El accidente ocurrió en la madrugada
del primero de junio. El Airbus A-330 de la aerolínea
Air France desapareció del radar y cayó al Océano Atlántico con
228 personas a bordo. Nadie puede explicar aún qué
ocurrió. Se habló de fallas simultaneas en el sistema, de
tormentas eléctricas. Las hipótesis son varias.
El vuelo AF447 debía
unir Río de Janeiro
con el aeropuerto Charles de Gaulle, en las afueras de París.
Pero, a pocas horas de despegar, la nave desapareció de los
radares con 216 pasajeros (126 hombres y 82 mujeres) y
12 tripulantes a bordo. También viajaban, entre ellos, ocho
niños y un bebé.
Hoy, las fuerzas armadas brasileñas retiraron del mar los
cadáveres de diez víctimas del accidente, con lo que se elevó a
38 el número de cuerpos rescatados. Además, se
encontró una pieza metálica que al parecer es parte de una de
las alas quemadas
del Airbus A-303.
A nueves días de la tragedia, las causas del accidente
aún son desconocidas y la búsqueda de la
caja negra está bajo
la responsabilidad de las autoridades francesas, que enviaron un
submarino a la zona para investigar el caso.