NAVEGADOR LIBRE - DESCARGA GRATIS
En un día, más de 1,5 millones de
usuarios bajaron la tercera versión del firefox. Es
un programa en el que se pueden promover cambios. Federico
Kukso.
Guillermo Movia dice que anda medio
apurado y que se olvida de las cosas. Hace ocho meses, este
licenciado en comunicación y miembro de la Comunidad Argentina de
Mozilla trabaja, junto con otros siete voluntarios –programadores,
diseñadores e intérpretes desparramados por Buenos Aires, Entre Ríos
y Tandil–, en traducir, adaptar y difundir uno de los programas más
difundidos en el mundo –Firefox– para navegar por las avenidas
amplias y calles angostas de internet.
Su día D fue ayer, y cayó con toda la pomposidad y grandilocuencia
que acompaña a las grandes celebraciones. No era para menos: a las
14 (hora argentina), todo el mundo pudo conocer y bajar la tercera
versión de este navegador libre (o de código abierto) que viene
ahora con unas 15 mil mejoras, tales como mayor velocidad, una nueva
barra de direcciones inteligente, modificaciones a la gestión de
favoritos o cambios realizados para mejorar la seguridad de los
internautas.
Lo curioso del asunto es que no se trató de una nueva liberación de
un programa o software, de aquellas que pasan sin hacer mucho ruido
o levantar una polvareda. Fiel al estilo de la comunidad del
software libre, Firefox 3 –esperado desde hace 34 meses por sus
fieles seguidores– debutó en medio de una gran fiesta. No bien se
conoció la semana pasada el día exacto en que saldría, se bautizó la
fecha como “Download Day” (día de descarga), con la clara intención
de lograr con este lanzamiento el récord Guinness de descargas de un
mismo programa en 24 horas. En el sitio
www.spreadfirefox.com, más de un millón y medio de personas
de todo el mundo se comprometieron a bajarlo. De ellos, 20 mil eran
argentinos.
Minutos después de las 14, páginas como
www.getfirefox.com o
www.mozilla.com se colapsaron de usuarios deseosos de
conocer las últimas mejoras y retoques. Carteles, siempre tan
desalentadores como “Http/1.1 Service Unavailable”, dilataron aún
más la espera. Sólo bastó presionar F5 (actualizar) para que la
página correcta se abriera y la descarga echase a correr. “Los
usuarios no bajan sólo un programa sino también una filosofía –opina
Movia, que organiza también la Fiesta de la Comunidad Argentina de
Mozilla en Buenos Aires el martes 23 de junio en Fm La Tribu,
Lambaré 873–. Cuantas más personas puedan ver el código fuente del
programa y participen, mejor será el navegador. Hay un compromiso
para apoyar la `web abierta´. Esto significa que internet tiene que
seguir siendo un recurso público y compartido en el que todas las
personas tengan los mismos derechos.”
La llegada de Firefox 3 no es casual. Se da en el marco de la
“Segunda guerra de los navegadores” (Browser Wars, en clara alusión
a Star Wars), tal cual se conoce a la competencia librada para
conquistar el mercado. La primera tuvo como claros contendientes al
Internet Explorer y a Netscape (qepd: AOL, que compró la compañía
Netscape en 2000, discontinuó el programa el 1 de Marzo de 2008), de
la que salió como claro ganador el pequeño monstruo de Microsoft que
entre 2002 y 2003 fue utilizado por casi el 95% de las personas que
se internaban en la web. Ahora, el escenario cambió y Firefox
ostenta un esperanzador 18,41% de “usabilidad”.
La semana pasada salió el Opera 9.5; ya hay versiones betas del
Internet Explorer 8, y el Safari 4 de Apple es esperado para dentro
de poco. De todos ellos, el único programa que es software libre es
Firefox, literalmente “zorro de fuego”, que nació en 2002 con el
nombre de Phoenix, en 2003 se transformó en “Mozilla Firebird” hasta
que el 9 de febrero de 2004 se lo conoció definitivamente como
Firefox. En el medio, desfilaron apodos en clave dentro de Mozilla
como Pescadero, Santa Cruz, Lucía, Océano, One Tree Hill y Gran
Paradiso (Firefox 3).
Además de retoques mínimos y cambios funcionales, el programa viene
con una sorpresa. “¡Bienvenidos humanos! ¡Venimos en son de paz y
buena voluntad! –se lee en un mensaje oculto o broma escondida–. Un
robot no debe dañar a un ser humano o, por su inacción, dejar que un
ser humano sufra daño. Los robots han visto cosas que las personas
no podrían creer. Los robots son tus amigos de plástico con los que
te puedes divertir. Los robots tienen traseros de metal que no
deberían ser mordidos. Y tienen un plan.” Sólo basta buscar (o
tipear “about:robots”) para dar con ella.
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