Cómo y cuándo la
crisis financiera se va a convertir en crisis global
Si se
quiere entender lógicamente la crisis lo primero que hay que tener
en claro es que la presente todavía no es una crisis capitalista (en
el sentido global de la expresión) sino la primera fase de un
colapso financiero-bursátil con reciclamiento y centralización de la
rentabilidad financiera y una reconversión feroz de los grupos que
controlan el sistema financiero imperial desde EEUU y la Unión
Europea. Solamente la confluencia (a corto plazo) de dos factores
complementarios: La "crisis estructural (recesión económica) y la
"crisis social" (el impacto en la sociedad) va a detonar como
desenlace la "crisis global" del sistema capitalista
A pesar de los mitos y falsas teorías
sobre el "colapso global" o el "derrumbe del Imperio del dólar"
todavía el sistema capitalista no está en crisis (entendida como
pérdida de control y de gobernabilidad), sino que los que están en
crisis son el sistema financiero y los mercados bursátiles.
En este escenario, y aunque suene exagerado, el sistema capitalista
todavía no está en crisis, sino que está haciendo negocios con la
crisis.
Eso explica porqué en un proceso compulsivo de caídas y subidas de
bolsas, de derrumbes bancarios en cadena, la "crisis" todavía no
impactó directamente en la economía real de los países y en las
sociedades a escala global.
Lo que sí estalló y está en crisis, a partir de septiembre de 2007,
es un modelo de acumulación y especulación financiera (la "burbuja
inmobiliaria") cuyo desenlace produjo un nuevo proceso de
rentabilidad capitalista en la crisis (los "rescates financieros") y
una reconversión (compras y fusiones) de los grupos súper
concentrados que controlan el sistema financiero imperial
centralizado en Europa y EEUU.
Si no se entienden los factores en interacción, la "crisis
financiera" (inducida para reciclar la rentabilidad perdida) y la
"crisis estructural" de la economía (nacida como emergente de la
"crisis financiera"), y la "crisis social" (que llega como
consecuencia de la crisis estructural con recesión) se cae en el
mito reduccionista, propagado por el propio sistema, de la "crisis
bursátil" que deposita todo el problema en el "mal" o "buen"
funcionamiento de los bancos y el sistema financiero.
En un orden secuencial, para que la crisis se convierta en "global"
(el desenlace) tiene que haber una convergencia interactiva de la
"crisis financiera" (los mercados del dinero), la "crisis
estructural" (la economía real) y la "crisis social" (el impacto de
la crisis económica-financiera en la sociedad).
Solo la convergencia interactiva de estos tres factores (por
acumulación de crisis) va a producir (a modo de desenlace) la
"crisis global" del sistema capitalista proyectada desde las
economías centrales (USA-UE) a los países que integran la red a
escala planetaria.
Fase 1: La "crisis
financiera" (El efecto bursátil)
Una "crisis financiera" como la que estamos viviendo, es antes que
nada un reciclamiento de la rentabilidad capitalista: Lo que estaba
en un casillero, se traslada a otro. Lo que estaba en Merrill Lynch
se recicló en el tablero contable de Bank Of América que compró a la
entidad semiquebrada.
La "burbuja inmobiliaria" activada por el capital privado llegó a su
fin (crisis) en septiembre de 2007, y ahora llega la "burbuja
estatal" (reciclamiento) con el Estado imperial como principal
operador de los negocios financieros.
En este marco, la operación de "crisis" con el rescate financiero
USA-UE, no es otra cosa que una operación de negocios con la crisis
que los gobiernos del euro y Washington utilizan para poner en
marcha un nuevo ciclo de rentabilidad que reemplaza al ya agotado
con el colapso de la hipotecas subprime en EEUU.
No se trata de una "salida de emergencia" a la "crisis", sino de una
operación de negocios financieros en alta escala activada por los
grupos capitalistas sionistas súper concentrados que controlan
Washington, Wall Street, la Reserva Federal USA y los bancos
centrales de Europa y Asia.
Todavía, vale precisarlo, no hay "crisis global" del sistema
capitalista (que va a venir como resultante final del actual
proceso) sino una "crisis financiera" inducida principalmente por la
necesidad de rentabilidad y de reconversión de los grupos
capitalistas que controlan los resortes operativos del sistema
financiero imperial desde Wall Street y las metrópolis imperiales
europeas.
