COMO ELEGIR UN
PAR DE ANTEOJOS
Tips para encontrar el
par ideal de anteojos
Basta con hojear cualquier revista de
moda para encontrar a las perfectísimas modelos y a los galanes más
bonitos irradiando glamour con las últimos anteojos de sol, que
parecen haber sido creados a la medida de sus rostros.
Pero la realidad es otra y gran parte de los mortales no corremos
con la misma suerte. Nos pasamos la vida buscando los lentes que no
nos hagan demasiado “carones” o narigones pero, en muchos casos,
todavía no hemos encontrado el par que mejor nos queda.
A no desesperar. Los anteojos adecuados para tu cara existen y te
están esperando en alguna vidriera. Sin embargo, antes de pasar
horas enteras probándote la enorme cantidad y variedad de modelos,
tamaños, colores y formas que ofrece el mercado, deben conocerse
ciertas reglas básicas que facilitarán la compra.
Aunque nos cueste aceptarlo las gafas retro, preferidas por todas
las celebrities por ser el último grito de la moda, no son para
todos los rostros. El tamaño suele ser una de las claves: si la cara
es pequeña, los anteojos también lo serán. Por el contrario, si la
cara y el cuerpo son grandes, más “maxi” deberán ser las gafas.
A la hora de elegir, también hay que tener en cuenta la nariz. Para
los más narigones, el puente (lo que une a cada lente) debe ser bajo
y así “cortar” el tamaño. Si es pequeña, tendrá que ser “alto” para
que la “ñata” quede al descubierto.
“Si te obsesiona tu nariz ancha, mejor elegí un puente simple y
liviano”, expresó María Eugenia Cervio, asesora de Algo x el Estilo,
en diálogo con Infobae.com.
Otra norma indica que la forma de los anteojos tendrá que seguir la
línea natural de las cejas y que el ancho debe ser igual a la parte
más ancha de la cara.
Pero lo más importante es que la forma ideal del anteojo suele ser
la opuesta a la de tu rostro. Por ejemplo, si tu cara es redonda
(más ancha que larga) nunca uses el estilo John Lennon porque
acentuará aún más tu “redondez”. Para la especialista, este tipo de
rostro tendrá que elegir unos marcos rectangulares, más anchos que
altos, para alargar la cara y darle una mejor definición.
En tanto, los “cuadrados” tienen que optar por marcos redondeados,
con curvas suaves y nunca con líneas rectas para no enfatizar aún
más sus rasgos angulares.
“Quienes posean cara alargada tendrán usar lentes más bien grandes y
preferentemente ovalados”, expresó Cervio, quien explicó que al
rostro ovalado le queda bien todo tipo de gafas. “Sólo verificá que
el tamaño sea proporcional al de tu cara”, consideró.
El tono de piel también juega un papel relevante para encontrar el
modelo ideal. En gran parte de los casos, lo que se busca es un
contraste entre el color de la piel y el de los anteojos.
“A la hora de elegir el color de nuestros anteojos aplicamos la
regla de oro en colorimetría: los colores que mejor nos quedan van a
ser siempre los opuestos a los que forman parte de nuestra
particular paleta de colores naturales (principalmente determinada
por nuestro tono de piel). El objetivo final es evitar que se
mimeticen con tu piel y te hagan lucir enferma”, manifestó Cervio.
Gafas que protejan
Los lentes de sol distan de ser sólo un accesorio de moda. Su
función principal es protegernos de los rayos ultravioletas por lo
que, para evitar daños en la vista, es necesario que la elección sea
acertada.
“A la hora de elegir anteojos no alcanza sólo con tener en cuenta
los criterios de la moda vigente. Lo más importante es buscar gafas
de calidad. No todos los anteojos brindan protección 100% contra los
rayos U.V emitidos por el sol, los más dañinos para nuestra visión”,
señalaron desde departamento de prensa de Infinit a Infobae.com.
La misma fuente desterró el mito que asegura que los cristales más
oscuros son los que mejor protegen los ojos. “Algunos cristales
transparentes pueden llegar a filtrar el 100 % de los rayos UV
mientras que existen lentes oscuros que no lo hacen”, afirmó la
doctora Marcela Luiz, del equipo de oftalmólogos de Infinit.
Según la asesora de imagen de Algo x el Estilo, los anteojos “deben
permitir una óptima agudeza visual. Vale la pena entonces invertir
un poco más de lo pensado en el par adecuado al tipo de uso que se
le dará (estética, deporte, conducción, playa, montaña),
corroborando también el sello de calidad y el nivel de filtro
necesario”.
Tampoco sirve de nada ser el más chic con los últimos lentes si te
resultan demasiado pesados o incómodos, o si te lastiman las orejas.
“La mejor para determinar la comodidad de las gafas es probarlas.
Hay que verlas puestas para ver cómo quedan y cómo se adaptan al
rostro. Hay muchos factores que influyen en la comodidad: el tamaño
y la forma de la nariz para el calce, el tamaño de la cara para la
dimensión del ojo de la gafa, el largo de la patilla (a veces queda
corta o demasiado larga) y el peso del armazón para que no resulte
pesado cuando lo vestimos”, concluyeron desde Infinit.
22 de julio de
2009 (infobae)
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