Una familia
ahorra casi $ 6.000 al año gracias a los descuentos de las tarjetas
Se calcula que una familia tipo, en la
que cada cónyuge que gasta entre $ 800 y $ 1.000 por mes, puede
ahorrar cerca de $ 6.000 al año, utilizando todas las rebajas en los
diferentes rubros que ofrece cada banco. El beneficio, por supuesto,
es aún mayor para los que crucen plásticos de más de una entidad
Los clientes que utilicen religiosamente
las promociones de su banco tienen mucho por ganar, sobre todo si se
apuran. El Cronista realizó un sondeo entre algunas entidades
financieras que pisan fuerte en el mercado de descuentos, desde
donde –calculadora en mano– estimaron cuánto llega a ahorrar un
usuario al mes con los descuentos que cada entidad ofrece en los
distintos rubros a través de las tarjetas de crédito.
En el actual contexto de agresivas ofertas, desde los segmentos de
clientes más bajos hasta los más vip pueden obtener una ventaja
cuantiosa si aprovechan todos y cada uno de los beneficios. De todas
formas, como cada público pertenece a un mundo de consumo
particular, los bancos hicieron sus cálculos sobre la base de casos
hipotéticos tomando como ejemplo a un cliente promedio, cuyos
consumos son “básicos”. Según el caso, este tipo de cliente,
detallaron, gasta en promedio entre $ 800 y $ 1.000 por mes con
tarjeta de crédito. Y, según la oportunidad y el uso de los
distintos descuentos, puede ahorrar entre $ 100 y $ 250 mensuales.
Si se toma una familia tipo –padre, madre y dos hijos (suponiendo
que cada cónyuge cuenta con tarjeta de crédito y ambos utilizan los
descuentos)– y el ahorro más alto, la cifra se puede duplicar.
Claro, que hay gastos que entre los jefes de un hogar son
compartidos. Si el resultado se anualiza, en el caso de que se
mantengan los mismos descuentos y los mismos consumos durante los 12
meses, estamos hablando de unos u$s 6.000 o cerca de u$s 1.500 de
ahorro al año.
Los números para el bolsillo
Desde una de las entidades líderes consultadas hicieron este cálculo
promedio por algunos rubros: “se estima que un cliente promedio
gasta y ahorra con tarjeta al mes lo siguiente: en supermercados
gasta unos $ 175, y se calcula que con un descuento de 25% ahorra
$45 por mes. En restaurant, consume $ 21, y con un descuento del 30%
se ahorra $ 6. En artículos del hogar paga $ 50, y con un 20% off se
ahorra $10. Para el rubro combustible gasta $ 45, con un descuento
de 10%, el ahorro es de $ 4. En los rubros de indumentaria se estima
un gasto mensual de $ 178, con un descuento de 20% un ahorro de $ 36
y en farmacia y perfumería, siguiendo el orden los números son $ 25,
10% y $ 3”. Así, en el banco estimaron que si suman más rubros un
cliente promedio gasta un total de $ 1.000 con tarjeta al mes y se
ahorra aproximadamente unos $ 100 o un 10% mensual.
No obstante, estos serían consumos básicos aproximados. Si se trata
de un cliente de banca vip, explicaron en el sector, seguramente los
consumos sean más altos y, en esta línea, los beneficios acompañarán
(siempre y cuando el banco no haya puesto un tope para la
promoción). Pero, dentro del segmento con mayor poder adquisitivo
resulta frecuente que los clientes utilicen más de un plástico y el
ahorro puede llegar a ser aún mayor. “Depende del crosselling que
tiene el cliente puede llegar a ahorrar más por mes por el cruce de
tarjetas”, explicó Leonardo Maglia, gerente de marketing de Banco
Comafi.
No hay que obviar los gastos
Por lo general, los bancos suelen vender las tarjetas de crédito
asociadas a un paquete de productos donde los gastos de
mantenimiento y de renovación se bonifican. Sin embargo, sobre todo
para aquellos usuarios con más de un plástico, hay costos altos. De
esta manera, dentro del dinero que se puede ahorrar por utilizar el
descuento hay que restarle los gastos y comisiones de la tarjeta,
que varían –y bastante– según la entidad. Para poner un ejemplo, los
gastos administrativos pueden costar $ 12 mensuales y los de
renovación, por caso, pueden alcanzar los $ 300 o más anuales para
los clientes vip.
Como sea, los que quieran ahorrar un poco o mucho en sus consumos
deben apurarse. En el sector financiero, si bien reconocen que la
política de descuentos continuará, adelantaron que en 2010 las
rebajas serán “menos agresivas, menos frecuentes y más segmentadas”.
Al fin y al cabo, “alguien está pagando la fiesta” en una economía
que se recuperó, sostuvieron
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