Ex presidiario
violó y mató a nena de 9 años
Marisol estaba ausente desde el lunes de
su casa en Villa Fiorito, en el partido bonaerense de Avellaneda y
fue encontrada muerta el martes por la noche en otra vivienda del
barrio, cuyo ocupante fue casi linchado por una turba de vecinos
conmocionados. El padre de la pequeña quiere hacer justicia
por mano propia
Una niña de 9 años que estaba ausente
desde el lunes de su casa en Villa Fiorito, en el partido bonaerense
de Avellaneda, fue hallada muerta este martes por la noche en otra
vivienda del barrio, cuyo ocupante fue casi linchado por una turba
de vecinos indignados.
El blanco de la indignación vecinal fue un joven de poco más de 20
años llamado Pascual, según dijeron los vecinos, quien recibió una
paliza y fue hospitalizado, presumiblemente en Lanús.
La víctima, Marisol, había ido a comprar huevos a una verdulería
alrededor de las 18 del lunes y no regresó a su casa, donde la
novedad causó una conmoción.
La madre de la nena, Estela, expresó ante los medios que Marisol se
encontraba jugando en su casa y cuando oyó que su madre necesitaba
que le hicieran unas compras ella se ofreció. "Yo estaba cocinando y
llamo a mi nene más grande para que vaya a sacar fiado al verdulero
y Marisol me dice 'mami dame que voy yo de una corrida'. Eran las
seis de la tarde y ya no volvió más, llame por todos lados la busqué
por todos lados y nadie vio nada", relató entre llantos la mujer.
"Después mis hermanas y todos los vecinos me ayudaron a buscarla y
este hijo de p.... apareció diciendo que no la vio, pero el
verdulero dijo que le vendió los huevos y que vio que entro en esa
casa", recordó. “Por qué me la sacaron a mi vieja, yo no sé si voy a
poder soportarlo”, dijo llorando la madre de la pequeña y agregó que
“ayer me enteré que estaba preso porque intentó violar a una persona
o mató a una señora”.
"Un grupo de chicos vieron las cáscaras de huevos tirados en la casa
de este tipo y cuando abrieron la puerta la nena estaba ahí,
apuñalada en el colchón", indicó.
Decenas de personas se habían congregado frente a la casa del crimen
cuando la Policía Bonaerense retiró el cuerpo, anoche. "Yo lo quiero
matar, lo quiero matar con mis propias manos a ese hijo de puta",
dijo llorando José, el padre de víctima, quien fuera de sí pedía que
la policía le entregara al presunto homicida.
Una vecina reveló que el presunto homicida vive allí con un hermano,
que huyó por temor a ser golpeado también. La indignación de los
vecinos tomó también la forma de amenaza de destruir la vivienda del
presunto criminal. "¿Qué? ¿Nos tenemos que quedar de brazos
cruzados? ¿Qué la van a dejar la casa ahí? ¿De recuerdo? Se va la
policía y rompemos todo. No va a quedar nada. ¿Para qué? ¿Para que
venga el hermano y agarre otra criatura y vuelva a hacer lo mismo?",
dijo una mujer
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