa teoría fue
desacreditada por falta de evidencia clínica.
Luego se pensó que la causa era el estrés. Pero esto no logra
explicar por qué no todos los que sufren de bruxismo están
estresados y no todos los que tienen estrés rechinan sus dientes.
Investigaciones más recientes indican alguna relación de este mal
con neuroquímicos como la dopamina, pero todavía hay desacuerdo en
la importancia del papel que juegan.
Los últimos estudios del doctor Lavigne han identificado un patrón
de activación en el sistema nervioso autónomo que se correlaciona
fuertemente con el bruxismo del sueño.
Cuales son las causas subyacentes será demostrado por la ciencia a
su debido tiempo y pueden ser varias, los factores inmediatos del
mal ya se comprenden mejor. La literatura médica muestra que el
estrés, fumar, el alcohol, la cafeína y otros factores pueden
provocar o empeorar la condición.
Protector bucal
Entonces ¿qué debe hacer alguien que rechina sus dientes? Mi
dentista me sugirió que inmediatamente me pusiera un pequeño aparato
de plástico que cubre algunos o todos los dientes para protegerlos
contra el daño, pero que no detiene el rechinar.
Me sentía frustrada por mi bruxismo persistente y estaba decidida a
encontrar la forma de terminarlo para siempre. Como había comenzado
en un período de mi vida especialmente agitado, entendí que era
causado por el estrés. Probé con técnicas de relajación como el
yoga, ejercicios, biofeedback e hipnosis.
Si bien esto puede haber ayudado a mejorar mi salud general, no
parecía sacar al futbolista de mi cama. Por otro lado, si bien el
factor estresante inicial había pasado, todavía estaba rechinando
mis dientes.
Así que hice lo que cualquier persona razonable hubiera hecho: volví
a las medicinas. La literatura médica sobre bruxismo me mostró que
los medicamentos contra la ansiedad como la buspirona y el
clonazepam habían funcionado con algunos pacientes, la buspirona
sólo me puso nerviosa pero el clonazepam hizo que mi bruxismo se
detuviera pronto.
"El clonazepam sería un tratamiento fantástico pero es
potencialmente adictivo: funciona demasiado bien –afirmó el doctor
Michael Gelb, profesor clínico de la Facultad de Odontología de la
Universidad de Nueva York–. Cuanto mejor funciona un tratamiento,
más dificultades tiene."
En dos meses me habitué a la droga y su efecto comenzó a disminuir.
Ahora la tomo ocasionalmente. Se acabó con las medicinas.
En especial presté atención a los factores que parecían empeorar el
problema, como el alcohol y malos hábitos para dormir e hice los
cambios necesarios.
Finalmente volví adonde había comenzado: compré un protector de boca
que cubre todos mis dientes. Había ya abandonado mi esperanza de
terminar con el problema hasta que recientemente conocí a una mujer
que había terminado con 10 años de padecerlo luego de un año de
tratamientos regulares con acupuntura. Se me alentó a que intentara
también con acupuntura y noté alguna mejora luego de pocos meses de
una sesión semanal.
Clínicamente no está demostrado que la acupuntura cure o calme el
bruxismo, pero deseo confiar en evidencias anecdóticas que sugieren
que ayuda. A pesar de no saberlo en ese momento, había intentado la
mayoría de los tratamientos recomendados para el bruxismo aunque con
menos éxito que mucha otra gente.
El doctor Lavigne afirma que la gente que se levanta con dolor de
cabeza o de mandíbula, es posible que rechine sus dientes y debe
consultar al dentista o a los médicos de un centro universitario de
dolor oro facial.
Allí los pacientes pueden recibir directivas de intentar algunas de
las técnicas que yo usé u otras, y pueden ser diagnosticados por
otros síntomas asociados como roncar. Estas medidas pueden reducir
el bruxismo pero como no hay cura conocida, sólo sus efectos pueden
ser tratados de manera confiable. Para terminar, los protectores
bucales son todavía la mejor defensa.
Después de todo, si uno tiene que luchar todas las noches con un
futbolista, se necesita protección.
Paul VanDeCarr
Fuente
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