Durante la última década, pocos
programas en el Reino Unido han sido capaces de crear polémica y
escándalo en tan elevadas dosis como el Gran Hermano, un espacio
enmarcado dentro de la conocida "telebasura" que llega ahora a
su fin por motivos creativos y económicos.
Channel 4, la televisión privada británica que cuenta con los
derechos del programa desde su estreno en el año 2000, anunció
este miércoles que la edición número 11 del concurso, que se
emitirá a principios de 2010, será la última del controvertido "reality",
del que se han realizado versiones en más de 60 países, entre
ellos Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador y México.
A lo largo de su historia, la casa del Gran Hermano británico ha
sido testigo de romances, escenas de sexo explícito, violentas
peleas en las que ha intervenido la seguridad privada del show o
graves incidentes racistas que han trascendido al plano
internacional. El más famoso fue el protagonizado por la
desaparecida Jade Goody, que profirió numerosos insultos de
tinte xenófobo a una compañera india y que alcanzó la fama
mundial después de vender a los tabloides el progreso del cáncer
de cuello de útero que le fue diagnosticado y su posterior
fallecimiento.
El director de programación de la cadena, Kevin Lygo, señaló que
la decisión de poner fin a este espacio, en un principio
presentado como un experimento social que analizaría el
comportamiento humano, "responde más a cuestiones creativas que
comerciales".
Sin embargo, muchas voces apuntan a que la verdadera razón
radica en la incapacidad de la cadena de hacer frente a los
requerimientos económicos de la productora, la holandesa Endemol.
"El Gran Hermano sigue siendo rentable a pesar del descenso en
el número de espectadores y podíamos haber renovado la licencia.
Sin embargo, tenemos que cumplir una función pública y
buscaremos nuevas formas de creatividad", explicó Lygo. De
hecho, los ejecutivos de la cadena deberán ahora buscar
alternativas para rellenar las más de 200 horas de programación
en horario de máxima audiencia que hasta ahora ocupaba el "reality".
"El Gran Hermano deja un agujero enorme en la cadena", afirmó el
director de Channel 4, Julian Bellamy, que ha añadido también
que el anuncio de hoy supone "la mayor llamada de atención
lanzada a las productoras para que saquen a la luz sus mejores
proyectos".
Vía El Nacional