CANCER DE RIÑON -
SINTOMAS Y TRATAMIENTO
El carcinoma de células renales es la
forma más frecuente de cáncer de riñón, especialmente en adultos,
originado de los túbulos renales. El tratamiento inicial es
quirúrgico pues tiene la peculiaridad de ser consistentemente
resistente a la radioterapia y la quimioterapia, aunque algunos
casos han respondido favorablemente a la inmunoterapia. El
advenimiento de terapias antitumorales dirigidas, tales como el
inhibidor de la tirosincinasa sunitinib,[1] ha mejorado grandemente
el futuro del tratamiento del cáncer de riñón.
Epidemiología
El carcinoma de células renales es más común en personas entre 50 y
70 años de edad y tiende a ser más frecuente en hombres.[2] Los
factores de riesgo más comunes incluyen el tabaquismo, factores
genéticos y hemodiálisis. Cerca de un tercio de los pacientes
presentan metástasis al momento del diagnóstico. En Latinoamérica el
país con más alta incidencia de cáncer de células renales es
Uruguay.[3]
Cuadro clínico
La triada clásica del cáncer de riñón es sangre en la orina, dolor
en un flanco y la aparición de una masa abdominal. A esta triada se
le conoce como la triada demasiado tarde, pues para cuando el
paciente presenta los tres síntomas, la enfermedad ha avanzado más
allá de un punto curativo. En la actualidad, la mayoría de los
tumores renales son asintomáticos y se detectan accidentalmente
durante un examen de imagenología, por lo general, en busca de
causas no relacionadas.
Otros signos pueden incluir:
* Color anormal de la orina (marrón, rojizo, cobre, etc) debido a la
aparición de hematíes en la orina.
* Pérdida de peso y apariencia malnutrida.
* El principal síntoma puede ser debido a una enfermedad metastásica,
tal como la fractura patológica de un hueso por diseminación ósea.
* Varicocele o agrandamiento de un testículo por bloqueo de la vena
gonadal, por lo general del lado izquierdo debido a la compresión
por el tumor de la vena renal—la vena gonadal drena directamente a
la vena cava inferior.
* Anormalidades en la visión.
* Palidéz por hipervolemia.
* Hirsutismo - crecimiento excesivo de vello en las mujeres.
* Estreñimiento
* Hipertensión arterial
* Valores elevados de calcio (Hypercalcemia)
Etiología
Carcinoma de células renales.
Se desconoce exactamente cual es la razón de la aparición de células
cancerosas en el riñón. Se sabe que los antecedentes personales de
tabaquismo aumenta el riesgo de un carcinoma de células renales.
Ciertas personas pueden haber heredado el riesgo de un cáncer renal,
por lo que es importante la historia familiar del individuo.
Se ha comenzado a pensar que la inhalación de diversos químicos
puede ser causal y se ha notado que hay un continuo aumento en el
diagnóstico en mujeres. Se ha visto también un porcentaje
desproporcionado de personas obesas con cáncer de riñón, por lo que
se espera que ese trastorno sea un factor de importancia. Aquellos
con el Síndrome de von Hippel-Lindau, una enfermedad hereditaria que
también afecta los capilares del cerebro, con frecuencia son
diagnosticados con cáncer renal. En riesgo están también quienes,
por otras enfermedades del riñón, requieren de tratamiento por
hemodiálisis.
Patología
La apariencia macroscópica muestra un tumor multilobulado de color
amarillento situado en la corteza renal, el cual con frecuencia
contiene zonas de necrosis, hemorragia y fibrosis. Bajo el
microscopio, se ven en el tumor células que forman cordones,
papilas, túbulos o nidos y que tienden a ser células atípicas,
poligonales y de gran tamaño. Debido a que estas células acumulan
glucógeno y lípidos, su citoplasma tiene una apariencia clara con el
núcleo celular central y una membrana plasmática evidente. Algunas
células pueden ser de menor tamaño con un citoplasma rojizo o
eosinofílico, muy similares a las células tubulares normales. El
estroma se encuentra reducido y bien vascularizado. El tumor
comprime el parénquima que le rodea, produciendo una
pseudo-cápsula.[4] La producción y secreción de sustancias
vasoactivas, como la renina, pueden causar hipertensión arterial y
la liberación de eritropoyetina puede causar una producción
aumentada de glóbulos rojos o eritrocitosis.
