EN QUE NOS
FIJAMOS A LA HORA DE BUSCAR PAREJA?
A la hora de buscar pareja (o en
su defecto, alguien con quien pasar una buena noche) siempre nos
fijamos tanto en su aspecto interior como exterior
Hoy nos detenemos a hablar de
aquellos que se enamoran de fuera hacia dentro, de lo físico a lo
psicológico.
Una no saca a relucir sus artes para seducir si primero no se ha
sentido atraido por nadie. Sus ojos, su sonrisa, su pelo, su
cuerpo... a cada una nos atrae una cosa diferente del hombre en
cuestión que es lo que pone en marcha nuestros sentidos y nos anima
a acercarnos a él.
Pero, ¿en qué nos fijamos?
Pues según el portal educasexo.com, "no existe el rasgo por
excelencia y universal al que van destinadas todas las miradas, pero
los ojos y la boca son las dos zonas faciales más frecuentemente
observadas". Y esto es así porque son la boca y los ojos las partes
que más actúan en el proceso comunicativo entre dos personas. De
todas formas, no se puede decir que lo que nos atraiga de una
persona sea un rasgo en concreto, sino más bien es la perfecta
combinación de varios rasgos la que la hace más tentadora. Y aquí no
nos referimos sólo al aspecto físico, también importa el carácter o
las formas de la persona.
Según las teorías de la selección natural, las características
físicas que más nos atraen de otra persona son aquellas que reflejan
su buena salud y su disposición para la procreación (no hemos de
olvidar en ningún momento que somos animales...). En las mujeres,
estos signos son la piel suave y limpia, los dientes sanos, el
cabello brillante, un pecho voluminoso, cintura estrecha y caderas
anchas (vamos, prototipo de mujer perfecta). En los hombres lo que
más llama la atención es el cuerpo en V (esto es, hombros algo más
anchos que las caderas), abdomen plano, nalgas firmes y piernas
largas (osea, un tío bueno en toda regla).
De todas formas no podemos deshacernos del factor subjetivo que
conlleva la atracción en si misma. Aquel que para algunas es el
hombre perfecto (físicamente) para otras puede ser "incómodo de
ver". Lo que pasa es que la belleza es relativa y nuestra mente
juega un papel importantísimo sobre la capacidad de sentirse
fascinado por alguien.
Con todo esto podríamos llegar a pensar que todos en el fondo
buscamos lo mismo con lo cual, algunos/as (los que no se ajustan a
las "exigencias" citadas más arriba) se quedarán sin pareja... Pero
no os desmoralicéis, porque lo cierto es que el criterio de elección
viene condicionado por la teoría de la equidad.
¿Y de qué habla esta teoría? Es muy sencillo: tratamos de mantener
contactos con aquellas personas que percibimos como similares a
nosotros en cuanto al físico para que ninguno de los dos empiece con
ventaja. El miedo a un NO como respuesta o el deseo de obtener el
éxito sin correr riesgos lo explica todo.
Si una persona se siente relativamente "menos agraciada" que su
pareja tenderá a sentirse desanimado (excepto aquellas personas que
tienen el autoestima por las nubes y encima saben aportar algo a la
relación que descompense ese desnivel estético, como estatus social
o aptitudes intelectuales).
17 de diciembre de
2008 (Nosotras•Com)
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