Las aventuras de Ricardo Fort se
hicieron dibujos animados. Se levanta a la mañana y se asusta cuando
al abrir los ojos encuentra a su seguridad al lado de su cama en su
mansión de Miami. Mirá el video
Las aventuras de Ricardo Fort se
hicieron dibujos animados. Se levanta a la mañana y se
asusta cuando al abrir los ojos encuentra a su seguridad al
lado de su cama en su mansión de Miami. “Aflojá, querido,
nunca dormis vos”, pregunta el hombre de los chocolates.
“Dani la muerte no duerme, descansa”, responde.
Fort dice que no usará ninguno de sus autos y que irá
caminando: entonces se lo ve arriba de una cinta de gimnasio
sobre su limousine y encuentra en el camino a Susana Giménez.
“¿Qué te pasó Su, se te rompió esa batata?”, increpa a la
Diva de los teléfonos... “¿A eso le llaman Rolls Roys?...
cuando quieras uno último modelo pedimelo Su, tengo de
sobra”, agrega.
Así comienzan las divertidas historias del mediático del
momento. Luego se va al sector VIP de la disco más
importante de Miami, donde se le tiran mujeres y hombres.
“Te amo, Ricky”, se escucha decir a un dibujo que no es otro
que Cristian Castro, mientras suena “Azul”.
Cuando sus amigos llegan 5' tarde, Fort se enoja y les pone
castigo: “No comen más mis chocolates hasta que volvamos a
Buenos Aires”.
Más tarde, una Paris Hilton se acerca al DJ a pedir un tema
de Madonna y es sacada a los empujones por la seguridad del
lugar. Mientras, Fort baila rodeado de chicas y es
fotografiado por paparazzi. Tras encontrarse con la heredera
del imperio hotelero, ella le cuenta lo sucedido y él le
dice: “Dejá que yo se cómo conseguirlo”. Logra que suene
“Sorry” de la Reina del Pop. La impresiona con su poder de
conseguir bebidas y todo lo que se proponga hasta hacerla
bailar cumbia en la pista. “Soy mi rey y yo tu reina”, le
dice la rubia.
Claro que hay un secreto que se devela al final del capítulo
de cómo logró que suene una cumbia de Gilda en el boliche
top de Miami.
Las simpáticas historias fueron creadas por encargo del
propio heredero a los dibujantes del Mono Mario. Les pidió
que hicieran la caricatura de su persona y así contar sus
andanzas.