Histología
El carcinoma de células renales tiene 5 tipos histológicos:
1. Células claras, representan un 75% de los casos, tienden a tener
origen en el túbulo proximal y se presentan con tumores de células
inusualmente claras por el citoplasma rico en glucógeno y lípidos.
Es generalmente el tipo de cancer renal con modificación genética,
por lo general una deleción en el cromosoma 3.
2. Tumores cromofílicos o papilares, representan un 15% de los
carcinomas de células renales, tienden a ser bilaterales o
multifocales y pueden tener una trisomía 7 y/o 17. Crecen en forma
papilar y por lo general provienen de células del túbulo proximal de
la nefrona.
3. Células poligonales largas, a pesar de tener un citoplasma
pálido, tiende a ser reticular, tienen un curso indolente y forman
tumores sólidos o sarcomatoides. Tienden a ser células hipodiploides
y provienen de células del conducto colector cortical. Representan
aproximadamente 3% de los carcinomas de células renales.
4. Oncocitoma renal, consiste predominantemente de células
eosinofílicas que raramente causan metástasis y no exhiben
citogenética como las anteriores. Constituyen un 3% de los casos y
provienen de células del conducto colector cortical.
5. Carcinoma de células colectoras, es una variante poco frecuente,
usualmente menos del 2% caracterizado por un curso clínico agresivo
de células que provienen del túbulo colector medular.
Estadificación
Véase también: Estadificación
La estadificación del carcinoma de riñón es muy similar a la
estadificación de otros tumores malignos, con aplicación al riñón
diseñada por y denominada Flocks y Kadesky:
* Estadio I: cuando el tumor se encuentra dentro de la cápsula
renal.[5]
* Estadio II: el tumor ha alcanzado invadir el tejido adiposo que
rodea al riñón más no traspasa la fascia o cápsula de Gerota que
rodea al riñón.[6]
* Estadio III: el tumor ha invadido la vena renal o la vena cava
inferior, ha habido infiltración de ganglios linfáticos regionales o
ambos casos.[7]
* Estadio IV: el tumor invade vísceras adyacentes, excluyendo la
glándula adrenal del mismo lado o bien han aparecido metástasis
distantes.[8]
Otro sistema usado con frecuencia en el diagnóstico del carcinoma de
células renales es el sistema TNM, reportado por patólogos,
radiólogos, etc:
* Tumor primario (T):
o TX – Tumor primario no puede ser estudiado,
o T0 – No se encuentran evidencias de un tumor primario
o T1 – Tumor de 7 cm o más pequeño en sus dimensiones más grandes y
limitado al riñón
o T2 – Tumor mayor a 7 cm en su dimensión mayor, limitado al riñón
o T3 – Tumor se extiende a las principales venas renales o invade
las suprarrenales o tejidos peri-renales, incluyendo tejido graso,
sin pasarse de la fascia de Gerota
o T3a – Tumor invado la glándula suprarrenal o tejidos peri-renales
sin pasarse de la fascia de Gerota
o T3b – Tumor se extiende hacia las venas renales, vena cava por
debajo del diafragma
o T3c – Tumor se extiende por las venas renales o la vena cava por
encima del diafragma
o T4 – Tumor invade más allá de la fascia o cápsula de Gerota que
rodea al riñón
* Nódulos linfáticos regionales (N)
o NX – Los ganglios linfáticos no son accesibles para estudio
o N0 – No se aprecia metástasis de ganglios linfáticos regionales
o N1 - Metástasis en un ganglio linfático
o N2 - Metástasis en más de 1 nódulo linfático
* Metástasis distantes (M)
o MX – Metástasis distante no puede ser estudiada
o M0 – No se aprecian metástasis distantes
o M1 – Metástasis distantes evidentes
* Estadios
o Estadio I - T1, N0, M0
o Estadio II - T2, N0, M0
o Estadio III - T1-2, N1, M0 o T3a-c, N0-1, M0
o Estadio IV - T4; o cualquier T, N2, M0; o cualquier T, cualquier
N, M1
Tratamiento
Las opciones de tratamiento para el cáncer de células renales son la
cirugía, radioterapia, quimioterapia, terapia hormonal,
inmunoterapia o una combinación de estas. Más del 50% de los
pacientes con cáncer de células renales se curan en los estadios
iniciales de la enfermedad, pero el pronóstico para el estadio IV es
considerablemente malo. La probabilidad de cura depende directamente
en el estadio, es decir, el grado de diseminación del tumor, de modo
que el abordaje es curativo en las etapas tempranas.
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