Los niños
bilingües son más propensos a tartamudear
(Reuters Health) - Los niños pequeños
bilingües tienen alto riesgo de tartamudear, así como también menos
posibilidades de recuperarse que los tartamudos monolingües, según
los resultados de un estudio
El bilingüalismo es un factor de
riesgo del tartamudeo, indicó un equipo dirigido por el doctor Peter
Howell, de University College London, en Archives of Disease in
Childhood, pero "existe poca información sobre cómo un segundo
idioma modifica la aparición y la recuperación del tartamudeo".
El equipo estudió a un total de 317
niños tartamudos, de entre 8 y 12 años. Los 69 niños bilingües se
compararon con un grupo control de bilingües fluidos.
El equipo observó que de los 38 niños
bilingües que usaban un idioma distinto del inglés en el hogar, 36
tartamudeaban en ambos idiomas. Dos de los 38 niños tartamudeaban en
el idioma nativo, pero no lo hacían al hablar en inglés.
La cantidad de niños que usaba su
idioma alternativo exclusivamente en el hogar, que aprendió inglés
en la escuela y que tartamudeó, era menor que los niños que usaban
ambos idiomas en el hogar (un 40 por ciento frente a un 60 por
ciento, respectivamente).
En cambio, el grupo control bilingüe
fluido era más propenso a hablar el idioma alternativo
exclusivamente en el hogar (un 74 por ciento contra un 26 por
ciento, respectivamente).
La diferencia entre tartamudos
bilingües y bilingües fluidos, que sólo hablaban su idioma original
en los años preescolares, era estadísticamente significativa.
La tasa de recuperación para los
niños que hablaban ambos idiomas en el hogar antes de comenzar la
escuela era de un 25 por ciento, comparado con el 55 por ciento en
los hablantes de la lengua alternativa exclusivamente y los
monolingües.
De todos modos, el equipo halló
también que el tartamudeo no afectaba el rendimiento escolar
temprano.
"Juntos, estos hallazgos sugieren que
si un niño usa en el hogar un lenguaje distinto del inglés,
postergar el lapso de aprendizaje del inglés reduce la posibilidad
de que comience a tartamudear y aumenta la probabilidad de
recuperación más adelante en la niñez", explicó.
FUENTE: Archives of Disease in
Childhood, enero del 2009
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