TECNICAS
TANTRICAS
Aprende como combatir la eyaculación
precoz, uno de los grandes fantasmas masculinos -y frustraciones
femeninas- con la ayuda del Tantra
Pasos y momentos
Hay que recordar
siempre, con algún recurso mnemotécnico si se desea, los pasos y
momentos del control:
1 -Relax
2 -Conciencia
3 -Medición
4 -Propio Ritmo
5 -Circulación de
la Energía
6 -Montar la Ola
1) Relax:
Esta es la base de
la técnica toda, es sobre lo que se construye toda la habilidad de
controlar el momento de la eyaculación y la capacidad de tener
orgasmos internos. Con rélax nos referimos a tener el poder de
encontrar la calma y el relax en el momento de mayor excitación.
Hacer el amor en
forma tántrica suele ser algo tranquilo, lento, que lleva un tiempo,
donde cada parte de la pareja debe tomarse su tiempo para realizar
el acto.
Y, en este tipo de
acto sexual, es mucho más fácil relajarse y pensar, que si estamos
haciendo el amor de forma salvaje y veloz. Ya el hecho de ir más
lento hace que estemos más relajados.
2) Conciencia:
Estar relajados nos
permite abrirnos, aumentar nuestra conciencia, elevar nuestros
sentidos, abrir la mente al universo y enfocarla en todo lo que en
él ocurre. Y, especialmente, enfocar nuestra mente y nuestra
conciencia, mucho más amplia ahora, en el momento de placer por el
que estamos atravesando. Si podemos apreciar lo bien que nos
sentimos y lo placentero que es lo que estamos haciendo, más
posibilidades hay de que podamos bajar el ritmo, relajarnos e ir más
despacio.
3) Medición:
El siguiente paso,
una vez que hemos logrado estar abiertos y con todos nuestros
sentidos alerta y aumentados en sus capacidades, es monitorear y
medir nuestro nivel de excitación.
Sí, como hemos
logrado estar en armonía con nuestros sentidos y sensaciones, ahora
deberíamos ser capaces de mantener un estricto control sobre nuestra
excitación (control entendido como la capacidad de hacer un
seguimiento, para saber dónde se encuentra nuestro nivel de
excitación).
Una vez que sabemos
donde estamos parados con respecto a nuestra excitación, podemos
pasar al otro tipo de “control”, aquel que nos da la posibilidad de
dirigir nuestra excitación, de reducirla y aumentarla, de
modificarla para aumentar el disfrute, tanto nuestro como el de
nuestra pareja. Las cosas que nos excitan y que nos hacen perder la
excitación no son siempre las mismas, cambian con el tiempo e
incluso pueden cambiar con nuestro estado de ánimo o con nuestro
humor, por lo cual pueden ser diferentes de un día para el otro. Y
no son siempre obvias.
La idea de este
paso es conocernos a nosotros mismos, ser capaces de leernos y saber
exactamente dónde estamos, para poder ejercer un control y modificar
la excitación de la forma en que lo deseemos. A medida que
practiquemos, seremos capaces de ejercer más y más control sobre
esta medición, hasta dominarla casi completamente.
4) Ritmo:
Cuando hablamos de
propio ritmo, nos referimos a ser capaces de dominar la forma en que
nos movemos, el “ritmo” que llevamos durante el acto sexual, para
reducir su velocidad. Si nos concentramos en el momento, en las
sensaciones que estamos sintiendo durante el acto sexual, no en
llegar al orgasmo o a la eyaculación, lo más seguro es que
mantendremos un ritmo más sosegado, menos veloz y violento,
disfrutando el proceso más que el final.
Siempre debemos
recordar que hacer el amor no es correr una carrera, que no hay
plazos de entrega ni un tiempo o un record para batir, sino que a lo
que apuntamos es a conseguir un momento placentero y de conexión con
nuestra pareja o con nosotros mismos. Debemos bajar la velocidad,
tomarnos nuestro tiempo, no apurarnos, llevarlo con calma, disfrutar
realmente de lo que estamos haciendo, dejando el final para el
momento en que se haga necesario o en que el proceso verdaderamente
este llegando a su fin.
Llevar el ritmo
correcto es una parte vital en el control.
La palabra clave en
mantener el ritmo es “cima”. ¿A que nos referimos con “cima”? La
cima seria un momento de gran excitación, el de mayor excitación, el
cual una vez superado lleva al orgasmo.
Para lograr
mantener una aproximación adecuada a las “cimás”, lo que debemos
hacer es ajustar los estímulos que nos llevan al momento de placer,
de forma que podamos manejarlos y llegar cerca de la cima una y otra
vez, sin superarla nunca, y volviendo a bajar en el momento en que
estemos a punto de hacerlo. Con esto lograremos crear momentos de
placer, subir y bajar en la escala, sin nunca eyacular realmente.
Básicamente, para
decirlo de una forma muy grafica, es caminar por la cornisa entre
recibir tanto placer como sea posible de la situación y absorberlo,
sin nunca pasarnos tanto que se produzca la eyaculación. Nunca
debemos superar la “cima”, porque esto significa llegar demasiado
lejos en la cantidad de placer que podemos recibir, y por lo tanto
se producirá un orgasmo con eyaculación, justamente lo que estábamos
tratando de evitar.
