CANCER DE
PROSTATA - SINTOMAS Y TRATAMIENTO
Se denomina cáncer de próstata al que se
desarrolla en uno de los órganos glandulares del sistema reproductor
masculino llamado próstata. El cáncer se produce cuando algunas
células prostáticas mutan y comienzan a multiplicarse
descontroladamente. Éstas también podrían propagarse desde la
próstata a otras partes del cuerpo, especialmente los huesos y los
ganglios linfáticos originando una metástasis.
Esta afección puede causar dolor, micción dificultosa, disfunción
eréctil, entre otros síntomas.
La enfermedad se desarrolla más
frecuentemente en individuos mayores de 50 años. Es el segundo tipo
de cáncer más común en hombres. Sin embargo, muchos hombres que
desarrollan cáncer de próstata nunca tienen síntomas, ni son
sometidos a terapia. Diversos factores, incluyendo la genética y la
dieta, han sido implicados en su desarrollo, pero hasta la fecha
(2005), las modalidades de prevención primaria conocidas son
insuficientes para eliminar el riesgo de contraer la enfermedad.
La detección se lleva a cabo principalmente por la prueba en sangre
del antígeno prostático específico, llamado PSA (acrónimo inglés de
prostate-specific antigen) o por exploración física de la glándula
prostática (tacto rectal). Los resultados sospechosos típicamente
dan lugar a la posterior extracción de una muestra tisular de la
próstata (biopsia), que es examinada en microscopio.
El tratamiento puede incluir cirugía, radioterapia, hormonoterapia,
quimioterapia, o bien una combinación de todas. La edad y el estado
de salud general del afectado, tanto como el alcance de la
diseminación, la apariencia de los tejidos examinados al microscopio
y la respuesta del cáncer al tratamiento inicial, son vitales en la
determinación del resultado terapéutico. Debido a que el cáncer de
próstata es una enfermedad que afecta preferentemente a hombres
mayores, muchos de ellos morirán por otras causas antes de que el
cáncer pueda propagarse o causar síntomas.
Epidemiología
El cáncer de próstata es el más frecuente, excluyendo a los
carcinomas de piel, entre los norteamericanos y europeos. Uno de
cada seis hombres será diagnosticado de cáncer de próstata durante
toda su vida, pero sólo uno de cada 32 morirá por esta enfermedad.
En España tiene una incidencia de unos 30 casos nuevos por cada
100.000 habitantes al año. Se estima que la incidencia aumentará un
50% en los próximos 25 años. En ese medio también es el tumor más
frecuente en hombres (13%).
Debido a que el cáncer de próstata ocurre normalmente en hombres
mayores que a menudo tienen otros problemas de salud, la
supervivencia específica se usa generalmente como método estándar
para hablar del pronóstico. Desafortunadamente, es imposible obtener
cifras precisas de supervivencia. Para obtener una medida realista
de la supervivencia a los 10 años, es necesario recopilar pacientes
diagnosticados hace 13 años. Se necesitan más de 10 años de
seguimiento para ofrecer datos aproximados.
Estadísticas
* De todos los varones diagnosticados de cáncer de próstata, el 97%
están vivos a los 5 años del diagnóstico, el 79% a los 10 años.
Estas cifras incluyen todos los estadios y grados del cáncer de
próstata, pero no tiene en cuenta los hombres que mueren por otras
causas.
* Al menos el 70% de todos los cánceres de próstata se diagnostican
cuando aún con este tumor tienen, al momento de efectuarse el
diagnóstico, extensión a otras partes distantes del cuerpo.
La tasa de mortalidad por este tipo de cáncer ha disminuido en los
Estados Unidos. Esto se ha atribuido al diagnóstico precoz. Los
pacientes diagnosticados en estado precoz tienen probablemente mejor
pronóstico que los diagnosticados en estado avanzado.
Variables
La incidencia del cáncer de próstata ha aumentado más de un 100% en
los últimos 10 años. Entre los posibles factores que han provocado
un incremento de la incidencia de este cáncer destacan:
* Envejecimiento de la población.
* Disminución de otras causas de mortalidad.
* Mejoras en las técnicas diagnósticas, como la biopsia transrectal
ecodirigida, la resonancia magnética nuclear y la determinación de
los niveles del antígeno prostático específico en sangre.
* Programas de detección precoz.
* Mayor información en la población de riesgo.
* Gran incremento de intervenciones quirúrgicas realizadas sobre
enfermedades benignas de la próstata, como la hiperplasia prostática
benigna, y por lo tanto ha habido un aumento del diagnóstico
incidental de cáncer en estadio precoz.
Las estrategias para reducir la mortalidad por cáncer de próstata
son la prevención primaria, la mejora en los tratamientos y el
diagnóstico precoz.
Causas
Artículo principal: Causas del cáncer de próstata
Todavía no se conocen exactamente las causas, pero algunas
investigaciones han encontrado algunos factores de riesgo y tratan
de explicar cómo esos factores pueden provocar que las células de la
próstata se malignicen.
Mutaciones genéticas
Cuando las células normales se lesionan o envejecen, mueren por
apoptosis, pero las células cancerosas evitan la apoptosis.
Durante los últimos años, los científicos han conseguido grandes
avances en comprender cómo ciertos cambios en el ADN pueden
ocasionar que las células prostáticas crezcan anormalmente y
desarrollen un cáncer.
