Trucos para hacer un 'uso no oficial' de medicamentos
Un especialista en
Medicina Preventiva deja al descubierto los trucos a los que recurre
la industria farmacéutica para lograr que ciertos remedios puedan
ser usados para cuestiones que exceden el fin para el que fueron
autorizados oficialmente
Algunos medicamentos cuentan con la
inscripción off-label en la etiqueta
para que puedan ser
usados para fines que no fueron aprobados oficialmente por las
autoridades. Esta práctica no está prohibida pero
la industria tiene vetada la promoción y el marketing de estas
indicaciones 'extraoficiales'.
"Una vez que un fármaco se autoriza al menos con una indicación,
también es posible prescribirlo para otra enfermedad, en otra
población diferente, y en dosis o presentaciones distintas, aunque
estos nuevos usos no
hayan pasado por ninguna prueba ni control sobre su seguridad",
explica el especialista Adriane Fugh-Berman, de la
Universidad de Georgetown (en Washington, EEUU) y Douglas Melnick,
en la revista PLos Medicine.
En algunas ocasiones el uso 'off label' puede justificarse, y hasta
puede ser beneficioso para algunos pacientes que no disponen de
ninguna otra alternativa terapéutica beneficiosa (en el caso de
tumores muy avanzados o enfermedades raras, por ejemplo). Pero no
siempre es así: "En 2001 se extendieron 150 millones de
prescripciones 'extraoficiales', el 21% de ellas para 160 de los
fármacos más habituales en EEUU". Y en el 75% de los casos sin
disponer de datos científicos sobre su eficacia.
El trabajo publicado por
el especialista destaca que uno de los métodos es utilizar
como 'señuelo' la indicación oficial. "Durante su fase de
desarrollo, los
medicamentos pueden ser prometedores para varias cosas, pero las
compañías focalizan la investigación en sólo una o dos de ellas",
explica.
Después de que se haya instalado el medicamento como beneficioso
para cierto tratamiento,
la empresa apela al "por debajo de la mesa" de los otros usos en los
que sospecha que el principio activo puede tener efectividad,
publica El Mundo
.
Para ello utilizan el llamado 'marketing del rumor'
(buzz marketing, en inglés), que consiste en ir difundiendo la
sensación de que el fármaco también funciona 'fuera de la etiqueta'.
En este sentido suelen recurrir al boca a boca, a través de
prestigiosos líderes de opinión (médicos especialistas,
consideradores referentes en un área concreta), que van sembrando el
mensaje, o bien de artículos científicos y pósters que se presentan
en foros y congresos científicos ("diseminando la información lo más
posible en la literatura científica").
Desde el punto de vista
empresarial, subraya el documento, los usos no autorizados
suponen una importante ganancia económica, ya que es mayor la
población que consume el fármaco, sin haber tenido que gastar sumas
millonarias en realizar un ensayo clínico que demuestre sus riesgos
y beneficios
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