En las jornadas "negras" que vienen experimentando los mercados del
dinero, billones de dólares no se evaporaron sino que solamente se
pasaron de unas manos a otras.
En primer lugar, y como concepto central: La llamada "crisis
financiera", es una crisis activada y controlada en todos sus
resortes esenciales por medio del "rumor" y la información
manipulada que hacen subir o bajar las acciones en Wall Street y las
principales plazas financieras del Imperio.
La quiebra en cadena de bancos o de instituciones financieras es
inducida, manipulada y estratégicamente operada para producir un
reciclamiento de la rentabilidad financiera (en crisis con el
colapso subprime) y una reconversión del sistema financiero que
centralice el control y el funcionamiento del sistema capitalista
mediante una mayor concentración de la riqueza (ley darwiniana del
capitalismo).
Los mercados bursátiles no son "libres" (como establece el mito del
"libre comercio") sino instituciones mercantiles que funcionan
sujetas a la ley de la oferta y la demanda manejada por los grupos
que hegemonizan el control y la información sobre su funcionamiento.
En consecuencia, en las bolsas solo se "oferta" (se vende) o se
"demanda" (se compra) aquello que los grupos hegemónicos y
controladores quieren.
Las bolsas (y las acciones) suben o bajan atendiendo a una dinámica
marcada por los intereses de los controladores del mercado
financiero.
Su objetivo es preciso y determinado: Generar un proceso de quiebras
y, consecuentemente una crisis del sistema financiero, que
posibilite la depreciación a niveles límites de los activos y
acciones empresariales que luego los grupos más súper concentrados
(los operadores de la "crisis") comprarán a precio de remate.
En consecuencia, si que hay quebrar a Lehman Brothers o a Merrill
Lynch para concentrar súper activos en Ban Of América o Morgan
Chase, se hacen bajar (mediante rumores e información manipulada)
las acciones de estos dos gigantes, y luego de su quiebra (como
consecuencia de la depreciación de sus acciones) serán comprados a
precio de remate o se fusionarán en otra sigla.
Pero en esta dinámica nada se pierde, sino que se recicla. En otras
palabras, cambian las denominaciones pero los accionistas y los
gerenciadores (que son "anónimos") continúan con una mayor
concentración de acciones en sus bolsillos.
Mediante el "rescate financiero", los Estados imperiales USA-UE
reciclaron una nueva "burbuja" ganancial no ya con dinero
especulativo proveniente del sector privado, sino que ponen
compulsivamente los recursos públicos al servicio de un nuevo ciclo
de rentabilidad capitalista al margen de una ascendente crisis de la
economía real que marcha por vía paralela.
Esto implica que, cuando hablamos de "crisis financiera", estamos
hablando de un problema superestructural (y relativamente
controlable) del sistema capitalista que todavía no alcanzó su pleno
desarrollo de "conflicto global" con proyección y efectos concretos
en el plano de la economía real y de la sociedad a escala mundial.
Por lo tanto, y con la "crisis financiera", solo estamos en las
"vísperas" de lo que algunos (sin entender los pasos)
apresuradamente ya señalan como "crisis global" del sistema
capitalista.
Fase 2: La "crisis
estructural" (el efecto en la economía real)
La "crisis estructural" paralela y emergente (que se potencia y
activa con la "crisis financiera") tiene su origen en el proceso
recesivo que ya se verifica en las dos economías centrales del
sistema: EEUU y la Unión Europea.
Tanto la Reserva Federal de EEUU como el Banco Central Europeo, así
como el FMI y el Banco Mundial vienen advirtiendo que las economías
de Europa y de EEUU pararon de crecer, y la desaceleración se
acentúa a raíz de la baja del consumo y la suba de los alimentos y
de la energía.
La crisis, como fue planteada hasta ahora, viró de lo "financiero"
hacia lo "económico-.financiero": Tuvo un epicentro en la crisis
hipotecaria de EEUU, se expandió a los mercados financieros globales
(subdesarrollados y desarrollados), y ahora ya toca variables
estructurales de la "economía real" por medio del proceso desatado
por el cóctel suba del petróleo + suba de alimentos = proceso
inflacionario, que ya padecen las economías centrales del sistema
capitalista: EEUU, Unión Europea y China.
