LA ULTIMA CENA DE
DA VINCI EN ALTA DEFINICION EN INTERNET
La foto de alta
definición de la pintura de Leonardo da Vinci fue
colgada el fin de semana en la web. En sólo cuatro días registró más
de tres milllones de visitas. La calidad de la fotografía permite
gozar de todos los detalles del fresco
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La fotografía fue colgada el pasado
sábado en la página
www.haltadefinizione.com.
La última cena volvió a la vida en 1999 después de una larga
restauración que duró 21 años, pero son muy pocos los
privilegiados que han podido contemplar el fresco, pintado en una de
las paredes de la Sacristía del Bramante, en la Iglesia de
Santa María de las Gracias en Milán.
El angosto espacio no permite que entren más de 20 personas
a la vez, y se necesita reservar meses antes. Por ello,
anualmente contemplan La última cena unas 300.000 personas.
Además, los visitantes no pueden acercarse a menos de dos
metros de distancia del famoso fresco.
Ahora se presenta la gran oportunidad de observar una de las obras
maestras del genial artista renacentista simplemente abriendo esta
página de Internet, que fue inaugurada el pasado sábado.
La iniciativa de colgar la obra en la red es de la casa editorial De
Agostini y la sociedad Hal9000, líder mundial en el sector de la
fotografía de alta definición, con el patrocinio del Ministerio de
Bienes culturales.
La calidad de la fotografía del Cenáculo, 16.000 millones de
pixels, permite a los internautas penetrar hasta las entrañas del
fresco y gozar de todos sus detalles.
La obra, convertida en enigmática por novelas como "El código da
Vinci" sigue levantando pasiones, y la posibilidad de investigar en
los meandros de sus detalles la hace aún más fascinante.
La posibilidad de estar tan cerca de la imagen permite
apreciar detalles como un pequeño campanario, de menos de dos
centímetros, que se ve desde la ventana detrás de la figura
de Jesús.
También se pueden ver claramente los objetos presentes en la
mesa, desde los vasos con el vino a algunos gajos de
naranja en un plato frente a San Mateo.
Con un poco de atención se pueden observar los detalles del manto de
Judas, el único en el que Leonardo dibujó pequeños bordados dorados.
Con el cursor se pueden acariciar las pequeñas grietas de la pintura
de Leonardo, causadas por el paso del tiempo y por su intención de
realizar un fresco pintado "a seco".
Esta obra de Leonardo, que sobrevivió milagrosamente al bombardeo de
Milán en 1943 -los habitantes de la ciudad apuntalaron el muro con
sacos de arena-, fue restaurada siete veces con técnicas
diferentes y con la obsesión de fijar el color, lo que
supuso el empleo de colas que con el paso del tiempo oscurecieron el
original hasta hacerlo casi imperceptible.
Además, Leonardo no sabía que por debajo de aquel baptisterio pasaba
un río que humedecía la pared sobre la que había pintado, lo que
provocó la pérdida de color apenas diez años después de que hubiera
acabado el fresco
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