ANTIBIOTICO
MASTICABLE
Se trata de la
amoxicilina, que estará disponible en forma de tabletas que se
tragan sin necesidad de agua. El medicamento fue desarrollado
especialmente para niños y personas con problemas de deglución
Uno de los antibióticos más utilizados
en todo el mundo, la amoxicilina, estará disponible en la Argentina
en forma de tabletas que se mastican y se tragan sin necesidad de
agua, y el producto fue desarrollado especialmente para niños y
personas con problemas deglución.
El medicamento fue presentado este miércoles en Buenos Aires con la
presencia de expertos que destacaron que este antimicrobianos
buscará una mejora en la adherencia al tratamiento, esencial para
combatir eficazmente las infecciones.
Teresa Zitto, profesora asociada de Infectología de la Universidad
Favaloro, explicó que "esta presentación en comprimidos masticables
facilitará la deglución del antibiótico dado que no requiere ser
tomado con agua".
Por su parte, Enrique Mansilla, jefe de Otorrinolaringología
Infantil del Hospital de Clínicas, hizo hincapié en la necesidad de
alternativas para grupos de pacientes con dificultades para tomar
jarabe o comprimidos con agua.
"Los chicos entre los 8 y los 13 años son demasiado grandes para las
dosis pediátricas, y a veces no pueden tragar un comprimido
recubierto porque es muy voluminoso para ellos", evaluó.
El experto sostuvo que "también tienen dificultades algunos
adolescentes y adultos que nunca han tomado comprimidos, y desde
luego las personas mayores de 70 años con problemas de deglución".
"Para ellos, esta nueva forma farmacéutica puede resultar una buena
opción", comentó. La amoxicilina es un antibiótico derivado de la
penicilina que se comercializa desde 1970, y se utiliza en el
tratamiento de varios tipos de infecciones, entre las que se
incluyen sinusitis, otitis media aguda, bronquitis, neumonía,
infecciones de piel y partes blandas, de los riñones, entre otras.
"Muchas veces el tratamiento es un suplicio para padres y chicos, y
la dificultad de administrar un jarabe o un comprimido es motivo de
abandono del tratamiento. Se agota la paciencia de los padres, y los
niños dejan de tomar el antibiótico en cuanto mejoran", advirtió
Mansilla
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