COMO FUNCIONA
GOOGLE
Si Google fuera
el gobierno de Estados Unidos, los datos que fluyen al ordenador de
Nicholas Fox todos los días serían clasificados como "secreto de
estado"
ox forma parte de
un pequeño grupo de empleados de Google encargados de vigilar los
"signos vitales" de uno de los
negocios más exitosos y
rentables de
internet. El número de
búsquedas y de clics, la tasa a la cual los usuarios hacen clic en
los anuncios, los ingresos que generan; todo es rastreado hora por
hora, comparado con los datos de la semana anterior y convertido en
gráficos.
"Se puede ver muy rápidamente si algo
falta", señaló Fox, director de administración de productos de
negocio de Google.
Fox y su equipo de "calidad de
anuncios" también pueden saber rápidamente si algo está trabajando
particularmente bien. La labor de su grupo --ajustar constantemente
el sistema de entrega de anuncios de Google-- tiene un objetivo por
encima de todo: mostrar a los usuarios los anuncios que tienen más
probabilidades de interesarles y de que hagan clic en ellos.
Google maneja un complejo sistema
basado en subastas que determina qué anuncios aparecerán en dónde y
en qué orden. Cada vez que el equipo altera las fórmulas para
seleccionar y clasificar los anuncios, Fox puede realizar una prueba
y ver rápidamente el efecto de los cambios sobre los usuarios, los
anunciantes y los ingresos de Google, que, en el primer trimestre de
este año, fueron de más de 2 millones de dólares por hora.
Fox, graduado en economía en Harvard,
también ayudó a organizar la llamada Fuerza de Ingresos de Google,
un selecto grupo de ingenieros, gente de ventas y finanzas, gerentes
de producto y expertos en estadísticas de toda la firma que son
responsables de mantener a los ejecutivos informados sobre las
fuerzas que mueven a la compañía.
Google revela muy poco de estas
fuerzas al mundo exterior. Incluso en Wall Street, muchos analistas
describen a la empresa como una gigantesca caja negra que tienen
dificultades para comprender.
La idea de vincular los anuncios con
los resultados de las búsquedas fue desarrollada primero por
GoTo.com, que posteriormente cambió su nombre a Overture Services y
en 2003 fue comprada por Yahoo. Overture clasificaba los anuncios
con base en cuánto estaban los anunciantes dispuestos a subastar por
cierta palabra clave. Entre más alta la oferta, mejor la colocación.
Al tiempo que los ingenieros de
Google desarrollaban su propio sistema de publicidad por búsqueda,
entendieron desde el inicio que otorgar la mejor clasificación a la
oferta más alta tendría pocos beneficios para la firma si ese
anuncio no atraía más clics. Esto porque los anunciantes normalmente
sólo pagan a Google cuando los usuarios dan clic en sus anuncios.
Así que Google decidió clasificar los
anuncios con base en una combinación entre el precio subastado y una
"tasa de clics", es decir, la frecuencia con que los usuarios
oprimen un anuncio determinado. El equipo de Fox tomó las cosas a
partir de entonces y gradualmente mejoró su capacidad para
determinar qué anuncios funcionarían con los usuarios.
Fox explicó que la habilidad de
Google para ajustar constantemente sus operaciones está
inexorablemente ligada a su obsesión por medir prácticamente todo lo
que pasa en su sistema.
Sin embargo, las herramientas para
hacerlo no siempre estuvieron disponibles. Hace unos cuatro años,
cuando los ingresos se estaban más que duplicando cada año y las
ganancias aumentaban incluso más rápidamente, altos ejecutivos
empezaron a preocuparse porque el negocio de Google podía estar
montado sobre una burbuja de publicidad en línea.
El tráfico crecía aceleradamente, al
igual que el precio promedio que los anunciantes pagaban por los
clics. Pero Fox y otros se dieron cuenta que medir el promedio de
costo por clic no era suficiente. Los usuarios podían estar
oprimiendo en más anuncios de precio alto y menos en anuncios de
precio bajo. Eso provocaría que el costo promedio por clic
aumentara, pero diría poco sobre la salud del sistema en general.
De tal forma que la compañía
desarrolló lo que llama una canasta de palabras clave. En forma muy
parecida al índice de precios al consumidor --la canasta de bienes y
servicios que usan los economistas para evaluar la inflación--, este
termómetro está compuesto por una amplia muestra de palabras clave y
es ponderado para que sea estadísticamente preciso. Este indicador
interno ayuda a Google a tener una imagen más clara de su desempeño.
Más tarde, el equipo de Fox realizó
una serie de experimentos con el fin de optimizar el sistema de
anuncios. Evaluaron aspectos como el tamaño del área para hacer clic
y el color de fondo de los anuncios, así como el criterio de colocar
los anuncios arriba de los resultados de la búsqueda en lugar de al
lado.
Con el tiempo, la compañía fue más
allá de las tasas de clic para clasificar los anuncios. Google
actualmente toma en cuenta la "página de aterrizaje" a la cual
enlaza el anuncio y, por ejemplo, otorga bajas calificaciones a las
páginas cuyo único propósito es mostrar más anuncios. Pronto,
también se considerará la rapidez de
descarga de la "página de
aterrizaje", indicó Fox.
Estos factores contribuyen a la
"calificación de calidad" del anuncio. Entre más alta la
calificación, menos tiene el anunciante que subastar para asegurarse
una
buena colocación. Por
ejemplo, un anunciante que ofrece un dólar por clic para atraer a
quienes
buscan "hospedaje para
vacaciones en Colorado"
podría recibir una colocación más prominente que otro que ofrece
1.50 dólares por la misma búsqueda pero tiene una calificación de
calidad inferior. Un anunciante con una calificación de calidad muy
baja quizá tendría que ofrecer tanto por una buena ubicación que le
resultaría económicamente inviable.
Las calificaciones de calidad
funcionan como incentivos para que los anunciantes mejoren sus
anuncios, lo cual beneficia a los usuarios y, a su vez, beneficia a
Google, afirmó Fox.
Pero no a todos los anunciantes les
agrada el enfoque de Google. Muchos dicen que a pesar de sus
esfuerzos para ser más transparente, permanecen en la oscuridad
sobre qué pasa en el interior de la "máquina de anuncios" de la
compañía.
"Que Google sea una caja negra no es
algo bueno para los anunciantes", señaló Anil Kamath, cofundador y
director de tecnología de Efficient Frontier, una empresa que
organiza campañas de anuncios en internet.
Kamath agregó que Google sigue
ofreciendo el sistema más efectivo para los anunciantes, pero
advirtió que muchos de éstos se quejan de que la compañía está, en
esencia, decidiendo quién puede y quién no puede anunciarse en su
sistema.
Compartir este articulo : | | | | |
|