A este escenario, se suma la naciente crisis del crédito que (según
todos los pronósticos) va a obrar con un efecto de acelerador del
proceso inflacionario-recesivo paralizando aún más las primeras
economías del sistema capitalista (EEUU-Europa-China) con un impacto
directo en los países de la periferia.
Como resultante no deseado , la ola de pánico que genera la "crisis
financiera" produce (como está sucediendo) el retiro del dinero
efectivo en masa, desparece la liquidez, y los bancos restringen
créditos: ese es el mecanismo clave que activa la recesión que hoy
ya empieza a proyectarse desde los países centrales a la periferia.
La falta de crédito, a su vez, actúa como principal disparador de la
detención de la producción y de la suba de precios lo cual genera un
consecuente proceso de achicamiento del consumo y despidos en masa
de trabajadores y empleados, en EEUU y Europa.
Como dicen los expertos: Las "crisis financieras" hacen estallar la
confianza en el sistema financiero, y desatan la furia "vendedora"
en los mercados donde empresas e inversores se desprenden de sus
acciones y tratan de convertirlos en "efectivo" dejando las plazas
sin liquidez.
Y un mercado sin liquidez (sin circulación de dinero) genera escasez
de dinero.
Y la escasez de dinero genera dos efectos inmediatos: Retracción del
crédito y suba de las tasas de interés.
Y la retracción del crédito y su encarecimiento genera como efecto
inmediato: Caída de producción y baja de las ventas.
Y caída de producción y achicamiento de ventas en los códigos del
empresariado capitalista significa sólo dos alternativas: Suba de
precios y despido de personal, para conservar el margen de
rentabilidad vendiendo y produciendo menos.
De esa manera, la "crisis estructural" genera las condiciones para
el advenimiento de la "crisis social".
Fase 3: La "crisis
social" (El efecto en la sociedad)
La "crisis estructural" con proceso recesivo (desatada como
emergente de la "crisis financiera") conduce inevitablemente al
sistema capitalista hacia un proceso de "crisis social con pérdida
del control y de gobernabilidad política a escala global (Esto ya se
verificó con los estallidos sociales durante la escalada de los
precios del petróleo).
El tercer factor que media como desenlace (a modo de acción reacción
al cierre de empresas y despido de personal) entre la "crisis
financiera" y la "crisis estructural" es el "conflicto social",
expresado por huelgas y estallidos sociales masivos.
En América Latina, por ejemplo, entre el 60% y el 70% de la masa
laboral está en "negro" (empleos precarios y sin indemnización por
despido), y con la recesión y el desaceleramiento productivo las
empresas (para conservar su nivel de rentabilidad) van a generar
despidos en masa: El detonante de las huelgas y los conflictos
sociales.
El efecto más inmediato de la "crisis estructural" con recesión es
la desocupación en masa y la suba de precios.
Esto impacta inmediatamente en las capas más desprotegidas (bajas y
media bajas) de las sociedades, que se quedan sin el sustento
inmediato para subsistir.
Durante la última escalada de precios con el petróleo, que llevó el
precio de los alimentos a niveles siderales, se produjeron
estallidos y levantamientos sociales simultáneos tanto en los países
pobres de la periferia como en los países ricos de Europa.
Pero ese movimiento, en protesta por la suba de precios, resulta
insignificante ante una potencial amenaza de despidos en masa que ya
proyecta el proceso recesivo y la "crisis estructural" en las
economías de Asia, África y América Latina.
De manera tal, que la "crisis social" (emergente de la "crisis
financiera" y de la "crisis estructural") prepara las condiciones
para el peor de los escenarios: La "crisis global".
El desenlace: La
"crisis global" (El efecto planetario)
En términos concretos, la "crisis global" del sistema capitalista
solo va a estallar cuando la "crisis financiera" devenga en "crisis
estructural" por medio de la recesión económica, la que luego se
convierta en "crisis social" por medio del desempleo y el
achicamiento del consumo a escala masiva.
