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ARGENTINOS TIENEN SEXO CON COMPAÑEROS DE TRABAJO
La mayoría prefiere
mantenerlo en secreto. Todos aceptan que "coquetean" en el
ámbito laboral
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Todo el mundo fantaseó alguna vez con
tener una aventura sexual en el trabajo. El máximo ejemplo fue el
famoso desliz de Bill Clinton con su becaria Monica Lewinsky. Y si
un presidente de Estados Unidos estuvo dispuesto a todo por la
adrenalina que implica concretar el morbo, cómo no lo va a hacer
alguien que no se juegue el poder de la nación más poderosa del
planeta.
Perfil realizó una encuesta vía mail a más de 1500 hombres y
mujeres de entre 18 y 50 años y confirmó la hipótesis: Nueve de cada
diez reconocieron haber tenido sexo con compañeros de trabajo. La
totalidad de los entrevistados aceptó que coquetean en el ambiente
laborar porque es "estimulante, divertido y absolutamente
inofensivo".
Hasta aquí, había coincidencias en las respuestas de los hombres y
las mujeres. En donde se abrieron las diferencias fue al hablar
sobre las expectativas. Ellas, en un 75 por ciento de los casos,
dijeron que si se involucraban con alguien del trabajo, era porque
esperaban que la relación "prospere". En cambio, el 90 por ciento de
ellos dijo que preferían que sus aventuras laborales "quedaran
ocultas".
Ana, de 30 años, trabajaba como secretaria en un estudio jurídico,
se enamoró de un abogado y su vida cambió radicalmente. "Al
principio salíamos en secreto, porque él no quería contarlo y yo me
moría de angustia. Después de seis meses me quedé embarazada y
entonces cambió todo. Blanqueamos la situación con el mundo, nos
casamos y yo dejé de trabajar. Ahora que ya nació el bebé, tengo
ganas de volver a hacer mis cosas, pero no volvería al mismo lugar:
No sé si está bueno que tu marido sea tu jefe", dice.
Marco, de 27 años, es un intrépido publicista con su carrera en
pleno ascenso y tuvo "una historia" que ya terminó con una compañera
de trabajo a la que sigue viendo todos los días. "Por suerte, en su
momento no se contamos a nadie. Y ahora es una situación extraña,
pero que queda entre nosotros dos", explica.
Laura, una vestuarista de 29 años, dice sin ningún problema que para
ella "el laburo es el mejor lugar para el levante" y cuenta su
anécdota de cabecera entre risas: "Una vez, que fui a hacer una
publicidad, en el set había tres chicos con los que habías estado.
Un camarógrafo, el asistente de dirección y el encargado del
catering... ¡Y para colmo se hicieron re-amigos! Fue algo tenso,
pero al final nadie contó nada y la situación me sirvió para
endurecer aún más la cara".
Todos los entrevistados dijeron que comenzaron a seducir a un colega
"como un juego", sin esperar nada más. "Las personas pasan un mínimo
de ocho horas diarias en sus trabajos y comparten intereses,
preocupaciones, tensiones... Un coqueteo estimula y hace la jornada
laboral menos dura", dice el sexólogo Norberto Blatz.
Las pasiones y romances en el trabajo son parte de la vida
cotidiana. Y, según confesaron los encuestados por Perfil,
la mayoría de las veces un mail divertido, una notita dejada el
pasar o el oportuno llamado a un interno abre la puerta para algo
más
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