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QUE SON LOS
MASONES ?
La Francmasonería o masonería es una
organización autodenominada como de carácter iniciático,
filantrópico y filosófico. Sus miembros y simpatizantes sostienen
que tiene como objetivo la búsqueda de la verdad y fomentar el
desarrollo intelectual y moral del ser humano. Los masones, tanto
hombres como mujeres, se organizan en estructuras de base
denominadas logias, que a su vez pueden estar agrupadas en una
organización de ámbito superior normalmente denominada "Gran Logia",
"Gran Oriente" o "Gran Priorato"
Aparecida en Europa entre finales del
siglo XVII y principios del XVIII, la masonería moderna o
"especulativa" ha sido descrita a menudo como un sistema particular
de moral ilustrada por símbolos. Se presenta a sí misma como una
herramienta de formación, con un método particular que, basado en el
simbolismo de la construcción, permite a sus miembros desarrollar su
capacidad de escucha, de reflexión y de diálogo, para transmitir
estos valores a su entorno.
La historia institucional de la masonería presenta numerosas
disidencias, cuyas principales causas, con importantes matices y
derivaciones, están relacionadas con la admisión de la mujer en la
masonería, la cuestión de las creencias religiosas o metafísicas, la
naturaleza de los temas tratados o la forma de trabajar de las
logias, así como con las bases sobre las que se fundamenta la
regularidad masónica. La existencia de distintos puntos de vista
sobre estos y otros temas ha dado lugar al desarrollo de distintas
ramas o corrientes masónicas, que a menudo no se reconocen entre
ellas.
ORIGENES DE LA MASONERIA
Una de las leyendas más importantes
de la Francmasonería atribuye a Hiram Abif, mítico arquitecto del
Templo de Salomón en Jerusalén, la fundación de la orden masónica.
Algunos textos retrotraen el origen de la masonería a épocas de aún
mayor antigüedad, llegando a considerar como fundadores a distintas
figuras bíblicas como Tubalcaín, Moisés, Noé o el mismísimo Adán.
Más realistas, pero todavía en el ámbito de lo mítico o de lo
pseudohistórico, diversos autores han atribuido este origen a los
constructores de las pirámides en el antiguo Egipto, a los Collegia
Fabrorum romanos, a la orden de los Templarios, la de los Rosacruces
o a los humanistas del Renacimiento.
Es comúnmente aceptado que la Francmasonería moderna procede de los
gremios de constructores medievales de castillos y catedrales, que
evolucionaron hacia comunidades de tipo especulativo e intelectual,
conservando parte de sus antiguos ritos y símbolos. Este proceso,
que pudo iniciarse en distintos momentos y lugares, culminó a
principios del siglo XVIII.
Los constructores o albañiles medievales, denominados masones,
disponían de lugares de reunión y cobijo, denominados logias,
situados normalmente en las inmediaciones de las obras. Era común a
los gremios profesionales de la época el dotarse de reglamentos y
normas de conducta de régimen interior. Solían también seguir un
modelo ritualizado para dar a sus miembros acceso a ciertos
conocimientos o al ejercicio de determinadas funciones. Los masones
destacaron especialmente en estos aspectos.
Los gremios de constructores, albañiles y arquitectos son
mencionados en varios de los más antiguos códigos de leyes, incluido
el de Hammurabi (1692 a. C.). Pero suele considerarse que el primer
código regulador específicamente masónico fue el que el rey
Athelstan de Inglaterra dio a estas corporaciones en el año 926, el
denominado Constituciones de York. Este manuscrito se perdió en el
siglo XV y fue reescrito de memoria por los que lo conocían. Por
este motivo, la Carta o Estatutos de Bolonia, redactados en 1248,
son el documento masónico original más antiguo que se conoce. Trata
de aspectos jurídicos, administrativos y de usos y costumbres del
gremio. Le siguen en antigüedad otros documentos, como el Poema
Regius o manuscrito Halliwell (1390), el Manuscrito Cooke (1410), el
Manuscrito de Estrasburgo (1459), los Estatutos de Ratisbona (1459),
los de Schaw (1598), los de Absolion (1668) y el Sloane (1700).
Todos estos manuscritos se refieren a la masonería "operativa" o
gremial, de la que especifican, sobre todo, las reglas del "oficio"
, y los historiadores suelen referirse a ellas en un sentido
genérico como "constituciones góticas".
