Con el rostro irreconocible
por la deflagración, el cuerpo del empresario
Alfredo Yabrán apareció, diez años atrás, en el baño de
la estancia San
Ignacio, situada a unos 30 kilómetros de Gualeguaychú, el 20 de
mayo de 1998 en horas del mediodía. Acusado de ser instigador
del crimen del reportero gráfico José Luis Cabezas
y prófugo de la Justicia, se había quitado la vida de
un escopetazo en la boca.
El hecho convirtió a Yabrán en uno de los muertos más
controvertidos de todo el país. Como si en vida no le hubiesen
alcanzado los cuestionamientos, aún hoy su fantasma siembra
duda.
La noticia de su muerte generó una ola de sospechas acerca de la
veracidad y comenzó a rodar en la sociedad la hipótesis de que
se trataba de un suicidio fraguado.
Si bien el expediente 7814 del Juzgado de Instrucción Nº 2 de
Gualeguaychú certifica su deceso, son muchos los
argentinos que aún
hoy creen que el empresario Alfredo Yabrán está vivo.
Quienes sostienen esta idea se resisten a aceptar que uno de los
hombres más poderosos del país matado de un
escopetazo. Pero ni siquiera los resultados del examen genético
hicieron menguar las dudas, especulaciones y sospechas de un
posible suicidio inventado
Incluso los padres de José Luis Cabezas -Norma y José- muchas
veces dejaron entrever sus dudas acerca de la veracidad
de la muerte del empresario postal.
Las encuestas
divulgadas en 1998 concordaban en afirmar que más del 50 por
ciento de la población creía que el empresario postal estaba
vivo y apenas el 10 por ciento estaba convencido de su suicidio,
tal como demostraron contundentes pruebas de investigaciones
judiciales y periodísticas.
Sin embargo, los expertos argumentaron que era imposible la
operación por la compleja
red de cómplices
necesarios para poder realizar ese montaje macabro .
Además de necesitar
un "muerto" de contextura similar a Yabrán, hubiera sido
necesaria la complicidad de los tres médicos forenses que
realizaron la autopsia en la morgue entrerriana, de los peritos
calígrafos que analizaron las cuatro cartas que dejó el
empresario y de los científicos que participaron del
estudio de ADN.
En ese entonces, la hipótesis del suicidio fraguado cobraba
fuerza en el propio corazón de Entre Ríos, en donde se comenzó a
hablar de la extraña desaparición de un "vagabundo"
físicamente parecido al poderoso empresario postal.
¿Sería realmente Yabrán el hombre encontrado en el baño de una
estancia de Entre Ríos, con su cara totalmente
irreconocible? Las dudas que se sucedieron en el país
inmediatamente después del anuncio de su muerte se mantienen
intactas a una década del desenlace fatal.
La mayoría de la población todavía se resiste a pensar que era
el mismísimo Yabrán quien había aparecido muerto, con su cara
desfigurada, en una estancia entrerriana. Es que no faltan
argumentos para descreer que el empresario todopoderoso,
multimillonario y omnipresente, haya decidido quitarse la vida.
Pero lo cierto es que a diez años de su muerte,
de Yabrán sólo queda "vivo" su polémico fantasma. ¿Su
cadáver está enterrado en el exclusivo cementerio Parque de
Pilar, o en realidad el empresario se encuentra "vivito y
coleando" en alguna isla desolada?