MUSEO DE LA MAFIA
EN LAS VEGAS
Las Vegas, conocida como la
capital del juego en Nevada (oeste de Estados Unidos), espera lanzar
el año que viene un gigantesco museo de la mafia, criticado por
proponer una visión romántica del crimen organizado pero que, según
el alcalde, atraerá a muchos turistas.
Es la capital mundial del juego y del
azar, pero Las Vegas pronto será también reconocida por tener el
museo sobre la mafia más grande del planeta.
El proyectado Museo de las Vegas sobre el Crimen Organizado, que
costará unos 50 millones de dólares y se inauguraría en 2010, será
el primer centro que examinará el complejo papel de las familias de
la mafia en la historia y en la cultura de Estados Unidos, así como
la trayectoria de los agentes del FBI que lucharon contra el crimen
organizado.
Los visitantes verán sus fotos en las listas de sospechosos, podrán
intervenir los teléfonos de sus amigos o formar parte de una falsa
fila de identificación de sospechosos de la policía, dijo el
director creativo, Dennis Barrie.
El museo será instalado en un edificio de cerca de 4.000 m2 que en
1950 albergó el comité de investigación del Senado sobre el crimen
organizado, encabezado por el senador Estes Kefauver.
El alcalde de las Vegas, Oscar Goodman, ex abogado que defendió a
varios mafiosos en los años 70 y 80, tuvo la idea de conmemorar este
aspecto de la historia. "Nadie vendrá hasta Las Vegas para ver
pinturas, tampoco vendrán a ver acuarelas, porcelana, o trenes en
miniatura", dijo Goodman. "¿Que les podría interesar? (...) Algo que
está realmente lleno de historia, que nos hace únicos y distintos de
otras ciudades (...) y me dije ¡un museo de la mafia! Y creo que era
algo obvio", expresó el alcalde.
Pero la idea tiene sus detractores. El alcalde reconoce que la
comunidad ítalo-estadounidense se ha mostrado alarmada ante la idea
y algunos consideran que el museo acabará glorificando actos
criminales. Donald Campbell, un ex fiscal federal que ayudó a
quebrantar el dominio que ostentaba la mafia en Las Vegas en los
años 1980, señaló que el museo "es mala idea, se trate de la mafia o
de bandas actuales". "No me parece que debamos, nunca, ver con
romanticismo una actividad criminal", estimó.
Para acallar las críticas, Goodman contrató a una ex agente del FBI,
Ellen Knowlton, para que presida el consejo no lucrativo del museo y
quien consiguió que la agencia federal ofrezca piezas de evidencias
para su exposición.
El proyecto irrumpió en el debate nacional cuando Goodman lo incluyó
el mes pasado en una lista de planes locales que, según él, deberían
recibir fondos federales.
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