CUAL ES EL RIESGO
DE TENER UN INFARTO EN UNA RELACION SEXUAL?
Según las estadísticas, el
riesgo de tener un infarto durante una relación sexual es menor al
1%, ya que el esfuerzo que ésta requiere es inferior a otros de la
vida diaria. El desconocimiento de estos datos genera que muchas
personas convivan con una idea errada de la actividad sexual en
enfermos tanto cardíacos como pulmonares
"Según las estadísticas, el riesgo de
tener un infarto durante una relación sexual es menor al 1%,
ya que el esfuerzo que ésta requiere es inferior a otros de la vida
diaria. El desconocimiento de estos datos genera que muchas personas
convivan con una idea errada de la actividad sexual en enfermos
tanto cardíacos como pulmonares", revela la doctora Beatriz Literat,
del departamento de sexología y disfunciones sexuales de Halitus
Instituto Médico.
De acuerdo con Literat, hay una idea generalizada de que el esfuerzo
durante la actividad sexual puede provocar una exacerbación de la
patología. Pero advierte: "El fantasma del infarto durante el coito
es una fantasía presente en la mayoría de estos pacientes."
Otro de los mitos que según la especialista abunda
es aquello de que la sexualidad debe y puede funcionar en forma
independiente al resto del organismo. Y, sin embargo, lo que ocurre
es todo lo contario: "es fundamental darle el lugar que corresponde
al buen estado de la salud, para el correcto funcionamiento del
aparato sexual y reproductivo".
La sexualidad como función fisiológica está muy relacionada con el
buen funcionamiento de los aparatos cardiovascular y
respiratorio, dado que durante la respuesta sexual
intervienen los dos sistemas. El caridiovascular, para enviar sangre
a la piel y órganos genitales; y el respiratorio, para aportar el
oxígeno necesario para el funcionamiento del aparato muscular que
también participa.
"Esto se evidencia -describe Literat- en el aumento de las
frecuencias tanto cardiaca como respiratoria durante la etapa de
excitación sexual".
Cuando una persona padece algún trastorno cardíaco, como un infarto
de miocardio, problemas valvulares, enfermedades coronarias o de
origen respiratorio como asma, EPOC, enfisema, u otra, la
función sexual puede verse limitada.
"Tanto neumonólogos como cardiólogos conversan con sus pacientes
respecto a la reinserción laboral, la rehabilitación física y
psicológica que deben realizar para recuperar un aceptable estado
físico y como perder el miedo frente a las actividades que conllevan
algún tipo de esfuerzo."
Pero, según la especialista, son pocas las veces en que los enfermos
tienen la oportunidad de aclarar todas sus dudas en
cuanto a cómo retomar su vida sexual sin riesgos.
Existen otras variables primordiales a tener en cuenta para una vida
sexual saludable en medio de una enfermedad o después de una cirugía
reparadora. Literat las resume en una pareja estable, técnicas
sexuales adecuadas a cada paciente que los sexólogos deberían
enseñarles a los enfermos y a sus parejas.
"A eso se le suma una rehabilitación post quirúrgica o post evento
clínico adecuada. Su objetivo debe ser que el o la paciente recupere
un estado físico aceptable y un estado psíquico que les
permita alejar miedos injustificados y poder vivir con
plenitud."
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