FALOFOBIA -
SINTOMAS Y TRATAMIENTO
La persona se queda paralizada, tiene
taquicardia, sudores, temblores y hasta se desmaya. Esos síntomas
son comunes en las crisis de pánico. Pero hay un tipo de fobia muy
singular, la falofobia
Falo + fobia = pene + aversión (más que
miedo). O sea, es el miedo irracional del miembro masculino y de las
situaciones a él relacionadas.
Al principio, es común imaginar que eso pasa con una mujer que tuvo
traumas o sufrió alguna violencia sexual. Así, desarrolla aversión
al pene. Pero no en todos los casos se da por esta razón. "La
falofobia puede suceder con hombres y mujeres, sin tener problemas
de violencia ", dijo la psicóloga y sexóloga Carolina Gonçalves de
Freitas, de Brasilia, que, en sus diez años de atención clínica,
recibió sólo una paciente con ese cuadro. "Antes yo sólo tenía
conocimiento teórico sobre ese problema".
La falofobia, por lo tanto, no tiene
como base una simple relación de causa y efecto. La fobia sexual
también sucede por evitar y sentir aversión a tener sexo con la
pareja, situación en que están presentes sentimientos de repulsión,
ansiedad y miedo. El problema no está sólo conectado a la relación:
la persona puede tener miedo de mirar el pene (erecto o no), llegar
cerca, imaginar o hacer sexo oral. "Dependiendo del grado de miedo,
la persona no consigue tener una relación sexual, pues no consigue
ni ver el pene. Y el sexo comienza por el antojo", afirmó Carolina.
Si no son experiencias sexuales
ruines o violentas, ¿qué causa la falofobia? Esa es una pregunta aún
llena de misterios, como la mente humana. "En ese caso, entramos en
la categoría de todas las fobias. Y el componente muy fuerte en
cualquier fobia es la ansiedad", dijo la profesional. Según ella, no
hay un motivo específico que pueda desencadenar esa fobia.
Tratamiento
Así como otras dificultades sexuales, la falofobia puede ser
tratada. Los síntomas y conflictos pueden ser comprendidos y
trabajados. Para eso, es necesaria, en primer lugar, la motivación
personal. La conversación sobre el asunto también es un gran paso en
búsqueda de la mejora.
Entre las formas de tratar el
problema, está la terapia cognitiva de comportamiento, cuyas
técnicas generalmente son usadas en los tratamientos de todas las
fobias. En la desensibilización, se verifica por escala el límite de
ansiedad de la persona, hasta donde da cuenta. O sea, son
presentadas situaciones para ir aprendiendo a lidiar hasta llegar al
tope. Por ejemplo, en la escala de uno la diez son colocadas las
situaciones más tranquilas para trabajarse primero con el paciente.
Él aprende a superarlas y, cuando llegan a las más complicadas, será
más fácil lidiarlas. "En ese caso, va a depender también del miedo
de la persona: si es de mirada, de pene erecto o de la relación
sexual".
En las fobias sexuales, Carolina
señaló que también se trabaja con la historia de vida de las
personas, su sexualidad y sus expectativas. "A veces, estudiamos la
educación sexual. No es natural, pero las personas tienen la
costumbre de generar miedo en los niños y en los adolescentes, como
si sexo fuera un bicho raro. Esa es otra cuestión a ser trabajada
juntamente con la fobia".
Exactamente por entrar en el ámbito
de la educación, de los valores y de la cultura de cada uno, la
fobia sexual es más difícil de ser tratada, pues encuentra
resistencia del paciente en hablar sobre el asunto. "Mi paciente con
falofobia que está en tratamiento hace un mes y medio llegó a mi
consultorio y ya habló sobre el asunto. Entonces fue posible
detectar la fobia específica, lo que facilita el tratamiento", dijo
Carolina. Si el paciente, sin embargo, tiene dificultad para hablar,
es preciso trabajar eso antes, para que él se suelte y hable, y sólo
después tratar la fobia.
Terra
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