CAMBIOS EN EL
SISTEMA DE VALES DE ALIMEMTOS
Pese a las advertencias empresarias,
Diputados aprobó el proyecto y lo giró al Senado
La Cámara de
Diputados aprobó anoche por abrumadora mayoría el proyecto de ley
que otorga carácter remunerativo a los vales alimentarios, decisión
que se produce una semana después de que el diputado oficialista
Héctor Recalde denunciara que la cámara empresaria del sector
intentó sobornarlo para frenar la iniciativa.
La denuncia de Recalde, ahora investigada en la Justicia, tuvo
efecto automático en la Cámara baja, que aprobó la iniciativa con
125 votos a favor y 8 eb contra. El mayor interrogante recae en el
Senado, donde habrá que ver si allí los legisladores actúan con la
misma celeridad.
Recalde ayer se anotó un punto a su favor con la aprobación de su
iniciativa, que propone que los tickets alimentarios adquieran
carácter remuneratorio en el salario "de manera escalonada y
progresiva a razón de un 10% de su valor pecuniario por cada
bimestre calendario".
Al ser remunerativos, esos vales perderían paulatinamente su razón
de ser y se esfumaría la esencia del negocio de las empresas.
Esto explica la fuerte reacción de los empresarios del sector en los
últimos días. Alegaron que el pago con vales alimentarios es una
herramienta que lejos de perjudicar al trabajador lo beneficia, pues
constituye un adicional al salario. Además, advirtieron que la
medida, de ser convertida en ley, implicará un alza en el costo
laboral de entre el 7 y el 13%.
Recalde, que además de presidir la Comisión de Legislación del
Trabajo representa legalmente a la CGT de Hugo Moyano, rebatió cada
crítica empresaria. Alegó, antes de que comenzara la sesión, que más
de 1.600.000 trabajadores "tendrán un mayor ejercicio de su
libertad, porque en vez de papelitos van a tener moneda de curso
legal para elegir qué quieren hacer" con el dinero.
Denuncias. "Este sistema, creado en los 90, no contribuyó en
nada en mejorar el sistema de seguridad social", enfatizó en el
recinto. Advirtió que el negocio benefició "a un oligopolio de dos o
tres empresas, lo que generó un tufillo de sospechas, aunque claro,
sin pruebas".
Por este "tufillo de sospechas" es que Recalde dijo que no quiso
tener una reunión a solas con los representantes de ese sector
empresario, según relató anoche en el recinto. El que sí los recibió
fue su hijo, Mariano Recalde, a principios de este mes, y lo hizo
con una cámara oculta que registró el supuesto pedido de soborno.
Allí aparecía Santiago Lynch, directivo de la Cámara de Empresas de
Servicios de Vales Alimentarios (Cevas), quien, con frases
crípticas, ofreció un "menú de ofertas": la primera, que el
legislador "cajoneara" la iniciativa que impulsaba, consistente en
darle carácter remunerativo a los vales alimentarios en un proceso
gradual; segunda, la "bicicleta, es decir, que Recalde introdujera
sólo "retoques cosméticos"; la tercera, que Recalde elaborara un
nuevo proyecto para incluir, en el régimen de tickets canasta, a los
empleados que cobren sueldos inferiores a $ 2000 mensuales. En
retribución por aquel servicio se le abonarían 20 millones de pesos.
Ayer se supo que Accor, una de las principales empresas del sector,
desvinculó a Santiago Lynch, investigado por la Justicia, de su
cargo. "El soborno es un delito y debe ser castigado penalmente. Las
empresas pueden ir y venir, pueden dejar el país, pero no pueden
coaccionar a los legisladores", enfatizó Recalde, en medio de
aplausos de sus pares.
El radicalismo anticipó su voto positivo. "Hay que recordar que el
mismo bloque que hoy impulsa la derogación del sistema de tickets no
hace mención alguna de que fue el menemismo el que impulsó este
régimen en la década del 90", acicateó Fernando Chironi (Río Negro),
jefe del bloque radical.
Por su parte, el diputado Pablo Tonelli (Recrear) expresó sus
discrepancias con el proyecto oficial, al considerar que "está muy
claro" que el sistema de vales de alimentos es un beneficio que "se
adiciona" a la remuneración que percibe el trabajador
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