LA FINAL DE LA
COPA DAVIS
A tres días de
la primera jornada del duelo entre Argentina y España, ambos equipos
continuaron ayer con los entrenamientos en el polideportivo "Islas
Malvinas", donde los operarios continúan trabajando contrarreloj
para poner a punto el estadio que albergará la esperada serie
En el segundo día de trabajo con
equipo completo, el capitán Alberto "Luli" Mancini se mostró activo
y concentrado durante las cinco horas que el conjunto nacional
estuvo en la cancha, siguiendo atentamente los movimientos de sus
dirigidos.
Tanto por la mañana como por la tarde, los jugadores continuaron con
el proceso de adaptación a la ligera superficie especialmente
montada para la ocasión, que luce una azul intenso en la zona de
juego y un celeste claro fuera de las líneas reglamentarias. Lo más
jugoso del día fue el entrenamiento vespertino que vio enfrentados a
David Nalbandian con Agustín Calleri y a José Acasuso con Juan
Martín del Potro, los cuatro tenistas que buscarán desde el próximo
viernes ganar por primera vez en la historia la Copa Davis.
Nalbandian y Calleri jugaron un set muy parejo a pura potencia en el
que abundó el humor cordobés, siempre sin dejar de lado el
resultado, algo que los dos dejaron en claro en cada punto ya que a
ninguno le gusta perder, ni siquiera en los entrenamientos.
Calleri chicaneó a Nalbandian cuando éste intento jugarle un ángulo
corto: "Tirá lo que quieras que llego y te ganó el punto" y David le
respondió con una sonrisa enorme cuando casi de espaldas cacheteó la
pelota arriba de su cabeza y le ganó el punto poniéndola en un lugar
imposible. A medida que se acercaba la definición del set se
mantenían las bromas pero también las quejas por algún fallo
adverso.
"Las mías siempre son malas", se quejó Calleri ante un "no" del
entrenador de Nalbandian, Martín Jaite, frente a un saque del
’Gordo’. La siguiente devolución de Nalbandian quedó en la red y el
unquillense le gritó a Calleri: "Te la doy para que no llores más".
Así, entre bromas, pequeños reproches y ninguna intención de perder,
el set llegó a un ajustado tie break, que quedó en manos de
Nalbandian, uno de los singlistas que Mancini pondrá en la cancha el
próximo viernes.
El otro, Del Potro, ingresó a continuación a jugar con Acasuso para
seguir adaptándose a la cancha tras haber participado la semana
pasada del Masters de Shanghai, lo que le provocó una lógica
alteración en sus horarios, al tiempo que acrecentó el malestar que
el tandilense arrastraba en las uñas de los dedos gordos de los
pies.
Mientras ambos tenistas se entrenaban, un pequeño foco de incendio
en uno de los transformadores de los reflectores de iluminación
provocó que los encargados de seguridad evacuaran las tribunas, por
lo cual, en el estadio sólo quedaron los jugadores, entrenadores y
demás miembros del equipo. Al tiempo que los electricistas se
abocaban al rápido arreglo del desperfecto, en el estadio y sus
inmediaciones decenas de trabajadores continuaban con la tarea
contra reloj de poner todo a punto para el viernes, día en que se
iniciará la serie con el primer partido de singles.
De esta manera, mientras el ruido de pelota suena cada vez más
fuerte, y la ansiedad también va in crescendo, los operarios buscan
dejar al polideportivo Islas Malvinas a la altura de las
circunstancias, en una final histórica para el tenis argentino, que
buscará alzar la ansiada Ensaladera de Plata por primera vez en la
historia.
En Mar del Plata ya se respira tenis, le gente se interesa por cada
paso que dan Nalbandian y Del Potro, y por cada movimiento del
equipo español, que de a poco van sumando adeptos con la llegada a
la ciudad de sus compatriotas aficionados, quienes cruzaron el
océano Atlántico para ver la final.
Y la gente tampoco olvida de que se jugará en ’La Feliz’, luego de
una batalla ganada al Orfeo cordobés y así lo resaltan varios
carteles especialmente dispuestos en rincones estratégicos de la
ciudad que rezan: "en Córdoba no se consigue"
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