1.
Mantente fresco cuando otros estén
furiosos y pierdan la cabeza. Tienes
el control sobre tus emociones, no
lo pierdas. No se trata de no
demostrar tu molestia, sino de
hacerlo mesuradamente, sin después
arrepentirte de una acción cometida
en un momento de descontrol
2. Recuerda que cada discusión tiene
al menos tres puntos de vista: el
tuyo, el del otro y los de terceros,
los cuales probablemente están más
cerca de la objetividad. Siendo más
versátil y viendo las cosas desde la
perspectiva de los demás
enriquecerás tu propio punto de
vista.
3.
Espera a calmarte antes de hablar.
Ten en cuenta que la relación es más
importante que la discusión. Dale
más relevancia a las personas que a
las opiniones.
4.
Trata a toda persona con la cual
tengas contacto como si fuera un
pariente rico, de quien esperas ser
incluido en su testamento. Nunca te
arrepientas de tratar muy bien a la
gente. Es el mejor negocio en todos
los sentidos.
5.
Busca el lado positivo y agradable,
aun de las situaciones más
complicadas y dolorosas. Es una
disciplina que te ayudará a pasar
más fácilmente, los momentos
difíciles, y a convertir los
problemas en oportunidades.
6.
Establece el hábito de hacer
preguntas y, sobre todo, de escuchar
las respuestas. Pregunta antes de
reaccionar. Algunas veces disparamos
y después preguntamos. También
preguntamos, pero escuchamos para
contestar, y no para entender.
7. No
hagas o digas nada que pueda herir o
hacerle daño a otra persona.
Aférrate al proverbio que dice que
todo lo que uno haga, se devolverá.
La gente no recuerda tanto lo que tú
dices o haces, sino la intención con
la que lo haces.
8. Sé
consciente de la diferencia entre
análisis amigable y crítica
destructiva. Observa si el propósito
de tus palabras es ayudar,
desahogarte o hacer daño.
9.
Ten presente que si toleras a los
demás, ellos también serán pacientes
contigo en los aspectos no muy
gratos de tu personalidad.
10.
El verdadero líder sabe reconocer
sus errores y aceptar
responsabilidad. No olvides que un
conflicto bien manejado fortalece la
relación y te ayuda a aprender de
las diferencias.
El pensamiento positivo es una
disciplina que, ejercitada con
constancia, te dará el poder de
cambiar tu entorno y, por
consiguiente, tu vida.
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