CIGARRILLO
ELECTRONICO
Cigarrillo
Electrónico: Adiós a las sustancias cancerígenas
De lo que se trata, en definitiva, es
de fumar de otra forma, sólo por placer y de una manera más
saludable, sin los riesgos que conlleva el tabaco
Así, este cigarrillo es capaz de
reproducir a la perfección el sabor, las sensaciones, el hábito
gestual y el humo (vapor) sin administrar las más de 4.000
sustancias tóxicas y cancerígenas presentes en el cigarro
tradicional.
Como lo hace?
Este cigarro electrónico es capaz de imitar el humo, el encendido y
hasta el sabor de los cigarros tradicionales. Para ello, se compone
de una batería de litio que se asemeja al papel blanco del
cigarrillo tradicional, un micro chip que lo pone en marcha, un led
que simula la combustión y un cartucho a modo de filtro capaz de
simular el humo y el sabor: tabaco o mentolado gracias a un líquido
especial que reproduce el gusto y puede llevar nicotina.
En concreto, y frente al tabaco convencional, no posee alquitrán, no
ofrece monóxido de carbono y tampoco incluye amoniaco, acetona,
plomo, mercurio, cromo, arsénico y polonio, entre muchas otras
sustancias químicas.
A esto se suma que se puede utilizar en cualquier lugar de manera
totalmente legal (restaurantes, trenes, aviones, oficinas y otros
lugares públicos), sin molestar a nadie y salvaguardando tanto la
salud del fumador como de las personas de su entorno, así como
también el medioambiente. Del mismo modo, fumar no altera el aliento
y no deja olor en la ropa ni en le pelo. Además, no mancha los
dientes ni los dedos y para su uso no precisa de mechero ni cenicero
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