Respecto a los rituales masónicos, el primer documento de relevancia
del que disponen los historiadores se refiere a una de estas
organizaciones de la construcción que es particular de Francia, el
Compañerismo Compagnonnage, y data de 1655. Sin embargo, ya desde
1630 aparecen distintos documentos que aluden a los usos rituales de
la masonería escocesa. El ritual masónico completo más antiguo que
se conoce es el manuscrito denominado Archivos de Edimburgo, que
data de 1696.
Con la evolución de la sociedad y las transformaciones económicas,
la mayoría de las logias de la masonería operativa dejaron poco a
poco de ejecutar obras materiales, transformándose en organizaciones
fraternales, pero conservando, en parte, sus usos y costumbres
tradicionales. La Francmasonería especulativa es el producto de esta
transformación. Desde el siglo XVII, algunas logias de masones
operativos comenzaron a recibir como miembros a personas ajenas al
oficio, generalmente clientes, nobles o benefactores. El perfil de
estos masones aceptados solía ser el de intelectuales humanistas,
interesados por la antigüedad, el hermetismo, las ciencias
experimentales nacientes, etc. Las logias de este tipo se
convirtieron en un espacio de librepensamiento y especulación
filosófica. Si se trata de una transformación radical o progresiva,
es algo que los historiadores se cuestionan hoy en día. En cualquier
caso, al menos en Escocia, el vínculo orgánico entre la antigua
masonería y la nueva parece incontestable. Las logias «no
operativas» se hacen cada vez más numerosas en Escocia, Inglaterra e
Irlanda.
Sede de la Gran Logia Unida de Inglaterra en Londres
El 24 de junio de 1717, cuatro logias londinenses que llevaban el
nombre de las tabernas en que realizaban sus encuentros (La Corona,
El Ganso y la Parrilla, El Manzano y El Racimo y la Jarra), se
reunieron para formar una agrupación común. Denominaron a la nueva
organización Gran Logia de Londres y de Westminster, y su primer
Gran Maestro fue Anthony Sayer. La creación de esta nueva
institución supuso un salto significativo en la organización de la
Masonería, que trascendió así del ámbito logial. Formada en parte
por miembros de la Royal Society próximos a Isaac Newton, la nueva
Gran Logia se dotó en 1723 de una Constitución redactada por dos
pastores protestantes: Jean Theóphile Désagulliers y James Anderson,
quien, como compilador, dio nombre a las que se conocen como
Constituciones de Anderson. Más allá de las diferentes
interpretaciones que se dan sobre el alcance de elementos concretos
del texto de las Constituciones, la mayoría de los autores coinciden
en destacar el espíritu de tolerancia y no sectarismo que anima el
conjunto, destacando su deseo de presentar a la masonería como un
"centro de unión" entre todos los hombres, cualesquiera que sean las
razas, opiniones y creencias que los distingan.
El ritual practicado por la primera Gran Logia, aunque enriquecido y
desarrollado, era perfectamente conforme a los usos escoceses "sobre
todos los puntos de la Masonería", tal como lo atestigua el acta de
la visita de Désaguliers a la logia Mary´s Chapel el 24 de agosto de
1721. Los rituales de esta primera Gran Logia se conocen por una
obra publicada en 1730, La Masonería Diseccionada (Masonry Dissected),
que los reveló al público, produciendo gran escándalo entre los
hermanos.
Pese a que la creación de la Gran Logia de Londres generó reacciones
contrarias por parte de algunos sectores de la masonería operativa
inglesa, el nuevo modelo masónico se extendió rápidamente por Europa
y América con la creación, en los años siguientes, de la Gran Logia
de Irlanda en 1725, la primera Gran Logia de Francia entre 1726 y
1730, la Gran Logia Provincial de Pensylvania en 1731, la Gran Logia
Provincial de Massachussets en 1733 y la Gran Logia de Escocia en
1736.
Dos
principales corrientes
La regularidad es un concepto tan
importante como debatido en el seno de la Francmasonería. En base a
él, las Obediencias masónicas establecen acuerdos de mutuo
reconocimiento y relación entre ellas. En general, se habla de
Masonería Regular para referirse a la que se atiene a una serie de
reglas tradicionales. Sin embargo, existe discrepancia sobre cuáles
de estas normas son las realmente importantes y cuáles no, lo que da
lugar a la división de la Masonería mundial en dos corrientes
principales, a las que se puede añadir un cierto número logias y de
pequeñas obediencias no adscritas a ninguna de las dos.
Las condiciones aceptadas por las dos
corrientes principales para reconocer la regularidad de una
Obediencia masónica son:
Que posea una legitimidad de
origen; esto es, que su constitución haya sido auspiciada por
alguna otra organización masónica regular. En este sentido,
suele considerarse que la regularidad inicial emana de la
antigua
Gran Logia de Londres y Westminster.
