LA PELICULA SOBRE
LULA
Entradas y movilizaciones
populares-sindicales parecen ser la mejor maniobra de marketing para
promocionar el film que contará los 1ros 35 años del presidente
brasileño. 'Lula, el hijo de Brasil' se estrena el 1ro de enero de
2010 y ya se dice que ninguna otra producción nacional tendrá tanta
difusión como esta
MADRID (El
País). Existe mucha expectación sobre la película Lula, el hijo
de Brasil, que estará en las pantallas de cine el 1 de enero de
2010. El filme narra los 35 primeros años de vida del presidente y
ex sindicalista, Luiz Inácio Lula da Silva, desde su nacimiento
hasta el momento en que muere su madre y es encarcelado por los
militares debido a sus actividades sindicales durante las famosas
huelgas de los metalúrgicos de São Paulo en 1980.
Nunca una película tendrá tal
difusión nacional en la historia cinematográfica de Brasil, según
los organizadores de la salida a los cines de la vida de Lula. Será
una verdadera movilización. La película no sólo se podrá ver en 400
salas, un número mucho mayor de lo normal, sino que está previsto
que se proyecte en pantallas itinerantes para poder llegar hasta los
rincones más pobres y lejanos del país. Antes, se harán pruebas en
las universidades brasileñas. Y por si fuera poco, ya se está
estudiando transformar la producción cinematográfica, dirigida por
Fabio Barreto, en una miniserie para la televisión. Se habla ya de
acuerdos con la poderosa plataforma televisiva Globo.
Se está pensando cómo colocar miles
de entradas para el cine a precios populares para que nadie pueda
dejar de ver la película por motivos económicos. Los 10 millones de
sindicalistas del país se van a movilizar para darle difusión al
largometraje, cuyo coste ha ascendido a unos 5 millones de euros, ya
que narra fundamentalmente la actividad sindical de Lula como
antesala a lo que sería más adelante su fecunda actividad política:
primero al fundar el Partido de los Trabajadores (PT), y después con
la conquista de la presidencia de la República tras haberse
presentado cuatro veces consecutivas, sin desalentarse, a los
comicios.
Quienes ya han visto Lula, el hijo de
Brasil en sesión privada, aseguran que es difícil no emocionarse con
la epopeya de este hombre que estudió sólo primaria y después
completó un curso de mecánica; una persona que salió de la pobrísima
región del nordeste brasileño en un carro de bueyes con toda su
familia en busca de trabajo al Estado de São Paulo, donde acabó
vendiendo helados en la calle, y que se ha convertido, por boca del
mismo presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en el político más
popular del mundo.
El filme se centra, por eso, en dos
lugares clave de su vida: el pueblo nordestino de Caetés, en el
Estado de Pernambuco, y São Bernardo do Campo, en São Paulo, donde
se forjó como sindicalista primero y como político después, y donde
la familia Lula tiene su casa particular.
La película sobre el líder brasileño,
cuenta con dos figuras clave. Por un lado, el actor Rui Ricardo Dias
que encarna al otrora sindicalista Lula, y por el otro, Gloria
Pires, que se sumerge en el papel de la madre. El guión está escrito
por Denise Paraná, una antígua asesora de Lula.
Lo que pretenden tanto el Partido de
los Trabajadores como los asesores del presidente brasileño, es que
el largometraje sea visto por los millones de trabajadores pobres,
sobre todo del Brasil profundo, seguidores y admiradores
incondicionales del ex metalúrgico. De ello van a ocuparse todos los
movimientos sociales que estén más en contacto con el mundo de la
pobreza y del trabajo, los más fieles a Lula.
La oposición ha visto en la fecha del
lanzamiento del filme -2010, año de las elecciones presidenciales en
las que el ex tornero tratará que Dilma Rousseff, su ministra de la
casa Civil y ex guerrillera de origen alemán, sea elegida como su
sucesora- una operación de marketing y de propaganda política. Los
asesores de Lula han respondido, por su parte, que en Brasil, de una
forma u otra hay comicios todos los años.
En efecto, en 2010 será el turno de
las presidenciales, en 2012 de las municipales y en 2014 de nuevo
las elecciones a presidir Brasil, a las que no se excluye que Lula
se presente de nuevo como candidato, ya que ha confirmado que no se
apartará de la vida política.
Y volvería con el mérito de no haber
querido forzar la Constitución con el objetivo de reelegirse por
tercera vez. El líder brasileño profesa un profundo respeto a la
alternancia que él considera, a efectos de los valores democráticos,
mejor que cualquier reelección.
La figura humana de Lula es tan
admirada, sobre todo entre las capas más pobres del país, y es tal
su carisma personal -por tratarse de un personaje que sabe como
nadie hablar el lenguaje de la gente de la calle-, que lo que todos,
de alguna forma están esperando, es poder ver una película llamada a
hacer historia antes aún de su salida a los cines
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