El ADN no sólo contiene la información de nuestra apariencia física
externa. Algunos genes contienen instrucciones que controlan el
crecimiento y división celular. Aquellos que promueven el
crecimiento y la división anormal de las células se llaman
oncogenes. Otros genes que inhiben la división celular y causan la
muerte de las células en el momento adecuado (muerte celular
programada o apoptosis) se llaman genes supresores. Los cánceres
pueden estar causados por mutaciones del ADN que activan a los
oncogenes y que inhiben a los genes supresores.
Algunas personas desarrollan ciertos tipos de cáncer porque heredan
de sus padres mutaciones del ADN. Las investigaciones han
descubierto que los cambios heredados del ADN en determinados genes
provocan que algunos varones desarrollen cáncer de próstata con más
probabilidad. Estos cambios genéticos pueden causar alrededor del 5
al 10% de estos cánceres.
La mayoría de la mutaciones del ADN descritas en el cáncer de
próstata se adquieren durante la vida de un hombre más que por haber
sido heredadas antes del nacimiento. Cada vez que una célula se
prepara para dividirse en otras dos nuevas, tiene que hacer una
copia de su ADN. Este proceso no es perfecto y algunas veces ocurren
errores. Afortunadamente, las células tienen enzimas reparadoras que
corrigen defectos del ADN. Pero algunos errores pueden pasar
desapercibidos, especialmente cuando las células se dividen
rápidamente, aportando el ADN una mutación a una nueva célula.
La exposición a las radiaciones ionizantes o sustancias que causan
cáncer pueden provocar mutaciones en el ADN en muchos órganos del
cuerpo, pero no se ha podido demostrar que estos factores sean
causas importantes de mutación en las células prostáticas.
Hormonas
De acuerdo con la evidencia disponible, el desarrollo del cáncer de
próstata estaría relacionado con niveles aumentados de algunas
hormonas, en particular, los andrógenos (hormonas masculinas). Los
altos niveles de andrógenos, como la testosterona, pueden contribuir
a aumentar el riesgo de este cáncer.
Algunas investigaciones han observado que niveles altos de otra
hormona, el factor de crecimiento insulínico tipo 1 (insulin-like
growth factor-1: IGF-1), están relacionados con el desarrollo del
cáncer de próstata. El IGF-1 es una hormona similar a la insulina,
pero su función normal es el control del crecimiento celular y no
del metabolismo hidrocarbonado.
Factores de riesgo
Se han establecido algunos factores de riesgo para desarrollar esta
enfermedad.
Edad
La probabilidad de tener cáncer de próstata aumenta rápidamente
después de los 50 años. Más del 70% de los casos son diagnosticados
en hombres con más de 50 años.
Raza
El cáncer de próstata ocurre alrededor del 70% más a menudo en
hombres afroamericanos que en hombres blancos americanos. Los
hombres de ascendencia asiática o los habitantes de las islas del
Pacífico tienen las tasas más bajas de incidencia y mortalidad.
Nacionalidad, medio ambiente y estilo de vida
En Suecia se da el riesgo más elevado de cáncer de próstata; éste
presenta valores intermedios en Norteamérica y Europa, y bajos en
Taiwán y Japón. Sin embargo, los japoneses que emigran a EE.UU. lo
padecen con una frecuencia parecida a la de otros varones de ese
país.
Dieta
La nutrición parece tener un papel importante en su desarrollo. La
distribución geográfica de este cáncer muestra valores muy elevados
en los países industrializados o desarrollados. Se están realizando
estudios para comprobar si determinadas sustancias reducen el riesgo
de cáncer de próstata. Por el momento, se recomienda comer menos
carne, grasas y productos lácteos, y comer más de cinco veces al día
frutas y verduras.
Inactividad física y obesidad
El ejercicio físico regular y el mantener un peso saludable pueden
ayudar a reducir el riesgo. La obesidad definida como un índice de
masa corporal superior a 29kg/m2 se asocia con el doble de riesgo de
padecer cáncer de próstata que en los hombres que tienen normopeso;
además, en estos casos, el tumor se diagnostica en estadio más
avanzado y es más agresivo.
Historia familiar
El cáncer de próstata parece que ocurre más frecuentemente en
algunas familias, sugiriendo que existe un factor hereditario. Tener
un padre o un hermano con cáncer de próstata dobla el riesgo de
padecer esta enfermedad.
Trabajo
Los trabajadores de las industrias del caucho y del cadmio en
soldaduras y baterías parecen tener más probabilidades de
desarrollar cáncer de próstata. El cadmio es un metal pesado que
interrumpe el proceso natural de reparación del ADN celular y puede
permitir la multiplicación sin control de las células malignas de
los tumores.
Agentes infecciosos y actividad sexual
Se ha considerado que los agentes infecciosos transmitidos por vía
sexual podrían provocar cáncer prostático. Sin embargo, los estudios
epidemiológicos, virológicos e inmunológicos han aportado resultados
contradictorios. Éstos no han evidenciado pruebas concretas para una
causa infecciosa de cáncer prostático, como la gonococias, el virus
del papiloma humano (VPH) y otro tipo de uretritis, prostatitis y
enfermedades de transmisión sexual. Recientemente se ha descrito que
la masturbación diaria entre los 20 y 50 años reduce el riesgo de
cáncer de próstata [cita requerida]; se cree que es debido a la
eliminación de sustancias cancerígenas en el semen.
Tabaco
El tabaco, según estudios recientes,[1] es también un factor de
riesgo para el cáncer de próstata. Fumar cigarrillos aumenta la
producción de hormonas masculinas. Éstas estimulan el crecimiento
celular y, por lo tanto, el crecimiento de los tumores prostáticos.
Por otro lado, el cadmio contenido en los cigarrillos también es
otro factor de riesgo.
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