VEJIGA
HIPERACTIVA - DESCRIPCION Y TRATAMIENTO
Es un síndrome que genera incomodidad,
molestias y limitaciones en la vida social. Se caracteriza por la
urgencia y el aumento de la frecuencia de orinar
La vejiga hiperactiva es un síndrome que
genera incomodidad, molestias y en muchos casos vergüenza, que
afecta al 16 por ciento de la población, aumentando con la edad y
con leve predominio en las mujeres.
Este transtorno se caracteriza por la urgencia y el aumento de la
frecuencia de orinar, con o sin pérdida de la misma, pudiendo
ocurrir en la ausencia de factores metabólicos o patológicos
locales, como infección urinaria.
"La vejiga hiperactiva puede ser causada por enfermedades
neurológicas (vejiga hiperactiva neurogénica) o en algunos casos de
desconoce la causa, llamándose vejiga hiperactiva idiopática",
explicó Gustavo Garrido, médico urólogo del Hospital de
Clínicas.
Esta patología genera severos trastornos por las limitaciones que
provoca en la vida social, familiar, afectiva y sexual. Muchos
pacientes abandonan gimnasios, hobbies y pasatiempos o incluso
presentan problemas laborales por la frecuencia con la que
deben concurrir al toilette.
En otros casos, alteran sus planes de viajes ya que deben planificar
sus recorridos de acuerdo a la disponibilidad de baños, o utilizan
ropa amplia y de colores oscuros para ocultar la pérdida de orina,
generando sentimientos de culpa, vergüenza y depresión, que dañan de
manera severa la autoestima.
"La detección y diagnóstico de este trastorno se está haciendo cada
vez más frecuente en la práctica urológica. Una de las alternativas
mas usadas era la medicación vía oral, pero a partir de múltiples
estudios clínicos, un grupo importante de pacientes que no
respondían a esta terapia convencional, comenzaron a tener
resultados alentadores con la aplicación de toxina botulínica tipo
A", afirmó Juan Tejerizo, médico urólogo del Hospital Italiano.
En una primera etapa, la toxina (conocida comercialmente como BOTOX)
comenzó a utilizarse de manera experimental en cuadros de
incontinencia por vejiga hiperactiva neurogénica.
Actualmente, los resultados son alentadores, no sólo en este grupo
de pacientes sino también en los pacientes con vejiga hiperactiva
idiopática donde habían fracasado otros tratamientos.
En casos severos, la hiperactividad de la vejiga puede provocar
reflujo vesico-ureteral hasta llegar a la insuficiencia renal, esto
es, la orina se produce en los riñones y a través de dos conductos
llamados uréteres, desciende hasta la vejiga y de la vejiga sale al
exterior.
"En el caso de vejiga hiperactiva, la orina puede ascender por los
uréteres hacia los riñones provocando el mal funcionamiento de
éstos. En la insuficiencia renal el uso de BOTOX disminuye las
contracciones anormales de la vejiga aumentando la capacidad de la
vejiga, disminuyendo el riesgo de reflujo y logrando controlar la
incontinencia urinaria", sostuvo Gabriel Favré, médico urólogo del
Hospital Italiano.
Es así, como el uso localizado de esta toxina permite a los
pacientes realizar las micciones en forma espontánea, sin el uso de
cateterismos y sin la presencia de incontinencia, devolviéndole su
independencia en las actividades diarias tanto profesionales como
personales
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