El respeto a los valores y
principios capitales establecidos en los documentos
fundacionales, en concreto las llamadas
Constituciones de Anderson, publicadas en 1723.
Las dos corrientes discrepan en
varios puntos importantes, que afectan incluso a sus respectivas
denominaciones. Ambas corrientes suelen ser conocidas,
respectivamente, como regular, una de ellas, y como
liberal o adogmática, la otra. Sin embargo, los
representantes de la segunda mantienen que su corriente es también
plenamente regular, mientras que los de la primera argumentan
que la suya es asimismo esencialmente liberal y adogmática.
Es imposible establecer un criterio objetivo sobre este tema. Quizá,
lo que se puede afirmar es que las diferentes corrientes masónicas
no se consideran identificadas con términos como irregular o
dogmática. Finalmente, las logias que no se adscriben a los
criterios de ninguna de las dos principales corrientes suelen ser
denominadas salvajes, si bien ellas prefieren referirse a sí
mismas como bajo la bóveda celeste.
Las características de las dos
principales corrientes son, en resumen, las siguientes:
La creencia en
Dios
o en un Ser Supremo, que puede ser entendido como un principio
no dogmático, como un requisito imprescindible a sus miembros.
Los juramentos deben realizarse
sobre el llamado Volumen de la Ley Sagrada, generalmente la
Biblia u otro libro considerado
sagrado o símbolo de lo trascendente por el que realiza el
juramento. La presencia de este Volumen de la Ley Sagrada,
la Escuadra y el Compás son imprescindibles en la
Logia.
No se reconoce la iniciación
masónica
femenina ni se acepta el contacto masónico con las Logias
que admitan a mujeres entre sus miembros.
Están expresamente prohibidas
las discusiones sobre
política y
religión, así como el posicionamiento
institucional sobre estos aspectos.
La corriente que se denomina
liberal o adogmática tiene su principal exponente mundial
en el
Gran Oriente de Francia. Es la principal corriente, por lo que a
número de miembros se refiere, en
Francia,
África
francófona y algunos países de
Europa
continental, y a ella se adscriben muchas obediencias en todo el
mundo, en especial en
Iberoamérica y
Europa
continental, incluyendo, en particular, a las Obediencias femeninas
y mixtas. No se basa en un estándar de regularidad establecido, sino
que mantiene como referente el reconocimiento compartido de unos
valores, modelos rituales y organizativos que, por tradición, se
consideran esencialmente masónicos. Por este motivo, presenta una
mayor variedad de formas concretas de organización, cuyas
principales características, que no tienen que darse
simultáneamente, son:
El principio de libertad
absoluta de conciencia. Admite entre sus miembros tanto a
creyentes como a ateos y los juramentos pueden realizarse, según
las Logias, sobre el Libro de la Ley (las Constituciones de la
Orden) o sobre el Volumen de la Ley Sagrada, en ambos casos
junto a la Escuadra y el Compás.
El reconocimiento del carácter
regular de la iniciación femenina. Las Obediencias pueden ser
masculinas, mixtas o femeninas.
El debate de las ideas y la
participación social. Las logias debaten libremente incluso
sobre cuestiones relacionadas con la religión o la política,
llegando, en determinadas ocasiones, a posicionarse
institucionalmente sobre cuestiones relacionadas con esos
aspectos.
La Masonería también se ha extendido
en África y Asia-Pacífico habiendo logias masónicas en
Japón,
India,
Israel,
Egipto,
Turquía,
Taiwán,
Sudáfrica,
Irán
(en el exilio desde la revolución islámica), etc.
Gran
Arquitecto del Universo
El Gran Arquitecto del Universo,
expresado habitualmente con el acrónimo GADU, es un símbolo
tradicional en masonería cuyo contenido, interpretación y relevancia
varían según la corriente masónica de que se trate.
Para la corriente que generalmente se
denomina regular, el GADU representa al Ser Supremo, un principio
masónico cuya creencia e invocación en la práctica del rito son
imprescindibles. Para la corriente que suele denominarse liberal o
adogmática, establecer la condición de la creencia en un Ser Supremo
supone limitar la libertad de conciencia de sus miembros, por lo que
ni la creencia en el GADU ni su invocación son preceptivas.
Los masones, como individuos, son en
todo caso libres de darle el contenido que mejor se ajuste a sus
creencias. Como todos los símbolos, proporciona un marco, pero su
interpretanción concreta corresponde a cada cual.
