DOMINGO DE RAMOS
Para los cristianos, el Domingo de Ramos
es el primer día de la Semana Santa, período en que conmemoran la
Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús de Nazaret. Se inicia
rememorando la Entrada de Jesús en Jerusalén. La fecha de
celebración varía cada año, siempre en el entorno de los meses de
marzo y abril.
La
Liturgia del Domingo de Ramos
"Cuando se acercaban a Jerusalén, junto
a Betfagé y a Betania, frente al monte de los Olivos, Jesús envió
dos de sus discípulos, y les dijo: entrad en la aldea que está
enfrente de nosotros, y luego que entréis en ella, hallareis un
pollino atado, en el cual ningún hombre ha montado; desatadlo y
traedlo. Y si alguien os dijere: ¿Por qué hacéis eso? decir que el
Señor lo necesita, y que luego lo devolverá. Fueron, y hallaron el
pollino atado afuera a la puerta, en el recodo del camino, y lo
desataron. Y unos de los que estaban ahí les dijeron: ¿Qué hacen
desatando el pollino? Ellos entonces les dijeron como Jesús había
mandado; y los dejaron ir. Y trajeron el pollino a Jesús, y echaron
sobre él sus mantos, y se sentó sobre él. También muchos tendían sus
mantos por el camino, y otros cortaban ramas de los árboles, y las
tendían por el camino. Y los que iban delante y los que venían
detrás daban voces, diciendo: ¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el
nombre del Señor! ¡Bendito el reino de nuestro padre David que
viene! ¡Hosanna en las alturas! Y entró Jesús en Jerusalén, y en el
templo; y habiendo mirado alrededor todas las cosas, como ya
anochecía, se fue a Betania con los doce" (Mateo 21, 1-11).
Las ceremonias litúrgicas de ese día comienzan con la bendición de
las palmas y ramas de olivo o laurel que llevan en sus manos los
fieles, rememorando el pasaje evangélico. Durante la ceremonia de la
misa se da lectura al relato completo y dramatizado de la Pasión.
Para darle mayor fuerza, suelen hacerlo entre tres personas: uno (el
sacerdote celebrante) leerá las partes de Cristo, otro (el Sanedrín)
leerá las líneas de los demás personajes y uno tercero (el Cronista)
hará de narrador.
Narración
evangélica
De acuerdo a los Evangelios Canónicos la
Entrada a Jerusalén describe el momento en que Jesús de Nazaret
entró triunfalmente a Jerusalén, en medio de una multitud que lo
aclamaba como el Hijo de Dios. El Domingo de Ramos conmemora este
hecho. La narración de la entrada a Jerusalén está escrita en el
Nuevo Testamento, de la Biblia, siendo mencionada por todos los
evangelios canónicos: (Evangelio de Mateo capítulo 21, 1-9;
Evangelio de Marcos capítulo 11, 1-10; Evangelio de Lucas, capítulo
19, 28-40; Evangelio de Juan, capítulo 12, 12-19)
Antes de entrar a Jerusalén, Jesús se detuvo en Betania y Betfagé, y
el Evangelio de Juan añade que cenó con Lázaro y sus hermanas María
y Martla. Ahí, se describe que Jesús envió a dos discípulos (no
mencionados) a la aldea cercana, con órdenes de recuperar un borrico
que había sido atado, pero nunca montado y dijo Si os preguntan,
decid que el Señor necesita el borrico, y que les será devuelto
luego
Los sinópticos y Juan establecen que Jesús supo que había gente en
el área, como Simón el Leproso, así que pudo haber argumentado que
la presencia del borrico había sido organizada por los discípulos de
Jesús. El Evangelio de Juan, no obstante, simplemente dice que Jesús
encontró el borrico. Juan y los Sinópticos establecen que Jesús
entonces montó al borrico (o en Mateo al borrico y a la burra, madre
de éste), dentro de Jerusalén. Los sinópticos añaden que los
discípulos pudieron poner sus capas en el animal, haciéndolo así más
confortable. Los Evangelios describen cómo Jesús entró a Jerusalén y
cómo la gente alfombraba su camino y también cómo dejaba a un lado
pequeñas ramas de árbol. La gente también cantaba una parte del
Libro de los Salmos, específicamente los versículos 25-26 del
capítulo 118. ...Bendito es el que viene en el nombre del Señor.
Bendito es el enviado del Reino de Nuestro Padre David... El lugar
de esta entrada no está especificado, pero se supone que tuvo lugar
en la Puerta Dorada, desde donde se creía que el Mesías entraría a
Jerusalén, otros estudiosos piensan que el lugar fue hacia el sur,
pues tenía entrada directa hacia el templo. (Kilgallen 210). Ver
también Marcos 11
Domingo de Ramos
En la Semana Santa se celebran los misterios de salvación realizados
por Cristo en los últimos días desde su entrada mesiánica en la
ciudad de Jerusalén.
La semana santa comienza con el domingo de Ramos de la Pasión Señor,
que une el triunfo de Cristo -aclamado como Mesías por los
habitantes de Jerusalén y hoy en el rito de la procesión de las
palmas por los cristianos- y el anuncio de la pasión, con la
proclamación de la narración evangélica en la Misa.
Los ramos no son algo así como un talismán o un simple objeto
bendito, sino el signo de la participación gozosa en el rito
procesional, expresión de la fe de la Iglesia en Cristo, Mesías y
Señor, que va hacia la muerte para la salvación de todos los
hombres. Por eso, este domingo tiene un doble carácter, de gloria y
de sufrimiento, que es lo propio del Misterio Pascual.
Los días que van hasta el Jueves Santo pertenecen al tiempo
cuaresmal, pero están caracterizados por los últimos acontecimientos
de la vida del Señor, con exclusión de otras celebraciones.
En la mañana del Jueves Santo (o en otro día cercano), el obispo
celebra, junto con su presbiterio, la Misa Crismal o de los Santos
Oleos, en la que se bendicen los óleos que se usarán para la
celebración de los sacramentos.
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