COMO VENCER LOS
MIEDOS?
¿Cómo hacemos para no sufrir por los
temores? ¿Cuáles son las estrategias para atracarlos? Por Claudio
María Domínguez.
Amigos queridos del alma.Gracias por
estar allí con su búsqueda constante que va generando estados cada
vez más contínuos de dicha y claridad.
Esta semana el hincapié especial, de los mails que nos mandaron, fue
el tema de los miedos, el miedo a la vida y el miedo a la muerte.
Los miedos cotidianos y el gran miedo a lo desconocido.
El miedo es la identificación con algo que creemos real y tenemos
miedo a perder. Esa identificación siempre tiene que ver con el
cuerpo. El cuerpo nos parece tan real, que todo aquello que lo
amenace o lo ataque, o pueda destruirlo, nos causa pánico. El miedo
a que alguien me rechace o me abandone. El miedo al dolor físico, la
enfermedad y por supuesto el miedo que engloba todos los miedos: el
miedo a la muerte, que significa, literalmente, perder
definitivamente este cuerpo.
Es tan simple darse cuenta de lo ilusorio de este concepto. Este
cuerpo que tanto nos desvela y desespera, ya lo hemos perdido, desde
el mismo momento en que nacemos, estamos empezando a morir. Cada
respiración que es fuente de vida, nos acerca simultáneamente a la
partida. Como dijo Krishna en el Bhagavad Gita: "El nacimiento
implica muerte". Esto es para entender que vivir y morir son dos
caras de una misma moneda, una convive con la otra, y demuestra la
irrealidad de esta telenovela perfecta, tan perfecta, que parece la
única y verdadera.
El cuerpo tiene un tiempo biológico para moverse y expresarse en
este planeta tierra. Es el vehículo preciado del alma que lo utiliza
para experimentar personajes y situaciones en este trayecto,
condicionado por leyes materiales que hacen que después de un
tiempo, esa misma alma va cambiando de vehículo, así como nuestro
cuerpo cambia de ropa.
Nos hemos identificado tanto con esta cáscara, con este maquillaje
fascinante, que no queremos perderlo. Es una ironía, porque ni
siquiera lo cuidamos en vida; pero no queremos que muera.
Descuidamos el balance biológico, lo deterioramos antes de tiempo y
cuando intuimos que se acerca la partida, nos aferramos con garras y
dientes a los últimos jirones de cuerpo que nos quedan. No hemos
sabido vivir, y no nos queremos morir. El ego se desespera, y el
alma se regocija, porque sigue su camino de experimentación de lo
irreal, rumbo a la esencia y la verdad.
Cada nacimiento debería acercarnos más a la expresión conciente de
nuestra divinidad, sin embargo estamos bastante estancados. Y
seguimos naciendo y muriendo, sin darnos cuenta de quienes somos.
Decía la Madre Teresa: "La gran mayoría de la gente se muere sin
haber vivido nunca". Confundimos vivir, con sobrevivir. Muchos
nacen, pocos viven. Creemos que cumplir funciones biológicas y
ganarse la vida, significa tener una vida.
No es así. Sai Baba dice una y otra vez en sus mensajes sublimes: "
Aprovechen esta oportunidad sagrada de haber nacido en un cuerpo
humano, para no hacerlo de nuevo. Corten esa rueda del nacimiento y
la muerte. Uno nace para no tener que nacer de nuevo. Uno muere para
no tener que morir de nuevo. Corten la rueda ilusoria de la mentira
y sepan quienes son, de una vez por todas."
Lo que uno es realmente, eso que somos, no podemos perderlo jamás,
no se gana ni se pierde, simplemente ES. No puede haber miedo a
perder, lo que NO podemos perder.
El alma no gana ni pierde, no nace ni muere, no negocia ni manipula,
no tiene miedo, no siente dolor o placer. El cuerpo si, el ego, la
mente, están sujetas a esas características ajenas al alma.
Si llegamos más rápidamente, a la comprensión del SER, la conciencia
y la divinidad, que es nuestra condición natural, sin tiempo, sin
pasado ni futuro, eternamente existiendo en el presente, podríamos
observar con dicha a nuestro propio cuerpo, cumpliendo su rol divino
en esta película, realizando ejercicios a cada instante que lejos de
sumirlo más en la amnesia, le permitan, acercarse aquí y ahora a la
verdad, única, inalterable y divina.
Amigos del alma, en un próximo mensaje seguimos hablando de
mecanismos simple para ir quitándonos los miedos de encima. Traten
de estar un buen rato por día en su silencio interno, donde todo
empieza a escucharse con un sonido y una vibración más bella que
todos los ruidos del mundo.
Millones de abrazotes y gracias por existir!
www.claudiomdominguez.com.ar
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