COMO SERA LA
TIERRA EN EL FUTURO
Los geólogos piensan que los
continentes se volverán a unir
LONDRES.- Es
el año 250.000.000 y la Tierra está viva. Los humanos hace mucho que
hemos perecido, pero el planeta todavía es el hogar de una asombrosa
serie de formas de vida. Sin embargo aparte de unos pocos
misteriosos fósiles, no hay rastros de que alguna vez existimos.
Si pudiéramos visitar esta Tierra del futuro apenas podríamos
reconocerla. Los continentes se han unido para formar un solo y
gigantesco supercontinente rodeado por un océano global. Gran parte
de la tierra es un desierto inhóspito mientras que la costa es
golpeada por feroces tormentas. Los océanos son turbulentos en la
superficie y carentes de oxígeno en sus profundidades.
La enfermedad, la guerra o la colisión de asteroides han terminado
con los humanos y muchas de las especies que conocemos hoy se
extinguieron y la competencia ha acabado con el resto, excepto con
los más fuertes.
Este supercontinente no es el primero que surgió en la Tierra y no
será el último. Hoy los geólogos piensan que los movimientos de los
continentes de la Tierra son cíclicos y que cada 500 a 700 millones
de años se vuelven a juntar. Desplegarse en un período tres veces
más largo que el que le lleva a nuestro sistema solar orbitar el
centro de la galaxia, es uno de los patrones más grandiosos de la
naturaleza.
Entonces, ¿qué produce este ciclo y cómo será la vida la próxima vez
que los continentes se unan?
Hacia dónde va la Antártida
Los continentes se mueven debido a la circulación que se produce en
la capa terráquea debajo de las siete placas tectónicas más
importantes. Una placa es forzada debajo de la otra en un proceso
llamado subducción, que quiebra la corteza en el otro lado de la
placa permitiendo que nuevas rocas fundidas broten a la superficie
para llenar la brecha.
Este proceso hace que el depósito oceánico está constantemente
siendo recreado y destruido pero, debido a que los continentes están
hechos con rocas menos densas que el pesado fondo del océano, suben
más alto y así escapan a la subducción. Así, los continentes
mantienen su forma durante cientos de millones de años mientras se
deslizan lentamente por el planeta.
Sin embargo, inevitablemente colisionan y a veces se unen para
formar un supercontinente. El más reciente, Pangea, formado hace 300
millones de años, se quebró 100 millones de años más tarde, cuando
se desarrollaron los dinosaurios. Hace alrededor de 1100 millones de
años se formó otro supercontinente llamado Rodinia que se quebró 250
millones de años más tarde. Antes de ese hubo otro y casi
seguramente muchos más antes, pero como la formación de un
supercontinente tiende a destruir la evidencia del anterior, nadie
puede estar seguro sobre cuántos ha habido.
En este momento estamos en medio de un ciclo. El Pacífico se está
cerrando a medida que los depósitos oceánicos se hunden en zonas de
subducción en el Pacífico norte, mientras que la estribación del
Atlántico medio alimenta un nuevo piso oceánico y las Américas se
separan de Europa, Australia se mueve hacia el norte y hacia el
sudeste de Asia. Los continentes se mueven alrededor de 15
milímetros por año.
Hay dos maneras en que los continentes de hoy pueden llegar a
unirse. Si el Atlántico continúa ampliándose, las Américas
finalmente podrían chocar con Asia. Otra alternativa sería que una
zona de subducción se abriera de alguna manera en el Atlántico y
retrajera el piso marino, forzando a Europa y a América a unirse.
Esto esencialmente recrearía a Pangea.
En 1992, el geólogo Chris Hartnady, de la Universidad de Ciudad del
Cabo, Sudáfrica, aceptó el desafío de imaginar el próximo
supercontinente. Como el Atlántico continúa ampliándose, explicó,
"las Américas, moviéndose en el sentido de las agujas del reloj
alrededor de un punto central en el nordeste de Siberia, parecen
destinadas a fusionarse con la margen este del futuro
supercontinente, al que el geólogo de Harvard Paul Hoffman llamó
Amasia".
En esta visión del futuro, Australia continúa hacia el Norte,
mientras que Africa y la Antártida permanecen más o menos en su
posiciones actuales.
Roy Livermore, de la Universidad de Cambridge, llegó a una
conclusión similar. A fines de los años 90 creó su propia versión de
Amasia, un supercontinente que llamó Novopangea. "Me he tomado la
libertad de abrir una nueva grieta entre el océano Indico y el
Atlántico norte -dice-. Sabemos que la grieta del este africano está
activa, de manera que proyectamos eso al futuro abriendo un pequeño
océano. Africa oriental y Madagascar se mueven a través del océano
Indico hasta llegar a Asia; Australia ya ha tocado el sudeste
asiático."
Al sur de lo que hoy es India, una cadena montañosa ha surgido del
mar a lo largo de una nueva zona de subducción. Justo al Sur se
encuentra la Antártida. En el futuro ideado por Livermore, todos los
actuales continentes forman parte. "No creo que la Antártida se
quede en el polo -afirma-. Quiero que venga hacia el Norte." Para
que esto suceda postula una nueva zona de subducción.
"Lo hermoso de todo esto es que nadie podrá jamás demostrar que
estoy equivocado", asegura.
Por Caroline Williams y Ted Nield
De New Scientist
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