PREGUNTAS
SEXUALES
Como buena chica Cosmo seguro que te gusta mantener una gran dosis
de creatividad en la cama
Pero, claro, es muy posible que tú, como muchísimas mujeres, aún
tengas algunas dudas sexuales que te impiden poner en práctica todo
lo que te gustaría. Pues bien, es el momento de las preguntas
indiscretas y las respuestas útiles para que tu vida sexual avance
hacia un nivel superior de calidad y placer.
1. Mi chico quiere que le ate pero ¿qué se supone que tengo que
hacer cuando él esté maniatado?
Aprovecha esta oportunidad para demostrarle lo que la palabra sexy
significa para ti. Acaríciale por todo el cuerpo para que no sepa
cuál será la próxima zona que le vas a tocar. En cuanto se dé cuenta
de que no puede hacer nada para ir directo a la penetración no
tendrá más remedio que disfrutar y centrarse por completo en todas y
cada una de las sensaciones que recibe, lo cual a su vez aumentará
su excitación. Bésale por todo el cuerpo, especialmente las zonas
erógenas, como los pezones, las orejas, el cuello y la boca. Lámele
desde los tobillos hasta la parte interna de los muslos. Respira y
sopla sobre los testículos y el pene. Y mírale directamente a los
ojos para que sienta que estás excitada y… enamoradísima.
2. A mi novio le gusta que le toque el trasero durante el sexo.
¿Debería ir un poco más allá?
Explorar esa parte de su cuerpo puede ser una experiencia muy
excitante para los dos. La próxima vez, agárrale las nalgas con
fuerza y apriétalas contra ti. Si eso le excita más, tal vez quiera
que sigas explorando la zona o incluso que le estimules analmente.
Cerca del ano se encuentra la próstata, una glándula interior. Se
localiza justo detrás del perineo (la parte que queda entre el ano y
los testículos). Cuando le acaricias y estimulas alrededor de esa
zona se activan muchísimos nervios. De hecho, es tan sensible al
tacto que en algunos hombres, este tipo de estimulación puede
propiciar una respuesta orgásmica. Rózale los testículos y
levántalos delicadamente hacia su cuerpo. Apoya suavemente un par de
dedos sobre el perineo mientras te penetra o le das sexo oral y,
después, presiona firmemente durante unos segundos. Si tu novio se
atreve y quiere ir más allá, aplícate lubricante en el dedo y
penétrale analmente con mucho cuidado. Mueve el dedo hacia arriba y
hacia ti para estimular y masajear la próstata. Hazlo muy despacio y
deja que el lenguaje corporal de tu chico y sus gemidos te vayan
indicando qué zona y qué presión es la más acertada para su placer.
3. Mi novio quiere que utilice un lenguaje erótico más fuerte en la
cama. ¿Qué digo?
El simple hecho de poner una voz sugerente y decirle lo mucho que te
gusta o que quieres que te haga tal o cual cosa dará pie a un sexo
más intenso. Susúrrale su nombre y, entre jadeos, pregúntale, por
ejemplo, “¿te gusta que te toque aquí?”. En cuanto conteste, “oh sí,
me encanta”, sigue con un “¿y qué más te gusta?” Él te irá dando
pistas y sabrás qué es lo siguiente que has de decirle para llevarle
al placer total. Esta seguridad te dará más confianza en tus
habilidades sexuales.
4. Mi chico me da palmaditas en el trasero cuando estamos haciendo
el amor. ¿Significa que quiere que yo le haga lo mismo?
La mejor forma de saberlo es que la próxima vez que lo haga le digas
algo así como: “Hey, chico malo, ¿acaso tú también quieres que te dé
un azote?”. Y dáselo. Mira y observa cómo reacciona. Si ves que le
gusta, se le acelera la respiración y parece que aquello le excita,
apriétale el trasero y pregúntale si le apetece que sigas. Si
responde afirmativamente, azótale de nuevo y, poco a poco, hazlo con
más intensidad a medida que se vaya acercando al clímax. Pero si ves
que se retira un poco o parece incómodo y ajeno a tu juego, tal vez
tu chico sea más de dar y no tanto de recibir.
5. Mi pareja siempre está bromeando acerca de los tríos. ¿Es posible
que quiera hacer uno de verdad?
Muchos hombres fantasean con la idea de acostarse con dos mujeres a
la vez, una situación que para las féminas no suele resultar tan
estimulante. Claro que tampoco tienes por qué malinterpretar su
obsesión por el trío. La mayoría de las parejas usan las fantasías,
la del trío entre otras, sin que ello suponga invitar formalmente a
alguien para que participe activamente en la cama con ellos dos. Usa
su idea para aumentar la excitación en el dormitorio. Pregúntale qué
haría él y que imagine qué es lo que le gustaría que la otra mujer y
tú le hicierais entre las sábanas. Síguele la conversación y
profundiza en la situación a medida que él te la vaya describiendo.
Si lo que le excita del tema es la imagen de dos mujeres, también
puedes colocar un espejo enfrente de la cama para multiplicar la
estimulación visual. Y si lo que quiere es una imagen más directa,
¿por qué no pruebas a masturbarte delante de él?
6. Cuando pongo en práctica el 69 estoy incómoda. ¿Cómo puedo
mejorarlo?
Depende del ángulo y de la constitución de los cuerpos, el 69 es una
postura que puede ser muy placentera, aunque requiere cierta
habilidad. Tratad de hacerla de lado, de tal forma que os resulte
más cómoda a los dos y ninguno tenga que soportar el peso del cuerpo
del otro. Y no te estreses pensando en el orgasmo. Lo ideal es que
hagáis el 69 como una forma de aumentar la excitación antes de pasar
a otra postura más intensa.
7. ¿Por qué los hombres siempre quieren probar el sexo anal con una
mujer?
En primer lugar porque es una penetración que a ellos les aporta una
sensación totalmente diferente a la vaginal. Y ésa es una gran
razón. Sin embargo, también hay que tener en cuenta la curiosidad y
el morbo, que es otro buen motivo, ya que es una imagen que se ve
mucho en las películas porno. Pero al mismo tiempo es una práctica
un poco tabú y el hecho de tener la posibilidad de ponerla en
práctica es algo que les excita bastante. Supuestamente, a las
mujeres no les entusiasma el sexo anal, así que, cuando una chica le
dice a su pareja que sí, que no tiene ningún problema en probarlo,
es como si le diera la exclusividad de algo que no le ha permitido a
nadie más. En el caso de que tú seas una de esas aventureras, hay
ciertas reglas que debéis tener en cuenta a la hora de explorar la
zona. En primer lugar, dile que vaya despacio y con cuidado.
Conviene que primero te penetre con un dedo y, después, con el pene,
poco a poco, sin introducirlo del todo hasta que tú estés preparada.
El uso del condón es casi una obligación para reducir el riesgo de
infección y, obviamente, ha de usar uno diferente al que ha usado
unos minutos antes o después para la penetración vaginal (aunque
estéis disfrutando de la misma sesión de sexo). Y cuanto más
lubricante, mejor, para que la penetración sea más fácil y menos
dolorosa
28 de noviembre de
2008 (Cosmo)
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