Cristina acusó de traición a Cobos

Rompió el hermetismo oficial tras 18 horas del revés en el Senado. Con indirectas e ironías, dijo que, “mirándonos a los ojos, los hombres y mujeres del pueblo nunca nos hemos traicionado”. Y señaló que "algunos (dirigentes) tal vez no hayan entendido lo que decíamos en octubre. Algún día se darán cuenta."

Con el correr de las horas, parece agudizarse la crisis en el oficialismo. Mientras Julio Cobos repitió toda la mañana que no renunciará a su cargo, Cristina Kirchner se alejó de cualquier gesto conciliador y acusó al vicepresidente de haber traicionado el mandato popular que recibió la fórmula presidencial en las elecciones de octubre pasado.

“Nos preocupa a todos que demos una vuelta de página. La Presidenta tiene la oportunidad de comenzar una nueva etapa”, había dicho Cobos, a las 9:20 de la mañana, durante una improvisada conferencia de prensa frente a su casa, 5 horas después de que había desempatado en contra la resolución 125 .

La respuesta llegó 12 horas después, al término de la inauguración del aeropuerto internacional de Chaco. Frente a una multitud, Cristina disparó dos misiles contra Cobos y los senadores peronistas que votaron en contra de las retenciones móviles. El rechazo a la resolución 125 abrió una grieta política profunda y dejó aun más tambaleante el precario equilibrio institucional entre la Presidenta y su segundo en la línea de sucesión.

Primer misil: “mirándonos a los ojos, los hombres y las mujeres del pueblo sabemos que nunca nos hemos traicionado”. Segundo: "algunos (dirigentes) tal vez no hayan entendido lo que decíamos en octubre. Ya lo entenderán. Algún día se darán cuenta".

La jefa del Estado remarcó que "en la tarea de representar los intereses que toda la vida defendimos no sólo estamos nosotros". "También me acompañaron otros que pertenecen a otros partidos y han defeccionado algunos que pertenecen al nuestro", señaló en un claro intento por enviar un mensaje tanto a su vicepresidente como a los opositores dentro y fuera del PJ.

DESCONCIERTO Y HERMETISMO. Fue un día de tensión, rumores, contrarumores, todos vinculados a renuncias y cambios de gabinete. Pero por la noche llegó el momento ansiado: el pronunciamiento presidencial sobre el rechazo en el Senado al proyecto de ley de retenciones móviles enviada por el Ejecutivo.

El silencio fue noticia hasta alrededor de las 16 horas, cuando se anunció que Cristina Fernández de Kirchner había retomado su agenda oficial y mantenía una reunión en Casa de Gobierno con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y el ministro del Interior, Florencio Randazzo. Por la noche estaba confirmado su viaje al Chaco para inaugurar el aeropuerto internacional de Resistencia, adonde arribó minutos antes de las 20 a bordo del Tango 01.

Secundada por Randazzo, el secretario general de la Presidencia, Oscar Parrilli, el gobernador chaqueño, Jorge Capitanich, y demás autoridades provinciales, llegó el esperado momento del discurso de Cristina.

Pero cuando todos aguardaban que la jefa de Estado ofrezca la primera expresión oficial sobre el revés que sufrió en el Senado con la ley de retenciones al agro, Cristina habló de la renacionalizacón de Aerolíneas Argentinas , del crecimiento económico y de la muerte de un "viejo amigo militante".

Cristina destacó la "recuperación" de Aerolíneas Argentinas, en el marco de un proceso que determina que "el Estado es insustituible" e "indelegable su rol" de regulación y control. "Hoy ha comenzado el proceso de recuperación de nuestra línea de bandera", señaló la Presidenta.

No obstante, la primera mandataria admitió que en el Gobierno "nos hubiera gustado que eso no sucediera" y que "los empresarios hubieran podido llevarla (la gestión de la compañía) adelante con eficacia, porque creemos en la gestión privada".

La jefa de Estado recordó que "todos los argentinos, hemos sufrido el deterioro permanente de un servicio que precisamente ha dejado de ser eso, un servicio publico". Asimismo, valoró que el traspaso de la empresa al Estado se haya dado "en un marco de acuerdo" y expresó su esperanza de que "la salida reconstruya lo que alguna vez fue nuestro orgullo"

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FOTOS DE JULIO COBOS