QUE ES LA
SOFROLOGIA
Es una terapia donde converge la
Psicología, técnicas del Yoga, Budismo y del Zen, recomendada para
enfrentar victoriosamente situaciones de estrés, fobias, angustias,
ansiedades, bloqueos e inhibiciones.
"Mucha gente suele equipar la
Sofrología con la hipnosis. Esta idea es errónea, ya que si bien se
afirma en ella, la sofrología es una
escuela altamente estructurada donde converge la Psicología ,
técnicas del Yoga, del Budismo y del Zen, además de Filosofía
Existencial como toma de posición de vida profundamente humana",
explica el psicólogo José Aranda, vicepresidente y docente de la
Asociación de Hipnosis y Sofrología de Buenos Aires Emile Coue.
Haciendo un poco de historia, el origen del término Sofrología se
remonta a 1961. Fue el Dr. Alfonso Caicedo, profundo investigador de
la consciencia humana, quien lo planteó en el V Congreso
Internacional de Psicoterapia Médica celebrado en Viena. El propuso
crear una escuela que estudiara en profundidad los estados de la
conciencia humana, sus cambios posibles, y los factores que la
producían. Y para el año 1970, en el Primer Congreso de Sofrología
de Barcelona, se presentó la disciplina en forma orgánicamente
estructurada para su aplicación en sus variantes terapéuticas y
pedagógicas.
"A diferencia de otras escuelas psicológicas causalistas que
centran su metodología en el pasado, la sofrología pone su objetivo
en el futuro, reactiva los aspectos dinámicos positivos latentes en
cada ser humano, brindándole los elementos
necesarios para hacer frente a las circunstancias de la vida",
afirma el licenciado Aranda, quien aclara que: "esto no
implica que parte de sus técnicas no se refieran al pasado en
intención de rescatar aspectos positivos de experiencia para su
aplicación en el porvenir. La sofrología se vale de los tres
parámetros existenciales: pasado, presente y futuro, aunque
privilegie este último en forma preferente".
Esta técnica está recomendada especialmente para enfrentar
victoriosamente situaciones de estrés, fobias, angustias,
ansiedades, bloqueos, inhibiciones y un amplio espectro de
manifestaciones psicosomáticas de la más variada índole. En
el área de trabajo y pedagogía del Liceo Voltaire, en el de Calais y
en el centro de formación periodística de Francia se han obtenido
muy buenos resultados utilizando esta técnica. Países como Suiza,
Alemania, Bulgaria, la Unión Soviética aplican la Sofrología en el
deporte: equipos de sky, tenis, canotaje, fútbol y boxeo. Y en
medicina y psicoterapia ha sido y es utilizado con éxito en
ginecología, obstetricia, gastroenterología, trastornos
cardiovasculares, respiratorios, problemas dermatológicos, obesidad,
migrañas, enuresis, entre otros.
La terapia puede ser individual o grupal. Y comienza con una
relajación física y mental, ejercicios de respiración, seguida por
la aplicación de las técnicas sofrónicas. "Dentro de los diversos
estados de conciencia, nuestra disciplina actúa en lo sofrónico que
es esa delgada franja existente entre la vigilia y el sueño, ese
estado de calma en que se tiene una extraordinaria receptividad a
las ideas y sugestiones verbales que penetran profundamente en las
estructuras de cada persona, cuidando de que el sujeto esté
totalmente conciente de lo que sucede en el encuentro y tenga
libertad de aceptar y discutir diversos aspectos de la terapia, ya
que el sofrólogo trata que su paciente -aún pudiendo llegar
a estadios de hipnosis profunda con amnesia post hipnótica-
trabaje en estadíos superficiales donde se es totalmente conciente y
libre frente a las verbalizaciones del terapeuta. Ya que
como sostenía Caycedo, 'la hipnosis profunda es un ataque a la
libertad humana, y el sofrólogo tiene un total respeto por esa
libertad", comenta Aranda.
