Consejos para
ahorrar combustible
La web hoyMotor16 hoyMotor16.com
propone una serie de medidas con las que se conseguirá una
conducción sostenible con un ahorro de hasta un 25% del gasto en
combustible y la reducción de emisiones contaminantes a la atmósfera
Lo primero que hay que tener en
cuenta es que la velocidad es el principal enemigo del conductor, y
ya no sólo por las multas que puede suponer, sino por el estrés y
las alteraciones que produce en la conducción: los metros libres de
calzada provocan acelerones y frenazos de los conductores deseosos
de llegar a su destino. Esto, además de aumentar la contaminación
también incrementa el consumo de carburante.
unque parezca una tarea difícil, el conductor debe intentar reducir
la tensión y poner en práctica una conducción calmada, que tiene
muchos beneficios: reducción del consumo, aumento de la seguridad y
de la distancia con el coche que nos precede, más confort,
disminución de las emisiones de dióxido de carbono y un menor coste
del mantenimiento del vehículo.
Las claves son simples aunque implican quitarse esos "vicios" que
tenemos al volante:
Circular en marchas largas, siempre dentro del margen de
revoluciones en el que el motor entrega su cifra de par óptima, para
disponer de buenas recuperaciones y no perder respuesta en caso
necesario.
No apurar el cambio de las marchas al acelerar, marcando como
referencia la franja entre 1.500 y 2.200 revoluciones por minuto
(rpm) en motores gasolina y entre 1.500 y 2.500 en diésel.
Al conducir de forma previsora, anticipándonos a las circunstancias
del tráfico, garantizamos viajes más seguros y cómodos y evitamos
los acelerones y frenazos que aumentan el consumo.
Circular a una velocidad uniforme: si no pisamos el acelerador el
motor no consume.
Tener presente también la contaminación acústica de los coches: un
motor que gira a un régimen de 4.000 rpm equivale a treinta y dos
motores que lo hacen a sólo 2.000 rpm.
Otros factores que influyen en el consumo son:
El estado de los neumáticos, la presión y su anchura. Según un
estudio de la Fundación de la Federación Internacional de
Automovilismo y Bridgestone, la inadecuada presión de los neumáticos
supone el consumo de 8.000 millones de litros más de carburante al
año y provoca que se emitan cada año 18,4 millones de toneladas de
CO2 a la atmósfera. Por cada bar de presión menos, el consumo se
incrementa entre un 1 y un 3%.
La temperatura del climatizador. 22ºC sería la idónea, no menor. El
uso del aire acondicionado incrementa hasta un 20% el consumo del
coche.
El estado de los filtros. Hay que comprobar periódicamente que los
filtros estén limpios. Son los responsables de introducir aire en el
sistema de carburación del coche. Si no dejan pasar la cantidad de
aire necesaria, el equilibrio de la mezcla se rompe y se consume más
combustible.
Las ventanillas abiertas aumentan la resistencia del coche en
circulación, y por tanto, aumentan el consumo, especialmente en
carretera.
Lo mismo ocurre con las bacas o cofres portaobjetos, que pueden
llegar a incrementar un 32% el consumo. Si nos las estamos
utilizando, es aconsejable retirarlas.
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