EL HOTEL DE LOS
KIRCHNER
Estilo refinado, paisajes
deslumbrantes, comida exquisita, spa de piedras. Galería de
imágenes y detalles del increíble emprendimiento comercial del
matrimonio
El paraíso K queda a 2690 km
de Buenos Aires y cuesta 600 dólares por noche, all inclusive:
comida, excursiones, traslado y spa. Es tanto el amor que sienten
Cristina y Néstor por la región patagónica que se endeudaron por 8
millones de pesos para construir un hotel 5 estrellas que ofrece “la
mejor forma de conocer, amar y descubrir una región de portentosa
belleza natural: la Patagonia Sur”.
Ubicado en el terreno lindero a la
residencia que Néstor y Cristina tienen en el Calafate –a orillas
del arroyo que lleva el mismo nombre- se encuentra este hotel
boutique que la mismísima Cristina se encargó de decorar
haciendo ostentación de un gusto refinadísimo: las
habitaciones de 40m2 son todas diferentes. Cada una de un color y
con detalles únicos: lila con camas de cabecera de bronce; celeste
juvenil con géneros estampados en cortinas y acolchados; amarillo y
sillones de pana de un violeta furioso; verde con detalles en blanco
para los románticos.
Los materiales que predominan en la
sala de estar son la piedra y la madera, que le otorgan a esta “casa
patagónica” un estilo sofisticado y rústico a la vez. Los pisos
pueden ser de incienso, barracán, pérfido o cuero legítimo, según se
prefiera. La vista es privilegiada en todos los casos: un arroyo, un
parquizado impecable o el cerro Calafate son los paisajes que los
huéspedes pueden apreciar a través de enormes ventanales. Y no falta
en ningún cuarto el calor del hogar a leña.
Los Kirchner no han dejado ningún
detalle de este "Hotel Boutique” librado al azar. Para los amantes
de la buena cocina, se ofrece “la mejor comida de la Patagonia”. Por
supuesto, se puede degustar la famosa carne al asador en un día de
camping al aire libre, con mesas de hierro trabajado y vajilla de
lujo.
Y esto no es todo. La estadía incluye
el pase libre por el spa “Las piedras”, que tiene forma octogonal y
ofrece tratamientos corporales, faciales, hidromasaje y sauna
“aprovechando al máximo el luminoso sol patagónico”.
Parece que al matrimonio K le
fue muy bien con este proyecto hotelero. Tanto, que han decidido
remodelarlo para ampliar las instalaciones. Así que si uno
quiere disfrutar de las bondades que brinda el complejo “Los
Sauces”, tendrá que aguantarse y esperar hasta el 1 de octubre,
cuando el hotel reabra sus puertas
Fuente
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