SE PUEDE TENER
SEXO DESPUES DE UN INFARTO?
Reemprender la vida sexual después
de un infarto es posible, como cualquier otra actividad que requiera
esfuerzo físico, siempre que se sigan los cuidados y recomendaciones
del médico, tanto en el cambio de hábitos como en el seguimiento de
una alimentación adecuada
Después de un ataque al corazón, los
pacientes de la tercera edad y sus parejas preguntan a menudo si
pueden reemprender su actividad sexual, ya sea por miedo o porque
las ideas generales así lo indican, temen que la aceleración del
ritmo cardiaco desencadene otro infarto de consecuencias fatales.
Estos temores se basan, entre otras cosas, en estudios estadísticos
que concluyen que el infarto es el primer factor de muerte en la
población adulta en los países industrializados, hecho que en México
cobra siete víctimas por hora.
Sin embargo, un infarto no es incapacitante y requiere, sí, de
cuidados específicos, pero que no son imposibles y representan
mínimo esfuerzo en comparación con el tiempo de que se podrá
disponer para seguir disfrutando de la vida, el amor y la
sexualidad.
Cuidados después de un infarto
Lo primero que debe entender una persona que se recupera de un
infarto es que mientras se encuentre hospitalizado o en recuperación
no podrá estar al frente de sus asuntos personales, y muchos menos
si éstos tienen que ver con negocios, de manera que debe ser
prudente y hacerse a la idea de que sus actividades serán vigiladas
y programadas por personal especializado o algún familiar o amigo.
Cada día que pasa no significa un desperdicio, sino que el corazón
se está recuperando, y cuanto más tiempo se acumule desde el ataque,
más oportunidades se tendrán de evitar un segundo infarto y vivir
plenamente, por lo que es mejor canalizar la ansiedad en valorar lo
que se tiene y forjarse nuevos proyectos.
Para que la actividad física y sexual vuelvan a su nivel anterior,
una serie de hábitos deberán desecharse, como fumar, beber y
consumir grasas o sal en exceso, en tanto que otros nuevos se
establecerán en beneficio de la salud, como es el caso de rutinas de
ejercicio según lo establezca el médico y la incorporación a la
dieta diaria de alimentos como carne blanca, pescado, aceite de
oliva, aguacate, cacahuate, y frutas y verduras en general.
Todas las actividades físicas habituales y de trabajo deberán
reiniciarse, igualmente, de manera gradual, luego de un periodo de
recuperación y tan pronto como el cardiólogo lo indique.
Actividad sexual
Respecto a la sexualidad, lo mejor es adoptar una postura moderada,
es decir, no precipitarse a reanudar las relaciones íntimas ni creer
que este aspecto de la vida ha terminado. Lo más conveniente es
esperar un lapso razonable antes de reiniciar cualquier actividad
física moderada o intensa, aproximadamente uno o dos meses después
del ataque.
En primer lugar, debe considerarse que la exigencia al corazón,
aunque no es tan intensa como pudiera pensarse (es la misma que
cuando se da un paseo ligero o se suben uno o dos pisos por una
escalera) implica esfuerzo de la persona convaleciente, pues los
encuentros íntimos aumentan frecuencia cardiaca, respiración y
presión arterial, así que es mejor retomar el ritmo sin prisa.
La contraparte se da en aquellas personas que temen reanudar las
actividades que impliquen esfuerzo por miedo a sufrir un segundo
infarto. Hay que decir al respecto que la recuperación, cambio de
dieta y hábitos permiten estabilizar al corazón de manera tan óptima
que todas las actividades de la vida diaria, incluido el sexo, se
pueden realizar normalmente.
Los especialistas recomiendan que las relaciones sexuales se
mantengan con una persona ya conocida, en un ambiente cotidiano y de
la misma forma que se hacía antes de sufrir el infarto, sin someter
al cuerpo a un esfuerzo excesivo o sobreexcitación. Si aparecieran
dolor torácico, palpitaciones o extrema dificultad para respirar, es
mejor detenerse y, como en cualquier otro aspecto de salud,
consultar al médico.
En todo caso, deberán considerarse las siguientes recomendaciones al
mantener relaciones sexuales luego de recuperarse de un infarto:
* Elija un momento en el que esté descansado, relajado y libre de
cualquier sentimiento estresante.
* Opte por un lugar tranquilo en el cual no puedan ser
interrumpidos.
* Espere entre 1 y 3 horas después de comer, para permitir que se
lleve a cabo correctamente la digestión.
* Elija permanecer debajo de su pareja, pues esta posición implica
menos esfuerzo.
* Piense que no es momento de probar posturas ni experiencias fuera
de lo común.
* Tome su medicina antes de tener relaciones si así se le ha
prescrito.
Es conveniente que cualquier duda sobre el desarrollo de su vida
sexual a partir de un acontecimiento cardiaco sea consultada con su
médico, quien seguramente le recordará que quien ha sufrido un
infarto no está condenado a vivir el resto de su existencia en la
inmovilidad
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