SINDROME DEL
QUEMADO - DESCRIPCION Y TRATAMIENTO
El también llamado burn
out, es una patología moderna que ataca cada vez más.
Sepa cuáles son los síntomas y
cómo prevenirla
Si usted padece dificultades para
dormir, malestares físicos, irritabilidad, ansiedad, poca
autoestima, bajo rendimiento en el trabajo o sensación de
frustración, seguramente está literalmente “quemado”.
O, para ser más precisos, padece el " síndrome del quemado",
o "síndrome del burn out", en inglés.
No es para menos, esta patología moderna está directamente
relacionada con el estrés crónico, y suele ser el resultado de un
trabajo sobreexigente y demandante, que, si no es tratado a tiempo,
puede terminar en una “franca depresión o en ataques de pánico”,
según explicó a Perfil.com el doctor Marcelo Cetkovich, miembro de
la Asociación Argentina de Psiquiatras.
“Todos estamos preparados para lidiar con el estrés y tenemos la
capacidad para adaptarnos. El problema es cuando esa capacidad está
excedida. Como una biblioteca cargada de libros puede caer, a
nosotros nos pasa igual. Podemos padecer hasta problemas digestivos
y cardiovasculares sino lo paramos a tiempo”, explica el médico
psiquiatra.
La patología como tal no supera los 15 años desde que fue detectada
y, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), alcanza
principalmente a mujeres y hombres de entre 25 y 40 años. Además, se
estima que más de 490 millones de personas sufren de neurosis y
estrés en el mundo.
Si bien no hay cifras precisas sobre estos casos en la Argentina,
los especialistas consultados por Perfil.com coinciden al señalar
que aparecen cada vez más casos de gente con este síndrome. “Cada
vez llegan más estos casos a los consultorios, en los que también
influye la histeria social”, explica Claudio Goscilo, psicólogo y
docente de la UBA. El especialista cuenta que el conflicto entre el
Gobierno y el campo, el paro agropecuario y los cacerolazos
contra las retenciones fue un problema de estrés que mucha
gente llevó a los consultorios.
La psicoanalista Alicia Díaz Farina, directora de la asociación
civil Psicólogos y Psiquiatras de Buenos Aires, explicó a Perfil.com
que, para detener este trastorno, “primero hay que registrarlo”,
para luego “cada uno pensar cómo poner freno a esta situación”.
Según la especialista, algunos casos requieren sólo reordenar su
actividad laboral o tomarse unas vacaciones, pero otros “requieren
directamente un tratamiento”.
“Cuando empezamos a preocuparnos cada vez más por el trabajo, a no
dormir bien, a no poder despegarnos de los temas laborales, es
necesario parar un poco y hacer una consulta. Pero más que tratarse
debe prevenirse, respetar los espacios personales fuera del
horario laboral, como los espacios de esparcimiento y la vida
familiar”, aconseja Cetkovich.
Ya en 2006, un estudio realizado por científicos británicos del
University College of London Medical School indicaba que el estrés
laboral crónico y sostenido eleva a más del doble el riesgo de
desarrollar enfermedades cardiovasculares y diabetes.
Fuente
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