PORQUE NOS
EMBORRACHAMOS ?
Los efectos del alcohol van a variar
según la dosis consumida. A medida que la
concentración de alcohol en sangre aumenta, se bloquea más el SNC y
los efectos pueden ser varios: desde experimentar alegría y estar
desinhibido, perder los reflejos o el equilibrio, hasta caer en un
coma alcohólico, en los casos más extremos. Lo que hay que tener
presente es que la dosis de alcohol necesaria para generar un coma
alcohólico, no es tan elevada como la mayoría de las personas
suponen.
¿Cómo actúa el alcohol en el
cuerpo? La razón por la cual una persona entra en estado de
“borrachera” es simplemente porque consume más alcohol del que el
hígado puede procesar o metabolizar. El 80% del alcohol que tomamos
se absorbe e ingresa al cuerpo por el intestino delgado, solo el
20% se absorbe en el estomago. El 90% se metaboliza por el hígado y
el 10% restante se elimina del cuerpo principalmente por el aire
espirado, y muy poco por orina o transpiración. Los controles de
alcoholemia, por ejemplo, miden el alcohol en el aire espirado, lo
que determina una equivalencia con la cantidad de alcohol que hay en
la sangre.
El punto limitante de nuestro
“aguante” con el alcohol lo determina nuestro hígado.
Este órgano metaboliza el alcohol y lo transforma en acetaldehído y
agua. Ese proceso tiene una velocidad determinada por la genética,
pero que no es muy diferente entre las personas y ronda los 10
gramos de alcohol puro por hora. Es decir, que si consumimos más de
10 gramos de alcohol en una hora va a “sobrar” alcohol que circulará
en la sangre, llegará al cerebro y seguirá en el cuerpo hasta que el
hígado pueda metabolizarlo a su velocidad.
La pregunta clave es ¿cuánto
es 10 gr de alcohol puro? Es la cantidad de alcohol puro
que hay en una lata de cerveza (5% de alcohol puro), una copa de
vino (15% de alcohol puro) o un shot de cualquier bebida destilada
(45% d alcohol puro). A eso lo llamamos una “unidad de bebida”. Por
ejemplo, si consumimos cinco latas de cerveza en una hora, el
alcohol tardará cinco horas en desaparecer del organismo.
Cinco latas de cerveza de 354 ml
equivalen a 1770 ml de esta bebida, que en alcohol puro equivalen a
cinco shots de vodka, es decir, cinco unidades de bebida. Un trago
largo puede tener 3 unidades de bebida destilada (ejemplo: shots de
vodka o tequila) Nuestro organismo no discrimina de donde viene el
alcohol. En el control de alcoholemia, dos unidades de bebida, dan
como resultado positivo.
Sin embargo, para “emborracharse”
se necesitan varios factores: el primero es la
cantidad, es decir, tomar más de lo que nuestro hígado puede
procesar; el segundo es la velocidad. Podemos discriminar 3
velocidades: Una es la frecuencia de llevar el vaso a la boca, otra
es la velocidad de absorcion del alcohol desde el intestino (cuando
el estómago-intestino está vacío el alcohol se absorbe más rápido) y
la tercera y menos modificable es la velocidad de metabolizacion del
higado, que ya mencionamos y que puede ser incrementada levemente y
con un límite. Es lo que llamamos "cultura alcohólica"; como tercer
factor está la graduación alcohólica de las bebidas, las bebidas
blancas o destiladas, por ejemplo, hacen más probable la borrachera.
Estas son las tres variables que hay
que tener en cuenta para vincularnos con el alcohol. Por que hay que
subrayar que siempre que una persona toma alcohol aumenta sus
riesgos. En el período inicial, cuando una persona toma “poco”
alcohol, esto es entre 2 y 4 unidades de bebida sus riesgos están
asociados a sus conductas: accidentes de auto, peleas, sexo sin
protección, quemaduras, etc. Luego al ingerir más cantidad de
alcohol, el efecto tóxico del alcohol, genera un riesgo mayor
asociado al efecto directo del alcohol sobre el cerebro.
La dosis letal de alcohol depende del
peso de cada persona. En un niño, es de 3 gramos por cada
kilo y en los adultos, entre 5 y 8 gramos. Por ejemplo, un
litro de vino que tiene 15 % de graduación alcohólica, tiene 150
gramos de alcohol puro. Entonces, si hacemos la cuenta, una dosis
letal para un adolescente que pesa 60 kilos pueden ser dos litros de
vino. Porque si dividimos los 300 gr de alcohol puro de los vinos
por su peso, nos da como resultado 5 gramos por kilo, una dosis que
puede resultar mortal. Sin embargo esto puede resultar falso, ya que
hemos presenciado comas alcoholicos en adolescentes de 60 kg con la
mitad de dosis, simplemente por consumir rapidamente y sin haber
ingerido alimentos previamente. Por lo tanto una persona que se
alcoholiza a punto tal que: pierde la concienecia, debe ser llevado
ya que no puede movilizarse por sus propios medios y al dia
siguiente no recuerda gran parte de lo ocurrido la noche anterior,
estuvo cerca de un coma alcoholico fatal.
Como conclusión,
podemos referir que siempre que consumimos alcohol nos estamos
exponiendo a riesgos, por eso es de vital importancia aprender a
vincularnos correctamente con la bebida y respetar los límites que
nos marca el cuerpo.
(*) Directores de Programar
Proyectos Educativos.
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