La Sofrología toma al hombre como un ser indivisible compuesto de
cuerpo, mente y espíritu en forma potencial, considerando la
existencia de tres estructuras en el aspecto mental: una estructura
subyacente, que correspondería al inconciente; una estructura
latente, que correspondería al subconsciente; y una estructura
manifiesta que correspondería a la conducta expresa. De estas tres
estructuras, la sofrología enfoca con preferencia a las latentes y
manifiestas.
"A diferencia de otras escuelas que toman la reflexión y el
pensamiento como punto de partida, nosotros comenzamos desde lo
concreto y material como es el cuerpo y sus sensaciones para ir
elevándonos a lo psíquico y espiritual, cumpliendo con los tres
principios básicos de la sofrología", afirma el licenciado y los
pasa a detallar:
*Principio del esquema corporal: "Permite que el
paciente viva su cuerpo de una manera distinta, tomando conciencia
de sus sensaciones, de su posición, de su equilibrio de su espacio
propio y del ajeno . El hombre estresado o enfermo tiene
una mala percepción de su corporalidad, de su sistema muscular y de
sus movimientos. El objetivo de este ejercicio es la toma de
conciencia de su cuerpo en movimiento y en reposo, experimentando
las sensaciones placenteras que nos proporciona. En resumen es una
aventura dentro de nosotros mismos. La aventura de ir descubriendo a
través el cuerpo los senderos que nos conducen a la armonía, el
bienestar y paz interior".
*Principio de la realidad objetiva :
"Podemos expresarlo concretamente como la conciencia de la propia
conciencia. Una aproximación real y sincera a nosotros mismos, a
nuestro mundo interioren en el que hemos ido acumulando experiencia
a través de la vida, experiencia de la que podemos extraer aspectos
positivos, negativos o neutros. Es un abrir aún más nuestros
ojos y oídos interiores con intención de aproximarnos a nuestra
propia realidad. Es descubrir en ese todo
nuestro mundo individual. Lo negativo es solo un aspecto de ese todo
en el cual hay predominancia positiva, y en ese trasfondo lo
negativo se va debilitando y vamos conformando de esa manera una
personalidad más estable y equilibrada que nos permitirá una mejor
integración a la vida".
*Principio de acción positiva : "El
destino no existe. Somos lo que pensamos. Lo que creemos que podemos
ser y llegar a ser. Este principio nos llevará a ir desarrollando
una actitud positiva que nos permitirá enfrentar problemas y hallar
soluciones. Es imposible lograr algo materialmente sin antes
lograrlo mentalmente. Esa obra pictórica que nos fascina,
ha estado en la mente del artista antes de ser plasmada en formas,
óleos y colores. La acción positiva va transformando nuestra manera
de pensar; nos enseña a pensar en nuestra habilidad para solucionar
los problemas en vez de quedar atascados en los mismos. Logramos
aquello que pensamos, que está en nuestra imaginación y que es
producto de nosotros mismos. Quien tiene menguadas aspiraciones
tiene un pobre concepto de sí mismo. El principio de acción positiva
tiende a despertar el poder interior y motorizarlo a la concreción
de nuestros objetivos. Somos libres de activar el pensamiento en
sentido positivo o negativo. Somos libres de adoptar una actitud
plañidera de impotencia o, por el contrario, elevarnos a las alturas
de nuestros anhelos en pos de nuestros objetivos. Si vemos
el mundo con los ojos de un topo lo veremos estrecho, oscuro. Si por
el contrario lo vemos con los ojos de las águilas descubrimos un
horizonte infinito, de inimaginables proyecciones, donde hay luz, el
cielo es claro y maravillosamente azul. El sofrólogo entrena a
potenciar lo positivo a través de sensaciones y percepciones
agradables a nivel corporal, con pensamientos dinamizados a nivel
mental y a nivel espiritual con una búsqueda de sentimientos de
equilibrio interior, paz, amor y armonía", concluye Aranda.
Para los profesionales de la salud y quienes estén interesados en
obtener más información sobre los cursos de Sofrología que comienzan
el 8 de agosto, pueden visitar la página de la Asociación:
http://www.escueladesofrologia.com.ar/ info@escueladesofrologia.com.ar
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