Una de las
características más destacadas de
Google Chrome es que cada una de
las pestañas se ejecuta en su propio
proceso, de forma que el comportamiento de
una no afecte al resto. De hecho, probándolo
una de las pestañas se ha cerrado,
probablemente por un cuelgue de algún
elemento, pero el resto del navegador ni se
ha inmutado.
Para ver cada
uno de estos procesos disponemos de un
visor, en el cual podremos examinar la
cantidad de CPU y de memoria usada por cada
uno de ellos, algo muy útil para
desarrolladores, pero también para usuarios
avanzados que podrán comprobar cuales son
las páginas que usan más recursos.
Como se ve en
la imagen, incluso los plug-ins externos,
como Flash, se muestran en este visor de
procesos, desde donde podremos eliminarlos
en caso necesario.
Muchas cosas
nos dejamos en el tintero con estas primeras
impresiones, pero en aplicaciones de este
tipo es necesario un uso intensivo para
comprobar su funcionamiento y rendimiento a
largo plazo. Google Chrome
presenta una interfaz austera y poco
personalizable, pero un potencial muy
grande.
No dispone de
plugins, pero sus desarrolladores
han afirmado que están implementando una API
para hacerlo posible, por lo que un sistema
de extensiones como el de Firefox se prevé
en un futuro.
Algunas de
las cosas que no me han gustado han sido el
modo de moverse a través de las pestañas
mediante Ctrl + Tab, realizando simplemente
un ciclo entre las diferentes pestañas
abiertas, sin más opciones de selección.
Algo similar sucede cuando cerramos una
pestaña, mostrándose la que se encuentra a
su derecha en lugar de la última que estaba
seleccionada como sucede en Opera, algo que
resulta muy cómodo.
Otro de los
fallos es que al seleccionar un fichero (por
ejemplo para subir las imágenes de esta
entrada) no podemos movernos a los
siguientes campos usando el tabulador.
En fin, se
trata de una beta por lo que la
cantidad de fallos debe ser alta y no es
cuestión de nombrarlos todos. Esperemos que
desde Google sean capaces de mejorar aún más
Google Chrome y de lanzar
pronto las versiones para Mac OS X y Linux.
Por ahora parece tener un futuro prometedor,
pero no es la panacea ni un navegador para
uso diario