CANCER DE
ESTOMAGO - SINTOMAS Y TRATAMIENTO
El cáncer de estómago o cáncer gástrico
es un tipo de crecimiento tisular maligno producido por la
proliferación contigua de células anormales con capacidad de
invasión y destrucción de otros tejidos y órganos, en particular el
esófago y el intestino delgado, causando cerca de un millón de
muertes en el mundo anualmente. En las formas metastásicas, las
células tumorales pueden infiltrar los vasos linfáticos de los
tejidos, diseminarse a los ganglios linfáticos y, sobrepasando esta
barrera, penetrar en la circulación sanguínea, después de lo cual
queda abierto virtualmente el camino a cualquier órgano del cuerpo.
Epidemiología
El cáncer de estómago representa un 2% de los casos nuevos de cáncer
en los Estados Unidos (unos 25,500 casos) cada año. El cáncer del
estómago es más frecuente en Japón, Chile, Costa Rica, Corea, Gran
Bretaña, China,Venezuela, y otros países en Asia y Suramérica. Se ha
reportado un riesgo mayor en pacientes hispanos con úlcera
péptica.[1] Está asociado con un elevado consumo de sal de mesa en
la dieta, el fumar y la baja ingesta de frutas y vegetales. La
infección con la bacteria Helicobacter pylori es el factor de riesgo
más importante en un 80% o más de los cánceres gástricos. Tiene una
mayor prevalencia en hombres que mujeres, en especial mayores de 50
años. En Corea, 10% de los casos tienen un componente genético.[2]
Se piensa que un pequeño grupo de cáncer gástrico del tipo difuso
son hereditarios. Estos elementos genéticos son de reciente
identificación y su conocimiento no es muy avanzado. Existen
exámenes genéticos y opciones de tratamiento para familias con
riesgo elevado.[3] En Japón, el consumo de helechos y esporas se
correlacionan con cierta incidencia de cáncer gástrico.[4] Los
epidemiólogos aún no han reportado con detalle la razón del más alto
número de casos en Asia que en otras regiones. Se ha descrito una
tendencia de mutaciones genéticas en personas afro-americanas, de
origen paquistaní y de varias islas del Pacífico.
La metástasis ocurre en el 85% de los individuos con cáncer
gástrico, con un promedio de supervivencia de cinco años en un 75%
de aquellos diagnosticados en estadios tempranos y menos de 30% en
aquellos con estadios tardíos.
Síntomas
El cáncer del estómago puede ser difícil de detectar en sus inicios
ya que a menudo no hay síntomas, y en muchos casos, el cáncer se ha
extendido antes de que se encuentre. Cuando ocurren los síntomas,
son a menudo tan discretos que la persona no se preocupa por ellos.
El cáncer del estómago puede causar los siguientes efectos:
* Indigestión o una sensación ardiente
* Malestar o dolor abdominal
* Náuseas y vómitos
* Diarrea o estreñimiento
* Hinchazón del estómago después de comidas
* Pérdida del apetito
* Debilidad y fatiga
* Sangrados inhabituales
* Cambios en el ritmo intestinal o urinario
* Heridas que tarden en cicatrizar
* Dificultad en tragar alimentos
* Cambios repentinos en el aspecto de verrugas cutáneas
* Tos persistente o ronquera
* Pérdida de peso
Cualquiera de estos síntomas puede ser causado por el cáncer o por
otros problemas de salud menos serios, tales como un virus del
estómago o una úlcera. Por tanto, solamente un médico puede
determinar la causa real. Si una persona tiene cualquiera de estos
síntomas debe visitar a su profesional de salud. Después, este
doctor, puede enviar a la citada persona a un médico especialista en
problemas digestivos. Será éste último gastroenterólogo quien
diagnosticará y determinará exactamente el diagnóstico correcto.
Diagnóstico
Para encontrar la causa de los síntomas, se comienza con el
historial médico del paciente y un examen físico, complementado con
estudios de laboratorio. El paciente puede tener que realizar
también uno o más de los exámenes siguientes:
* Análisis de sangre fecal oculta, no es enteramente útil, pues un
resultado negativo no indica nada y un resultado positivo está
presente en un gran número de condiciones además del cáncer
gástrico.
* Examen gastroscópico.
* Análisis del tejido fino anormal visto en un examen con el
gastroscopio hecho en una biopsia por el cirujano o el
gastroenterólogo. Este tejido fino se envía después a un patólogo
para la examinación histológica bajo un microscopio para saber si
hay presencia de células cancerosas. Una biopsia, con análisis
histológico subsecuente, es la única manera segura de confirmar la
presencia de células cancerígenas.
Un trastorno de hiperplasia de la piel, con frecuencia en la axila y
la ingle, conocido como acantosis nigricans, comúnmente visto
normalmente en personas obesas, por lo general promueve la necesidad
de estudios gástricos para descartar cáncer del estómago.
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