La familia de Michael y sus fans se sentirán horrorizados
Los primeros detalles del estudio
ordenado por la familia del
cantante mostraron que el "Rey del Pop" estaba
"severamente demacrado" y calvo. Además, tenía huellas de
agujas en sus caderas, muslos, hombros y alrededor de su corazón
La muerte nunca deja de suscitar
interrogantes. El repentino fallecimiento de Michael Jackson desató
infinidad de conjeturas y teorías.
Hay hambre de respuestas y los
primeros detalles de la autopsia alimentarán el morbo: el ’Rey del
Pop’ estaba "severamente demacrado" en el momento de su muerte,
consignó el diario español El mundo.
Los datos pertenecen al examen
post-mortem realizado el pasado sábado por un forense privado,
contratado por la familia del cantante.
Los parientes de Jackson no estaban
satisfechos con la autopsia oficial, cuyas conclusiones tardarán
hasta seis semanas en ser oficiales.
Sin embargo, ya se intuía que no se
logrará determinar una causa de muerte precisa y que se descartará
negligencia por parte de Conrad Murray, médico personal de Jackson.
La familia del cantante desea que el
doctor no quede todavía libre de sospechas, pues desconfían de su
actuación y esperan que la investigación del fallecimiento se
reconduzca por la vía criminal.
La credibilidad de Murray quedó
resquebrajada por algunos apuntes de esta segunda autopsia: por
ejemplo, ’Jacko’ pesaba sólo 51 kilos. Los datos extraídos del
examen del cadáver apuntan a que el cantante sólo comía, y muy
frugalmente, una vez al día.
Era prácticamente un "esqueleto" cuyo
estómago estaba vacío salvo por unas pastillas parcialmente
disueltas.
Este dato reforzaría en cualquier
caso la actual tesis policial, según la cual la glotonería
farmacéutica de Jackson fue lo que precipitó su trágico desenlace.
Según apuntaron varios medios, el
bailarín consumía habitualmente fuertes calmantes como Demerol,
Dilaudid o Vicodin, un cóctel que obligaba a "realizarle frecuentes
lavados de estómago", tal y como desveló días atrás Grace Rwaramba,
ex asistente personal de Jackson.
Murray, de todos modos, negó que le
inyectara Demerol a Jackson antes de su parada cardiaca.
Estaba calvo y la cirugía estética
había causado estragos. Se hallaron huellas de agujas en las
caderas, muslos y hombros del cantante. Según se sospecha, ello
sería resultado de las drogas analgésicas que el cantante se
inyectaba tres veces al día.
Asimismo, se han encontrado cuatro
pinchazos alrededor de su corazón, prueba del intento fallido de
reiniciar los latidos mediante una dosis directa de adrenalina. Los
intentos de revivir a Jackson también explicarían las varias
costillas rotas y el enorme hematoma que cubre su pecho.
Más difíciles de interpretar son los
moretones descubiertos en sus rodillas y espinillas, así como los
cortes y rasguños de la espalda. El equipo médico que analizó los
restos mortales también se vió impresionado por las cicatrices
quirúrgicas en el cuerpo de Jackson.
Y destacaron que el artista se
sometió a un mínimo de 13 operaciones de estética. El tabique nasal
se había esfumado y el lado derecho de la nariz estaba hundido.
Según una
fuente recogida por esa
agencia, "la familia de Michael y sus fans se sentirán horrorizados
cuando se enteren del estado atroz en que se encontraba el
cantante".
"Era piel y huesos, se le había caído
el pelo y no había comido nada salvo pastillas. Las marcas de
inyecciones y la desfiguración causada por tanta cirugía plástica
muestran que Jackson llevaba años sumido en un declive terminal",
declaró esa fuente.
Jackson llevaba una peluca en el
momento de su muerte. El cantante estaba casi completamente calvo,
apenas con algo de pelusa cubriendo su cráneo.
Mientras no se clarifica toda esta
situación, los preparativos para el funeral de Jackson ya están en
marcha.
Tito, hermano del artista, ha
comentado que la familia pasó el fin de semana organizando ese
último adiós, que está previsto para el miércoles. Todavía no está
determinado si será un funeral público o privado
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