AMAXOFOBIA -
DESCRIPCION Y TRATAMIENTO
La amaxofobia, el temor a conducir
un vehículo, es un trastorno de ansiedad bastante frecuente que no
diferencia sexo o edad
"Comencé a tener miedo a circular por
autopistas, mirar por todos los espejos constantemente, a tener
terror si otro auto acercaba, sobre todo si eran vehículos grandes.
También, miraba por los laterales cuando venían motos y bicicletas y
tenía miedo de chocarlas. Empecé con este mecanismo:
autopista no, colectora sí; avenidas no, calles sí, puentes no.
Muchas veces me dijeron: 'si no podés manejar, no lo hagas'. Pero yo
pensaba: ¿por qué no voy a poder? Estoy habilitada para
manejar y me sentía muy frustrada, sobre todo un verano completo en
el que inventé mil excusas para que alguien llevara a mis hijos a
natación, ya que para llegar hasta la pileta no se puede evitar ir
por autopista", relata Patricia, una paciente ahora
recuperada de amaxofobia.
Este trastorno es cada vez más común y su denominación proviene del
latín (fobia a los cuarruajes). Ahora, los vehículos son algo más
sofisticados y están presentes en la vida de todos. El problema es
que la sociedad no es consciente de la importancia y la
extensión de esta fobia. Además, no es fácil contarles a los demás
que se tiene pavor a conducir y, mucho menos, que lo comprendan.
"Sudores, temblores, taquicardia y dolor de estómago son algunos de
los síntomas que padecen los afectados. Incluso se dan casos
de personas que han tenido que parar el auto al sentir una sensación
de descontrol", explica Gustavo Bustamante, doctor
en Psicología y vicepresidente de la Fundación Fobia Club.
Juan tiene 35 años y relata a Infobae.com:
"Hace dos semanas que me pongo nervioso cuando tengo que manejar mi
auto en la ruta o en la autopista. Empiezo a sudar y no soy capaz de
superar los 100 kilómetros por hora. Si tengo que pasar un
auto me palpita el corazón. Estos muy preocupado, nunca tuve ningún
accidente, pero esto me está agobiando, ya que necesito
imperiosamente manejar porque mi trabajo queda a 25 kilómetros de mi
casa".
"La gente que consulta, en general son adultos de entre 30 y
40 años. Algunos empezaron a sufrirlo este trastorno después de
pasar varios años sin manejar y los hombres parecen ser más reacios
a admitir su miedo a conducir. Muchas veces manifiestan sus
temores transformando su miedo en agresividad y, si van asustados al
volante, culpan a los demás de sus propios fallos, se pelean con
otros conductores", relata Gustavo Bustamante.
Un problema con solución
"En muchos casos se hace necesaria la ayuda profesional
para superar esta la fobia a manejar, sobre todo cuando el miedo
deriva de un accidente de tráfico, lo cual podría relacionarse con
otro trastorno de ansiedad como es el trastorno de estrés
postraumático", explica el especialista consultado por
Infobae.com.
"Lo primordial es partir de un buen diagnóstico, y luego
de éste el tratamiento mas adecuado es la terapia cognitiva
comportamental, que es una terapia activa, limitada en el
tiempo, directiva y centrada en la colaboración terapeuta – paciente.
Es activa y limitada en tiempo, ya que se ocupa directamente de los
síntomas que producen la ansiedad en el aquí y ahora del paciente,
proponiendo a éste un plan de trabajo. Además, se anima al paciente
a autoayudarse y autoevaluarse hasta ser capaz de dominar sus
síntomas y las situaciones que le generan ansiedad, aunque, desde
ya, es el terapeuta quién indica al comienzo los principios básicos
sobre los cuales habrá de actuar el paciente", describe Bustamante y
agrega: "La terapia está centrada más en cómo solucionar los
problemas que en el presunto origen de los mismos".
El psicólogo hace hincapié además en que la persona que padece
amaxofobia comprenda que se trata de un miedo irracional, se informe
y consulte a especialistas en el tema. Para quienes lo rodean, es
importante que le transmitan tranquilidad y confianza, que los
escuchen y lo incentiven a relajarse. "La familia debería
tratar de ser menos crítica, más comprensiva y tener más paciencia,
ya que muchas veces no logra comprender totalmente este problema",
apunta.
También, la función del entorno es hacer que las personas
que tienen este trastorno comprendan que no se encuentran ante un
peligro real, y especialmente, aceptar lo que le está sucediendo al
otro, acompañarlo y alentarlo para que realice un tratamiento
adecuado. Más si consideramos que en un período breve
(aproximadamente tres meses) esta fobia puede superarse
totalmente.
Asimismo, resalta que aunque muchas personas no lo tomen demasiado
en serio, el problema es real. Por eso, "si usted ve a un
conductor que a veces no se anima a pasar a otro auto, a un camión,
que frena excesivamente o que va inclusive a menor velocidad que la
mínima establecida para circular en una autopista, no le 'tire el
auto encima', no lo increpe, ya que puede ser una persona
que está padeciendo una enfermedad y que, seguramente, con
una actitud intimidatoria sólo aumentará el riesgo de que se
produzca un accidente", concluye.
Lo que hay que saber
* La generación más afectada por la amaxofobia es entre los 30 y 40
años, porque es una franja de edad en las personas se
encuentran "totalmente activos", terminaron sus estudios, están
trabajando y tienen una familia formada, con hijos, en general.
* Generalmente, esta fobia se desarrolla en forma paulatina.
Por ejemplo, primero sienten miedo a manejar en autopistas, luego en
rutas, puentes, hasta tener una imposibilidad casi completa de
manejar.
* Si las personas afectadas sienten un miedo intenso e imposible de
controlar ante la presencia de una situación que los desestabilice
como una ruta muy transitada, demoras en autopistas, pueden
llegar a realizar maniobras bruscas, intentando evitar la situación
que les causa temor y poder escapar de ella a un lugar seguro.
* En ocasiones, no es necesario haber sufrido un
hecho traumático como un accidente para sufrir amaxofobia.
Sin embargo, el estrés es el principal desencadenante de la misma
Fuente
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