La clave de esta
técnica es lograr caminar correctamente esta cornisa de la que
estamos hablando.
5) Circulación de
Energía:
En este ítem nos
referimos a circular la energía a través del organismo, alejándola
de los genitales y del miembro masculino en los momentos apropiados,
como ya hemos dicho anteriormente.
La idea es, en vez
de simplemente apuntar a conseguir un orgasmo tan grande como sea
posible, tan rápidamente como sea posible, manejar la energía, para
poder repartirla por todo nuestro cuerpo, permitiendo que todo
nuestro organismo se eleve a niveles más y más altos de placer con
cada orgasmo interno que tengamos.
Además, como la
energía no se desperdicia siendo lanzada del organismo en la
violenta forma que es la eyaculación, sino que se la pone en
movimiento en forma interna una y otra vez, siempre dentro nuestro,
la resistencia que podamos tener durante el acto sexual aumenta a
niveles casi infinitos. Por esto es que esta parte es de una
importancia vital.
Cuanto más
excitación se vaya construyendo, más energía deberíamos ser capaces
de redirigir hacia las otras regiones de nuestro cuerpo para su
reutilización.
Las sensaciones que
este proceso trae acarreadas son, como mínimo, de un nivel de placer
mucho mayor que el orgasmo normal.
6) Montando la Ola:
A este proceso que
hemos estado describiendo de aumento del placer a través de los
múltiples orgasmos internos se lo llama montar la ola y es el ultimo
paso a explicar aquí y, por supuesto, el más importante y la técnica
más importante que podemos explicar. Montar la ola es una
explicación perfecta de cómo vamos progresando en la escala de
obtención de placer, aumentándolo constantemente a través de las
subidas y bajadas, dejándonos llevar por este proceso.
Este aumento
escalonado del placer no es experimentado, lamentablemente, por
aquellos que llegan velozmente a la eyaculación. Ellos nunca
desarrollan su habilidad para absorber más y más placer, por recibir
cada vez más placer antes de terminar. Pero cuando uno lo logra, las
sensaciones de la ola son de un éxtasis total, que no puede ser
comparado de ninguna forma con el orgasmo común que todos
experimentamos.
Esta serie de pasos
y momentos en la técnica son una explicación simplificada pero
correcta y completa de cómo se produce este proceso en escala de
creación de energía sexual y placer, de la forma en que éste aumenta
como si de una rampa se tratase.
Práctica
Lo cierto es que,
una vez experimentado este tipo de orgasmo, la desesperación
masculina por llegar a la eyaculación y simplemente derramar tanto
semen como sea posible se nos volverá incomprensible. O, mejor
dicho, la comprenderemos, pero no habrá forma de que la compartamos
y hasta nos parecerá un tanto triste lo limitado que esta
perspectiva es, con todas las otras posibilidades que se abren y de
las que la mayor parte de los hombres no conoce absolutamente nada.
Pero hasta aquí
todo ha sido teórico y, lamentablemente, con leer unas cuantas
líneas no alcanza para ser un experto en ninguna disciplina. La
practica es imprescindible, ya que no hay mejor forma de conocer que
a través de la propia experiencia (el que en este caso la practica
pueda llegar a ser algo tan placentero, es simplemente un valor
agregado).
La práctica es
necesaria, como en todo ejercicio relacionado con el Tantra, para
poder cambiar nuestros patrones de energía, nuestros hábitos y,
principalmente, nuestra mentalidad con respecto a los fenómenos.
El Tantra es no
sólo una forma de conseguir placer, una filosofía que ve el sexo y
el placer como un medio de celebración, sino una forma de hacer el
amor totalmente distinta a la que es habitual en las sociedades
occidentales, mucho más amplia y espiritual, mucho más cercana a la
meditación que a un simple acto animal guiado por los instintos y
nada más.
El Ejercicio
Como la mayor parte
de los ejercicios relacionados con el Tantra, éste tiene como base
la respiración sexual, una practica básica de toda la filosofía
tántrica. Nos referimos a la respiración pausada, rítmica, relajada
y con un patrón determinado y que es el primer paso a la hora de
empezar cualquier practica tántrica.
Esta respiración
debe realizarse desde el fondo del estomago, con toda la capacidad
de toma de aire siendo utilizada, y con una exhalación muy lenta y
tranquila, siempre en una calma total y con todos los músculos del
cuerpo tan relajados como sea posible.
En este caso en
particular, en el de este ejercicio, ésta respiración está
acompañada de los sonidos y movimientos que normalmente realizamos
durante el clímax del acto sexual, en el momento en que llegamos al
orgasmo. Si logramos aprender esta respiración y hacer un análisis,
entenderemos realmente porque la respiración es una parte tan
importante y remarcada en la practica del sexo tántrico.
Una vez hecha esa
aclaración, empecemos a ver el ejercicio propiamente dicho, que
consta de una serie de paso descriptos individualmente, simples y
fáciles de seguir.
Esta práctica debe
ser hecha con una pareja, no en soledad, y la idea es utilizar la
respiración sexual a la que hacíamos referencia anteriormente para
alejar la excitación y la energía de nuestras zonas más erógenas y
repartirla por todo el cuerpo.
Fuente: EnPlenitud
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