COMO HACER FELIZ
A TU PAREJA
Ya no sabes cómo hacer feliz a tu
pareja, has intentado todo pero no consigues dar ese pasito que
devuelva la emoción a vuestra relación, ¿quieres conocer los trucos
de una pareja feliz?
Norma número 1
Nunca le des un ultimátum si quieres saber cómo hacer feliz a tu
pareja. “Después de ocho años juntos me parecía que debíamos ir un
paso más allá” –explica Laura–, pero cada vez que sacaba el tema, mi
chico se ponía nervioso y me rehuía. Un día le dije que si no
coincidíamos sobre nuestro futuro tendríamos que dejarlo. No sólo
dio resultado, sino que reconoció que si no hubiera sido por mi
toque de atención, él seguiría evitando el tema.” formular una amena
za así te puede pa recer algo brusco, pero si dejas pasar el tiempo
esperando que las cosas cambien, te sentirás frustrada y culparás a
tu pareja de algo que desconoce. Así que sé clara y mantén tu punto
de vista; en caso contrario dejará de tomarte en serio y tu posición
podría verse debilitada. Ojo, tampoco utilices un ultimátum
constantemente: se hartará de tus chantajes y te verá como una niña
caprichosa.
Norma número 2
No le ocultes nada. Ser sinceros el uno con el otro es fundamental
pero, a veces, tanta honestidad sólo sirve para romper una pareja.
Cristina nos cuenta: “Una noche salí con mis amigos. Bebí demasiado
y terminé enrollándome con un chico. Nunca se lo conté a mi novio”.
A veces hacemos cosas de las que nos arrepentimos y necesitamos
hablar de ellas para sentirnos mejor, pero si sabes que no se
volverá a repetir no merece la pena confesar algo sólo para aliviar
tu conciencia. De todas maneras, si hay posibilidades de que lo
acabe descubriendo es mejor que te adelantes y lo sueltes tú misma
si quieres poner en práctica una de las claves de cómo hacer feliz a
tu pareja. Si no, olvídate y pasa página.
Norma número 3
Estar siempre perfecta no es indispensable en nuestro manual de cómo
hacer feliz a tu pareja. Es normal que al principio no quieras que
te vea sin rímel ni colorete, pero si ya han pasado unos meses y
–todavía– te levantas antes que él para retocarte el maquillaje, es
el momento de relajarte un poco. No se trata de descuidar tu
apariencia y dejar de depilarte durante dos semanas, pero si estás
tan preocupada por tu aspecto, es probable que también seas
inflexible en otros ámbitos de vuestra relación. No seas tan
exigente contigo misma, aparte de unos pocos chicos (cuatro o cinco)
que piensan que las mujeres nacemos con las ingles brasileñas
hechas, los demás nos quieren por lo que realmente somos. Tan sólo
pregúntale directamente qué es lo que más le gusta de ti, de vuestra
pareja y asegúrate de no descuidar ese aspecto. Te sorprenderás
cuando averigües que no necesitas ser una esclava del maquillaje
para tenerle a tus pies.
Norma número 4
No seas quejica. Vale, puede que les agobiemos pidiéndoles sesiones
de bricolaje sin comprobar antes si somos capaces de hacerlo
nosotras mismas, como mujeres. Mil perdones. Pero no es menos cierto
que ellos siempre lo dejan todo “para luego”. Es normal que acabes
harta, así que si le toca hacer la compra o te prometió que colgaría
los cuadros del salón y todavía no lo ha hecho, deberías
recordárselo. “Hacía poco que mi novio y yo vivíamos juntos y todo
iba bien hasta que tuve que hacer un viaje de trabajo. Cuando
regresé, él no estaba, pero en su lugar me esperaban los restos de
la fiesta que había organizado el día anterior. Me dio tanta rabia
que le llamé enseguida pidiéndole explicaciones –cuenta Paula–.
Ahora es mucho más cuidadoso y ya no me encuentro con sorpresas
desagradables.” esta actitud es la acertada si quieres dejar claras
las normas, tanto de convivencia como de pareja, pero cuidado, si no
eliges bien el momento y le reprendes en público no sólo le
humillarás, sino que le harás sentirse como un calzonazos y no te lo
perdonará nunca.
Norma número 5
No juegues con él. Normalmente, el tiempo hace que las relaciones se
vuelvan tan predecibles que se llega a perder completamente la
chispa. Es lo que le pasó a Marta: “Raúl y yo íbamos a los mismos
sitios, conocíamos a la misma gente y nos veíamos todas las tardes.
Va a sonar fatal, pero comencé a ‘olvidar’ nuestras citas y a hacer
planes por mi cuenta. Poco a poco comenzó a prestarme más atención y
ahora nuestra relación ha vuelto a su cauce”. Hacerse la interesante
es un buen truco para espabilarle, pero antes piensa hasta dónde
quieres llevar tu aparente indiferencia. Y si no sabes cuándo
terminar la partida, pregúntate cómo te sentirías si fueras tú la
que estuviera en su lugar.
Norma número 6
No le pongas celoso. Si su indiferencia hace que te sientas poco
deseada o, peor aún, invisible, recuérdale que todavía estás de buen
ver. Si quieres saber cómo hacer feliz a tu pareja, una de las
claves está en avivar su curiosidad y que se pregunte por qué y para
quién te pones guapa, pero también de sentirte cómoda contigo misma
y transmitir esa seguridad a los demás. Cuando salgáis, hazle notar
el interés que despiertas entre el género masculino y observa cómo
se activa su instinto de competición sexual. Te aseguramos que
cuando consiga llevarse el trofeo a casa disfrutaréis juntos de su
victoria. Eso sí, está terminantemente prohibido tontear con sus
amigos o utilizar esta táctica si tu chico es tremendamente
inseguro… Al fin y al cabo no eres tan perversa, ¿verdad?
05 de mayo de 2009
(Cosmo)
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