DISFUNCION
ERECTIL - DESCRIPCION Y TRATAMIENTO
Afecta al 50% de los hombres
mayores de 40 años y recientes estudios revelaron que puede ser el
primer síntoma que advierta acerca de la presencia de factores que
incrementan en el riesgo cardiovascular
Así lo determinaron estudios médicos
recientes que revelaron una marcada relación entre la
disfunción eréctil y el riesgo de padecer hipertensión arterial,
diabetes, dislipidemia y niveles bajos de testosterona,
todos ellos factores determinantes para el desarrollo de
enfermedades cardiovasculares.
La disfunción eréctil, también conocida como impotencia, es la
incapacidad de lograr y mantener una erección suficientemente rígida
y prolongada que posibilite el coito en forma satisfactoria.
Junto a la eyaculación precoz, esta situación es la más
común de las disfunciones sexuales en los hombres y afecta la
autoestima y la calidad de vida de quienes la padecen, al impedir
las relaciones sexuales de manera normal.
Según su severidad se la puede dividir en tres tipos: la
leve (capacidad de erección ligeramente disminuida),
moderada (el más común, donde la capacidad de
erección es evidentemente menor que en periodos normales; la
insatisfacción sexual del hombre es evidente), y la severa
(la capacidad para lograr y mantener la erección es baja o
nula).
Si bien este tipo de disfunción puede ser un problema que afecta en
forma muy importante la calidad de vida tanto del hombre como de su
pareja, puede ser el primer aviso de otras condiciones subyacentes
muy importantes, que a veces coinciden con niveles bajos de
testosterona.
Se estima que en el 70 por ciento de casos diagnosticados de
DE existen en forma concomitante otras alteraciones, como las
vasculares, las neurológicas y el síndrome metabólico.
Además, otras condiciones médicas como lesiones espinales y
condiciones psicológicas como ansiedad, culpa y depresión también
pueden causar disfunción eréctil.
Por tal motivo, en el marco de el Simposio internacional
"Diagnóstico y tratamiento de la disfunción eréctil: impacto de la
etiología, comorbilidades y del medio ambiente", fue presentada en
la Argentina una nueva opción terapéutica disponible para el
tratamiento de estas afecciones.
La novedad fue impulsada por los reconocidos profesionales
extranjeros Jay Lee, del Rockyview General Hospital de Canadá y
Sydney Glina, jefe del Departamento de Urología del Hospital
Ipiranga, San Pablo, Brasil.
Los expertos visitaron el país para disertar sobre la relación entre
la disfunción eréctil y enfermedades concomitantes que se asocian
con el Síndrome Metabólico.
"La DE se ha considerado tradicionalmente como una complicación
secundaria de enfermedades cardiovasculares y metabólicas incluyendo
diabetes, hipertensión y dislipidemia, evidencia reciente sugiere
que la DE también puede servir como marcador clínico de enfermedades
concomitantes no detectadas previamente y de la progresión de estas
enfermedades", afirmó Glina.
A pesar de los numerosos tratamientos disponibles, sólo un
porcentaje muy bajo de los hombres que padecen esta condición
reciben tratamiento.
"Esto sugiere la necesidad de aumentar la conciencia sobre terapias
en esta rea, así como el di logo entre paciente y médico, buscando
la alternativa terapéutica m s eficaz evitando fracasos
innecesarios", dijo Glina.
Por su parte, Lee destacó que "resulta de vital importancia
comprender y encarar la salud del hombre de una manera integral, que
permita tratar su DE, pero no desperdiciar esta oportunidad y luchar
contra estos “asesinos silenciosos” como son la diabetes,
hipertensión arterial y dislipidemia, que junto con el déficit de
testosterona habitualmente conviven en este grupo de pacientes y
deterioran su calidad de vida".
Para el tratamiento de la disfunción eréctil se presentó
recientemente en Argentina Vardenafil, que actúa restaurando la
mecánica de la erección inhibiendo la Fosfodiesterasas 5 (PDE-5),
una sustancia que dificulta o impide la respuesta eréctil.
"Este es un efectivo tratamiento oral para la disfunción eréctil,
actúa inhibiendo una enzima llamada PDE-5 que se encuentra en el
tejido eréctil del pene. El resultado final es la relajación de los
conductos del cuerpo cavernoso peneano, que se llenan de sangre
gracias a un efectivo incremento del flujo sanguíneo, logrando así
la erección", indicó Julio Seoane, asesor médico de Bayer Argentina
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