Muchos francmasones consideran que el
símbolo GADU es igual al Dios creador que determina a su voluntad
los planes de la existencia. Para otros muchos simboliza la idea de
un Principio Creador que está en el origen del Universo, cuya
naturaleza es indefinible. Hay por último masones que, prescindiendo
de cualquier enfoque trascendente, identifican al GADU con la
sublimación del ideal masónico o que lo interpretan desde una
perspectiva panteísta o naturalista.
La mujer y
la francmasonería
En la Edad Media, las corporaciones
de arquitectos y picapedreros estaban integradas, en la gran mayoría
de los casos, por hombres. Sin embargo, existen también numerosos
ejemplos de la presencia de mujeres en estas organizaciones
antecesoras de la masonería moderna. En el siglo XIII era aceptada
la pertenencia de mujeres a las cofradías profesionales, como es el
caso de las hilanderas, integradas exclusivamente por mujeres, o
incluso en profesiones identificadas en aquella época por hombres,
como la Guilda (corporación) inglesa de los Carpinteros de Norwich
1375, a la que pertenecían los albañiles de York y se hacía mención
a la pertenencia de "hermanos" y "hermanas". Entre los constructores
de catedrales es muy significativo el caso de Sabine de Pierrefonds,
hija de Hervé de Pierrefonds, más conocido por su nombre germánico
de Erwin de Steinbach, constructor principal de la
Catedral de Estrasburgo. Sabine esculpió algunas de las notables
estatuas de Notre Dame de París, y a su vez en tanto que Maestra de
Obra, formó aprendices en su oficio. Y es probable que no fuera la
única mujer en ser Maestra del Oficio. En los archivos de la Logia
de York N° 236, que perteneció a la antigua Gran Logia de toda
Inglaterra, existe un manuscrito ritual de 1693 que, refiriéndose al
momento de la recepción en la Logia, dice: “Uno de los antiguos toma
el Libro, y aquél o aquella que debe ser hecho masón, posa las manos
sobre el Libro, y le son dadas las instrucciones.”
Cuando surgió la masonería
especulativa, o moderna, en el siglo XVIII, la mujer no estaba ni
económica, ni social, ni políticamente emancipada, y en las
Constituciones de Anderson de 1723 no se la tiene en cuenta. Pero
las mujeres no quisieron permanecer indiferentes a las realizaciones
de las asociaciones masónicas. Es así que en Francia, en 1730, sólo
5 años después de la aparición de la masonería especulativa en este
país, comienzan a realizar gestiones para ser aceptadas en la
Institución. El 10 de junio de 1774, el Gran Oriente de Francia
había tomado bajo su protección, en una Asamblea General, la
Masonería de Adopción. Se trataba de Logias formadas por mujeres
bajo la tutela de los masones varones. El 11 de marzo de 1775, el
marqués de Saisseval, ayudado por otros hermanos, forman la Logia
“El Candor”. Fue su primera Gran Maestra la Duquesa de Bourbon, a
quienes siguieron la Princesa de Lamballe (1780), la Emperatriz
Josefina (1805), Madame de Vaudemont (1807), Madame de Villete
(1819), amiga personal de
Voltaire.
Ya en la segunda mitad del siglo XIX,
el 14 de enero de 1882, en la localidad de Pecq (Francia) la Logia
“Los Librepensadores” inicia a una escritora y conocida militante a
favor de los derechos de la mujer,
Marie Deraismes, quien el 4 de abril de 1893 crea, junto al
Senador Georges Martin, una logia denominada “Gran Logia Simbólica
Escocesa de Francia – Le Droit Humain”. Esta logia será la que dé
origen a la Orden Masónica Mixta Internacional "El Derecho Humano" .
El Derecho Humano extendió rápidamente su acción en el mundo, y
perteneció al mismo Annie Besant, célebre feminista inglesa y
secretaria de la Sociedad Fabiana, antecesora del Partido laborista
de Inglaterra.
A lo largo del siglo XIX y principios
del XX, la Masonería de Adopción fue desapareciendo, transformándose
en masonería femenina, especialmente con el surgimiento de la Unión
Masónica Femenina de Francia, el 21 de octubre de 1945, que culminó
en 1952 con la creación de la Gran Logia Femenina de Francia, que
irá extendiendo la masonería integrada por mujeres en el resto de la
Europa continental y la América Latina. Todavía algunas
organizaciones masónicas masculinas siguen considerando "irregular"
la presencia de mujeres en la masonería, si bien hoy existe un alto
nivel de integración a partir de la existencia de organizaciones
masónicas mixtas o femeninas en la mayoría de los países. Estas
organizaciones son, por lo demás, plenamente aceptadas por las
obediencias masculinas de la corriente masónica liberal.