En un orden secuencial, para que la crisis se convierta en "global"
(el desenlace) tiene que haber una convergencia interactiva de la
"crisis financiera" (los mercados del dinero), la "crisis
estructural" (la economía real) y la "crisis social" (el impacto de
la crisis económica-financiera en la sociedad).
La confluencia interactiva de estos tres factores es lo que va a
posibilitar, a corto plazo, el desenlace de la "crisis global" del
sistema capitalista donde los gobiernos (centrales y periféricos)
van a perder el control social y político de sus países por medio de
las huelgas y estallidos sociales generados por la desocupación
masiva y la suba de precios.
Solo la convergencia interactiva de estos tres factores (por
acumulación de crisis) va a producir (a modo de desenlace) la
"crisis global" del sistema capitalista proyectada desde las
economías centrales (USA-UE) a los países que integran la red a
escala planetaria.
La "crisis financiera" y la contracción del crédito en los países
centrales ya se proyectan en un proceso creciente de recesión
económica global por el alto nivel de entrelazamiento de las
economías mundiales en el proceso de importación y exportación.
En el actual modelo globalizado de economía planetaria los PBI
juntos de EEUU, la Unión Europea y China suman más del 50% del PBI
mundial, mientras que el sistema capitalista está "dolarizado" (el
dólar es la moneda patrón de todas las transacciones comerciales y
financieras a escala global).
Pero hay otro dato que convierte a sus economías en el eje económico
global: EEUU, la Unión Europea y China, son los mayores compradores
de petróleo y materias primas del mundo.
Estos dos factores centrales explican porqué cualquier oscilación o
desequilibrio económico-financiero que tenga a estas tres economías
centrales como protagonistas, impacta y se esparce inmediatamente
por todo el "sistema".
EEUU y Europa son los principales compradores de productos chinos, y
el gigante asiático, a su vez, es el principal importador de
petróleo y materias primas de los "países emergentes", con lo que se
puede deducir que si el Imperio estadounidense (en proceso recesivo)
reduce sus compras, el impacto se va a proyectar inevitablemente en
una crisis de China proyectada a los "países emergentes".
Con un proceso recesivo de su economía, EEUU (el principal comprador
de la "gran fábrica" asiática) reduciría drásticamente sus compras a
China, y Europa, que ya enfrenta un fenómeno recesivo en su economía
comunitaria, ingresaría en una contracción de sus sistema económico
productivo.
Como impacto inmediato, la economía china también ingresaría en un
proceso recesivo (detención del crecimiento) que la obligaría a
reducir sus importaciones de materias primas y de petróleo.
A su vez la reducción en la importación de materias primas y de
petróleo por parte de China (el principal importador mundial)
impactaría en las economías de Rusia y de los "países emergentes"
(los principales exportadores de petróleo y de materias primas a
China) que también podrían ingresar en un proceso recesivo.
En resumen, con la "crisis financiera" y crediticia que ya desató el
derrumbe bancario en EEUU y Europa, comienza a completarse (y a
profundizarse) el cuadro de "crisis estructural" recesiva de las
economías capitalistas centrales que se irá proyectando cada vez con
más fuerza hacia las economías de la periferia (principalmente los
países exportadores de materias primas).
Los primeros coletazos inflacionarios-recesivos importados de la
central USA-UE ya se verifican en países emergentes (en desarrollo
acelerado) como China, India y Brasil, cuyas economías reales ya
sufren el impacto de la crisis financiera.
La "crisis estructural" con recesión económica generalizada,
proyecta a su vez la amenaza de una "crisis social" a escala global
con ruptura de la "gobernabilidad" política por medio de una ola de
conflictos sociales y sindicales (cuyos primeros efectos ya se
presentaron con la crisis alimentaria) con proyección tanto en las
potencias centrales como en los países "emergentes".
O sea que, y por efecto secuencial, con la "crisis financiera" el
sistema capitalista solo está construyendo el primer escalón de la
"crisis global".
Por eso el director del FMI dio en la tecla cuando dijo que: "Lo
peor está por venir".
******
(*) Manuel Freytas es periodista, investigador y analista,
especialista en inteligencia y comunicación estratégica. Es uno de
los autores más difundidos y referenciados en la Web
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