Se paralizan las ventas en el
mercado inmobiliario
Expertos advierten que, si no
cambia la tendencia, podrían bajar los precios hasta 25%
Por Alfredo Sainz
De la Redacción de LA NACION
Sin que se haya producido la
explosión de ninguna burbuja, la crisis financiera y económica
global llegó al mercado inmobiliario argentino. Casi sin excepción,
los empresarios del sector -desarrolladores, constructores,
brokers y dueños de inmobiliarias- coinciden en que la
combinación de factores tales como la caída de las bolsas de todo el
mundo -incluida, obviamente, la de Buenos Aires-, la desaparición
del crédito hipotecario, la estatización de las AFJP y el repunte
del dólar de las últimas semanas trajo como consecuencia una
paralización prácticamente total de las ventas.
Las perspectivas para los próximos
meses, además, están muy lejos del tradicional optimismo del sector
y ya se alzan las primeras voces que pronostican una caída de entre
el 10 y el 25% en las ventas de las propiedades para 2009, lo que
significa un verdadero sacrilegio en un sector en el que todos los
empresarios siempre están augurando subas de precios.
"Las propiedades van a bajar por una
cuestión de oferta y demanda. Hoy tenés un mercado inmobiliario
plagado de inversores y con pocos consumidores finales, con lo cual
muchos van a tener que empezar a aceptar rebajas de precios o se van
a volcar al mercado de los alquileres", explica Luis Ramos, socio de
la inmobiliaria L.J. Ramos.
Su colega Jorge Toselli también
observó un mercado virtualmente paralizado. "El último fin de semana
nos cayó un 45 por ciento el número de visitas en las guardias para
los departamentos que tenemos en venta, lo que da cuenta de que el
coletazo de la crisis financiera internacional ya llegó y que acá se
vio potenciada por la falta de seguridad jurídica", explica el
operador.
"Es muy difícil hacer una proyección,
pero si noviembre y diciembre siguen muy flojos en operaciones, a
partir de febrero y marzo los que estén más apurados van a tener que
resignarse a hacer alguna concesión. Igualmente, no veo una caída
generalizada de precios, sino un reacomodamiento por zonas y
productos", sostiene Toselli.
La eventual caída de precios en el
mercado argentino también logró que algunos inversores extranjeros
vuelvan a poner la mira en la plaza local. "Dos mil nueve va a ser
un año extraordinario para encontrar oportunidades, y estamos
convencidos de que los terrenos van a bajar de precio", explicó el
empresario uruguayo José Kavana, que desde hace más de 30 años opera
en el mercado inmobiliario de Miami y ahora invierte en Buenos
Aires.
Históricamente, el mercado
inmobiliario argentino pudo mantenerse al margen de los vaivenes que
vivió la economía, aunque igualmente existen algunos antecedentes de
bajas pronunciadas en tiempos de crisis. A fines de los 80, la
hiperinflación provocó un descenso de más del 20% de los precios en
dólares de las propiedades, mientras que a mediados de los 90, con
el efecto tequila, la caída rondó el 15%. La buena noticia, al menos
para los empresarios del rubro, es que en todos los casos los
precios se recuperaron rápidamente.
La crisis financiera no sólo se
tradujo en menos ventas, sino también en la reaparición en el
mercado de las contraofertas muy agresivas, que ofrecen comprar,
pero con descuentos muy importantes en el precio final, apostando a
una desesperación de los vendedores. "Lo que se ve en las últimas
semanas es que se agrandó la brecha en las contraofertas. Hasta hace
poco una propuesta lógica era hacer una propuesta con una baja del
5% y ahora la cifra se estiró al 8", explica Toselli.
José Rozados, director de la
consultora especializada Reporte Inmobiliario, explica que el
mercado actual está signado por un desencuentro entre compradores y
vendedores que no se puede estirar demasiado en el tiempo. "El
mercado ya venía golpeado por la inflación y el conflicto del campo,
a lo que sumó el proyecto para estatizar las AFJP, que desalienta la
llegada de inversores extranjeros. En este contexto, las ventas
están muy paradas, y si bien todavía no hay bajas generalizadas de
precios, lo que prima es un gran desencuentro entre la oferta y la
demanda, que quiere hacer valer sus dólares y busca descuentos muy
agresivos", explica el especialista.
Bajas puntuales
La idea de que 2009 será un año
especialmente duro para el mercado inmobiliario no es el único punto
en el que coinciden todos los hombres del sector. El otro punto de
consenso es que la esperada baja en los precios no afectará a todas
las propiedades y a todos los barrios por igual.
"Las propiedades premium van a
aguantar la crisis mucho mejor, y la caída difícilmente vaya más
allá del 10%. En cambio, el resto del mercado va a sufrir mucho más
y la baja puede llegar al 20 o 25%", explica Ramos.
La crisis no perdonará siquiera a
Puerto Madero, aunque en este caso tampoco se espera un impacto
uniforme en todo el barrio. "Las unidades más estándar pueden perder
algo de valor, pero las viviendas más caras se van a defender bien
porque, a falta de otras alternativas de inversión, los ladrillos
más exclusivos siguen siendo un buen refugio para los dólares que la
gente está sacando de los bancos", explicó el desarrollador
Alejandro Ginevra.
LAS PROPIEDADES PREMIUM MANTENDRAN SU VALOR
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