La Masonería inglesa y sus vertientes
en el mundo también creó la Orden de la Estrella de Oriente,
organización masónica para mujer (bajo la tutela de un maestro masón
hombre) a la que son bienvenidas las esposas, hijas, madres,
hermanas y sobrinas de los masones.
Paramasonería para menores
La Orden DeMolay es una
sociedad paramasónica juvenil para hombres de 13 a 21 años, hijos,
hermanos o sobrinos de masones adultos. Fundada en
Estados Unidos en
enero
de 1919
por el pastor evangélico y masón
Frank S. Land. Tiene capítulos en
Canadá,
Brasil,
Bolivia,
Australia,
Panamá,
Japón,
Italia
y
Filipinas. Las actividades que se practican en la orden DeMolay
son viajes, excursiones, fiestas, deportes. Un DeMolay esta
comprometido a respetar y cumplir las Siete virtudes: amor filial,
reverencia por las cosas sagradas, cortesía, compañerismo,
fidelidad, pureza y patriotismo.
A esta parte masculina le siguio la
Orden Internacional del Arcoiris para Muchachas
(International Order of the Rainbow for Girls) que es para mujeres
adolescentes de entre 12 y 21 años. Fundada en 1922 por el reverendo
Mark Sexson como una opción paramasónica enfocada a chicas, similar
a la Orden de Demolay y a la Orden de la Estrella Oriental (para
mujeres esposas e hijas adultas de masones). Se basa en los
siguientes valores -cada uno asociado a un color-:
Amor (rojo); Espiritualidad y
militancia en la religión de su preferencia (naranja);
Naturaleza (amarillo); Inmortalidad (verde); Fidelidad (azul);
Patriotismo (indigo) y servicio (violeta).
Masonería de Prince Hall, es una
masonería exclusiva de hombres negros. Lleva el nombre del
primer hombre masón negro iniciado en la Logia Irlandesa de
Estados Unidos, Prince Hall, quien junto a otros veteranos
de la Guerra Civil: Cyrus Johnston, Bueston Slinger, Prince Rees,
John Canton, Peter Freeman, Benjamin Tiler, Duff Ruform, Thomas
Santerson, Prince Rayden, Cato Speain, Boston Smith, Peter Best,
Forten Horward, y Richard Titley fueron reconocidos como la
entonces denominada Primer Logia Africana.
El Rito Nacional Mexicano es un
tipo de Masonería exclusivamente mexicana y que mezcla gran
parte de alusiones
aztecas.
Organizaciones fundadas por masones
Las siguientes organizaciones fueron
fundadas por reconocidos masones y masonas:
Desde su fundación, la masonería ha
encontrado la oposición de distintos tipos de actores sociales. Los
motivos de esta oposición pueden haberse referido a la Institución
masónica en cuando forma de organización, o bien poner el acento en
una característica pretendidamente negativa de sus principios
filosóficos y valores morales. El término Antimasonería o
Antimasonismo se refiere a la desconfianza, a la
crítica, a la
oposición, a la
hostilidad, a la
discriminación, a la
represión o a la
persecución de la Masonería.
En todo caso, la oposición más
visible contra la masonería es y ha sido aquella que, proviniendo
desde las estructuras próximas al
poder,
o desde el poder mismo, ha adoptado la forma de su
prohibición,
anatemización,
persecución y
castigo.
Una clasificación de las
instituciones e ideologías
antimasónicas que con mayor contundencia se han opuesto o han
atacado a la masonería puede ser la siguiente:
Integrismo Islámico (Irán
de
Jomeini), sin embargo existen logias masónicas en muchos
países islámicos como, por ejemplo, en Marruecos, Egipto y
Turquía. La Masonería se practica mínimamente en el mundo
musulmán.[4]
Las dictaduras de izquierdas: la
Unión Soviética (Tercer Congreso de la
Internacional Socialista1921)
y todos los países
comunistas excepto
Cuba,
que no ilegalizó la francmasonería
debido a que el
Padre de la Patria
José Martí era masón. Sin embargo, en Miami está localizada
la Gran Logia de Cuba en el exilio, la cual no es aceptada como
legítima por la Masonería Americana. La Gran Logia de Cuba
(aceptada) tiene sede en
La Habana. Curiosamente, Cuba es uno de los países
latinoamericanos con mayor cantidad de masones.[5]